lunes, 31 de agosto de 2009

Libro “El Milagro” – Capítulo 9

CAMINO

Las máquinas. Qué maravillosas maquinas hemos construido. Pájaros de acero, si se despertara Da Vinci y viera las maravillas que hemos inventado; diría: qué poca imaginación que tuve.
Hombres como él, como Julio Verne, Newton, Leipniz, Arquímedes, Esiodo y tantos otros más que imaginaron, que crearon. En sus respectivos tiempos los tomaron por locos; luego esos sueños fueron haciéndose realidad.
Podemos enviar naves al espacio, hemos roto no solo la fuerza de gravedad, sino también la velocidad del sonido y tal vez algún día romperemos la velocidad de la luz.
Cómo ha sido posible mirar ha los cielos y descubrir estrellas mellizas, investigar y acercarse ha comprobar que en el centro de nuestra galaxia hay un agujero negro, de donde nada retorna, nada vuelve, materia condensada, compactada o solo un poro, un punto de inflexión.
Si nos ponemos a pensar como brota una idea nueva, un pensamiento, un poema; pareciera que sale de la nada; pero es el resultado natural, la consecuencia de haber visto, de haber escuchado y después relacionar, ya sea entre sí o a través de una metáfora; pero es como si estuviéramos subiendo por una escalera y comenzáramos a mirar más cosas, comenzáramos a desvelar, sacar velos nada más.
Pero si vemos un pájaro de acero, lo vemos volar a 1000 km por hora, nos sorprendemos; no podemos creer además cómo este pájaro llega a diez mil metros de altura, a donde no llegó, ni llegará, un pájaro natural.
Nuestra creación está superando a la naturaleza. En muchos campos ya la superó.
Es verdad que nos copiamos del pájaro, los pájaros en sí eran nuestro sueño. Desde tiempos remotos intentamos, hasta llegar a Da Vinci y comenzar a hacer realidad ese sueño y lo hemos logrado, y como dijimos los hemos superado.
Hemos llegado a la Luna, a ese astro, a ese ojo de la tierra que nos ve y que nos ha hecho soñar desde que comenzamos a ver a los cielos, que en verdad fue no hace mucho.
Imitar a los peces, a los pulpos, a las anguilas, cuanta especialidad de la naturaleza, pero no hay una sola que no este, al alcance de nuestras manos creadoras.
Ya hemos enviado pequeños submarinos por el interior de nuestro cuerpo, ellos son nuestras prolongaciones. No podemos entrar allí, pero inventamos cosas, elementos, que sí lo hacen.
El Genoma Humano es algo que solo hace unos años atrás era inimaginable, sin embargo está. Está también la posibilidad de que se manipule a la naturaleza, a nuestra naturaleza. Es algo que estaba prohibido por los dioses, no hace más que dos mil años que no se permitía abrir el cuerpo, ahora llegamos ha abrir a las células, e inclusive a los genes, a las neuronas, a la sinapsis.
¿Cuál será el límite? No hay límite, el hombre es el único ser sobre la tierra que cree en los limites; los animales a lo sumo los respetan, por su supervivencia.
Miremos por donde miremos, hay profundidad, hay altura, hay horizontes, somos seres que se expanden como si fuéramos una esfera, en el sentido que ella tiene infinitos rayos.
Que hay errores, si lo hay, y ellos son los que no han llevado hasta donde estamos, más aun es el alimento de la inteligencia, es como el lastre que al barco lo sumerge, para que su hélice pueda impulsarlo y a la vez es el combustible, por lo tanto debe de estar, debe existir.
La injusticia ¿seguirá existiendo? No lo sé, debe haber cosas que ignoramos dentro de nuestro cerebro, por las cuales todavía existe y está la no tan bendita injusticia, pero así como no hay una piedra totalmente esférica, perecería que nuestra mente, nuestra ciencia, nuestra armónica belleza, no existieran en forma plena y completa.
No por eso dejamos de avanzar en esos campos; ya que hay algo dentro nuestro, que nos lleva a la perfección.
Está bien que hayamos puesto nuestra atención en las ciencias, en los inventos, en la creación de cosas para hacernos la vida más suave, más agradable, más cómoda; pero a la vez no podemos desatender la morada del espíritu, la vida espiritual.
¿Que es en realidad una vida espiritual?
Es salir, salir y ver, tomar conciencia de lo que es el cosmos, de lo que es la tierra, el mundo; recorrer nuestro mundo interior, nuestra alma y ver cuantas cosas hay, cuantas cosas existen, cuanta armonía.
Podríamos decir que el alma personal, el alma de cada uno es en si; pero también es el resultado de nuestro trabajo.
Si recorremos la tierra, contemplamos al universo, bueno, en eso no tuvimos que ver nada. Pero si vemos al mundo, sentimos que es obra nuestra, aunque ya sea como un astro.
Quién entonces es el creador de tal maravilla, ahí sí que nos quedamos en silencio.
Inclusive si nos llegamos a preguntar con quién converso cuando pienso, parecería que siempre hay algo, hay alguien que da una respuesta, que es una referencia; cuando decimos que podemos engañar al mundo, menos a nosotros mismo, bueno quién es ese mismo.
Algo que está ahí desde que nací, fue descubriéndose, paso a paso, fue aprendiendo cosas de afuera para que tenga conocimientos, para que pueda decidir mejor.
Podemos decir, que es la vida, el espíritu, el ser, cualquier palabra que le pongamos es y será siempre palabras para describir algo que nos supera.
A través de los años, lo que se logra es crear, inventar, nombrar. Llamamos Dios, Razón Básica, El cosmos; tal vez la palabra Dios es la mas acertada, pero solo es una palabra.
Está ahí, allí, aquí, está presente siempre, es lo presente, no existe lugar en donde no esté; nuestra imaginación puede volar y decir que está en los cielos, la pregunta es: ¿En qué cielo? ¿Dónde está el cielo? Preguntas como: ¿A donde vamos después de morir? tienen el mismo contenido, la misma ausencia de respuesta para nuestro saber, para nuestro conocimiento.
Decimos: “Pienso y luego existo” “Siento y luego existo” “Tengo afectividades” Daría la impresión que es como tratar de poner en un vaso el mar, más aun el cosmos. No, no es lo correcto.
Pero tenemos que tomar un camino para irnos acercando a esa verdad, a ese ser que nos contiene y que somos.
La primera es el respeto. Hay algo grandioso alrededor nuestro, que es el cosmos, que está en orden, aunque tiene convulsiones internas, a las cuales les podemos llamar vida, pero está ahí.
Admiración, no dejarnos hacer llevar por la apatía, el estar vivo es estar despierto, haciendo funcionar la mayor cantidad de cosas que nos ha dado la naturaleza. Ver esa con - secuencia, aunque sea con la realidad o con la fantasía. Ver llegar al agua, brotar a la naturaleza de la tierra, a las plantas, a los animales, al hombre, a las ideas; y el vuelo, eso vuelo que hemos emprendido hacía otros mundos, hacia otras galaxias.
Nietzsche decía: “Ha alguien tenemos que agradecer por estar vivos, pero no se a quién, pero bueno hay que agradecer, pero ¿cómo?” Y termina dándose una respuesta: “ya sé cómo, haciendo lo que la vida nos ha dado para hacer”
El entusiasmo para obrar, por obrar. “Qué difícil se convierte la vida sin un entusiasmo a mano y en cada momento”: nos decía Bernet.
“Bendice todo lo que te sucede y sé propenso a la alegría” – Hölderlin.
Es decir que desde hace tiempo estamos en ésta tarea y damos rodeos. Debemos seguir haciéndolo, por que no vamos a encontrar al Dios, cara a cara, porque indudablemente no es igual a nosotros, ni nosotros somos su imagen, demasiadas pretensiones.
Lo que si es el viaje, es recorrer no sólo con los sentidos del cuerpo a todo lo de nuestro alrededor, sino con los sentidos del alma y del espíritu, como es la imaginación, las fantasías.
Las tan agradables y no tan bien consideradas fantasías.
Y eso si darnos cuenta que nos somos unidirecionales, crecemos en todos los sentidos posible e imaginables, porque si vamos en búsqueda de él, él debería ser el todo, él contiene todo.
Entonces una de las cosas que podríamos hacer es aceptar la realidad y cocinar con lo que hay. No dejaremos nunca ir a la perfección, a la precisión; y realmente ésta última parte suena a cursi, sin embargo es así, hay algo dentro nuestro que tiende a la perfección, a la belleza.
Alrededor del hombre se crea la belleza. Es casi o somos casi como los decoradores de este cosmos, lo estamos haciendo cada vez más bello.
Aveces veo mi uña y dijo: la verdad para qué está, casi no la uso, pero está, alguna función debe cumplir y luego, por supuesto solo como una forma de imagen pensada, así debe sentir el Dios cuando nos ve y luego agrego ¿no será la belleza una uña del ser? y por supuesto termino con una sonrisa de niño en mis labios.

Karigüe

PRÓXIMO CAPÍTULO: lunes 7 de septiembre

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Gracias. Karigüe

sábado, 29 de agosto de 2009

Poema - Ausencia

El ánimo brota,
como aroma de esos campos verdes
cultivados.

Hay estados también
en los que te quedarías
así para siempre

la mente en blanco
como no quisieras pensar en nada
como el cielo, la tierra, y tu
estarían, sin molestar
sin perturbar

que si es azul el cielo y el mar,
los campos verdes
las montañas grises

No importa
si tú estas ausente
aún de ti.

Karigüe

jueves, 27 de agosto de 2009

Poema - La Angustia

La angustia
es como una boca,
una dentadura en donde
trituramos al mundo
para digerirlo

es una espera de lo mal
de aquello que nos hace daño;

Sin embargo
la angustia que produce
la soledad del vacío

funda imágenes
fantasías

como si se fuera formando
sobre ella, un pedestal
de piedras labradas

Nuestro ser.

Karigüe

martes, 25 de agosto de 2009

Poema - Instantes

Salvo por esos instantes,
en que mas presientes
que sientes
en que mas sueñas
que piensas

Una unidad tal,
una morada, como sí
fuera una burbuja hecha
de tiempo

allí reposas con tu
mismisidad,
allí reposa el Ser
como ser

ese instante
es la eternidad que late
en ti.

Karigüe

lunes, 24 de agosto de 2009

Libro “El Milagro” – Capítulo 8

EXISTIR

Se pregunto Nietzsche: ”Alrededor del héroe se crea la tragedia. Al rededor de Dios ¿se crea el mundo?” Karigüe agregó: “Alrededor del hombre se crea la belleza”
No es necesario demostrar que desde que descendimos del árbol, la tierra, el mundo, son cada vez más bellos.
Se podría argumentar que cada vez hay más guerras, vicios, cada vez más pobreza etc. etc.; pero, solamente habría que ver unos 2000 años atrás, cuando el Imperio Romano se vino abajo, lo que fue nuestro mundo, sin leyes, sin orden, etc., etc.
Nos guste o no vivimos en un mundo mejor, más aun más bello. Si caminamos por los parques, por los bosques naturales, los cultivados, si recorremos las campiñas de España, de Inglaterra, de Argentina; podremos ver la mano de hombre.
Tal vez es solo una opinión: El mundo es cada vez más bello. Estaríamos más convencidos de ello si comenzamos a ver la obra de los hombres: las obras de arte, las Sinfonías de Beethoven, las Pasiones de Bach, la Sílfides de Chopen, el Canon de Pachalbe, el Adagio de Albinoni, las cuatro estaciones Vivaldi; por Dios, no existía esa belleza, fue creada solo hace cuatrocientos años ó quinientos tal vez.
La pintura de Vango, de Quinquela, de Picasso, de Dali, de Monet, de Velazquez; por Dios que belleza. Sin entrar a ver la obra de Miguel Ángel, de Rodin en la escultura. Deberíamos de reconocer la obra de los padres de la cultura occidental, como fueron los Griegos Clásicos, pero los Griegos son relativamente jóvenes, existieron solo hace unos 2700 años atrás.
Y no hay que dejar de ver a las mujeres, otra opinión; yo las veo cada vez mejores, más lindas, más preciosas, más inteligentes, más vivaces, más precisas.
¿Y las ciudades? Que hermosas: Praga, Estocolmo, Madrid, Londres, Buenos Aires, y mi tierra Arequipa, EL Cuzco. Y qué medios como para llegar de un punto a otro, para llegar de Arequipa al Cañón del Colca, a Londres, a Moscú, a Tokio, a la India, a Australia, a esas islas tan paradisíacas que nunca fui, pero las veo en revistas y por televisión.
La televisión qué otra maravilla, podemos divertirnos con ella; que sea como una droga para algunos ya es su problema. Si no se está bien, hasta la bendita comida puede ser una droga, puede ocasionarnos una adicción.
Pero las comidas, que delicadas comidas, la francesa, la peruana, la china, la japonesa; la carne, las verduras, las frutas que podemos comer en el Invierno crudo de Gotemburgo, como son las uvas de Chile, manzanas de Argentina, bananas de Ecuador.
Y las flores, que belleza son las flores, las rosas de Bogotá, de Quito, ¡qué belleza!; y las podemos tener, ahora, en este momento, aquí. Que tengamos plata para comprarlas o no; pero tenemos esas posibilidades.
La Literatura, la poesía, qué belleza la obra de Sófocles, de Shakespeare, de Blake, de Rulfo, de Vallejos, de Tralk, de Verlaine, de Dikinson. No, no existan hace solo unos años atrás; sin embargo ahora las tenemos en libros, en CD, en TV, en Internet.
Internet otra maravilla, y lo más interesante es que podemos compartir con los otros, ya no tenemos que ir a los templos del saber, ahora a unos pasos tenemos personas, que conocen, que pueden hablar, artistas que están al alcance de la mano.
Pero lo maravilloso es la mente, nuestra mente capaz de hacer, crear historias, crear poesía, novelas, ensayos, o simple - mente leer a otros.
Cómo la gente viaja de un lugar a otro, como se les ve tostándose en las playas, trepando las montañas más altas, esquiando en al nieve, en el agua, corriendo. Si vieran lo Griegos, en que se ha convertido los Juego Olímpicos, se caerían de espaldas, Don Marathon quedaría atónito, cómo gente de todo color y más aún los más delgados pueden correr 100 kilómetros como si nada.
Y las ciencias, nuestras hermanas ciencias, cómo crecen, cómo se desarrollan, cómo se investiga. Al saber un poco sobre el Genoma Humano, no sólo nos sorprendemos sino que se entiende que es algo como la punta de un Iceberg, realmente un milagro.
Un milagro conquistado, creado, hecho, por el hombre.
¿No es un mundo bello? ¿No se crea alrededor del hombre la belleza?
No sé, ni puedo comprobar, como era lo que pensaban, lo que sentían los Griegos, antiguos, los Clásicos; pero no nos debe sorprender que el hombre de las cavernas no haya tenido mucha imaginación, mucha fantasía.
Una de estas maravillas es la fantasía en nuestro tiempo, el hombre del Siglo de Platino es un gran imaginador, un gran fantasioso, crea mundo, mundos artificiales, que a veces lo comparte y otras no.
Es en el hombre, en donde se crea cosas, pero ¿quién, lo crear? El espíritu del hombre.
Ese ánimo, esa inquietud latente, no solo lo hace obrar, sino crearse un mundo dentro de él mismo, un mundo virtual. Pensar que es capaz ahora de sentirse parte activa de cosmos. Me imagino a nuestro hermanos Nerthentales, cómo temerían al fuego, al rayo, a las tormentas, al sol, a los temblores.
Sin embargo hoy aunque tememos menos, pero no estamos integrando al cosmos; cuando nos despertarnos como hombres, creamos la distancia, dijimos todos ellos son los dioses; pero solo para verlos, para verlos representados y vernos en ellos, cómo cuando nos vimos por primera vez nuestro rostro en un charco de agua.
El alma de la belleza es la distancia, en la distancia es donde se crear la vida, desde donde un ser al verse separado del ser, es capaz de crear, de iluminar, ese espacio como si de él saliera ó se produjese un arco eléctrico.
El milagro de la belleza es este ver a la creación, al universo, como parte nuestra y nosotros como parte de ellos, no desligados; no separados cómo si el universo fuera otra cosa y nosotros solo la imagen del Dios.
Es la integración, la belleza es solo un campo, un claro en el bosque, es como sentarnos alrededor del fuego y conversar, comenzar a levantar la cabeza y vernos el rostro, ver el rostro de la tierra, del universo, y del universo de los universos también.
Reconocer es volver a conocer lo ya conocido. En nuestra memoria ancestral está todo. Nos vemos con la formación de un ADN; pero un poco más atrás están esos fotones de energía que son el elemento básico del universo, esa fuente de energía permanente que habría que investigar, cómo es posible que la materia oscura, la no registrable, del universo, puede ser el 85% de su peso.
¿No será que este nuestro universo brota desde un vientre más potente, más antiguo, más imperceptible; imperceptible solo para el animal que mide, los medidores, los animales que piensan?

Karigüe

PRÓXIMO CAPÍTULO: lunes 31 de agosto

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Gracias. Karigüe

domingo, 23 de agosto de 2009

Poema - Los dioses

Tal vez solo
desde Aristóteles, Platón
Descartes, Leibniz
Kant

se levanta la niebla
llamada metafísica,
que no nos deja ver
ni las manos
ni menos los rostros

nos olvidamos desde que
Prometeo desafió a los dioses,
de los dioses

de aquellos que están en las cosas
en los fenómenos
en los seres

de aquello que niños aun,
que juegan con el hombre
hasta que deja de ser niño.

Karigüe

viernes, 21 de agosto de 2009

Poema - Duda

La eternidad presente
dices, hablas
comentas, escribes,

algo así como un escalador
de un paredón vertical

fijas el ancla
y lentamente, con esfuerzo
arrastras tu cuerpo
elevándolo

ya en la cima, ves al vacío
arriba el cielo

llegas y dudas,

Si eres temporal bajarás
ó si te crecen alas
volarás.

Karigüe

miércoles, 19 de agosto de 2009

Poema - Sendero

Andamos, caminamos
por ese senderos de cabras
cubierto de maleza

un pie firme
da seguridad al otro

por un lado la cima
pareciera adentrarse en el cielo
por el otro el vacío, la
quebrada, esa herida de la tierra
que llama

siempre fue así
aún ahora, en los tiempos
en que la palabra es solo
sonido que indica

Aun así , descansas
sentado en una piedra,
miras el horizonte

allí pareciera
que el cielo y la tierra se juntan

y tú solo,
solo con tus pensamientos.

Karigüe

lunes, 17 de agosto de 2009

Libro “El Milagro” – Capítulo 7

EL AMOR

Las relaciones comerciales, es una negociación, como cualquiera negociación en la que hay dos o más partes que tiene que llegar a un acuerdo, a un arreglo de conveniencia.
Por muchos años, los hombres de bien la han negado, no estaba a la altura de un cierto tipo de nobleza; sin embargo tan necesaria, para la formación de nuestras sociedades, de nuestra humanidad.
Todo se tiene que negociar, dentro de cada uno de nosotros está el interés, yo quiero, yo deseo, un yo que se impone, que quiere imponerse también a los demás. Pero, no se veía con buenos ojos, como si la plata fuera algún pecado, una bajeza, algo que inclusive se veía como despreciable.
Y sin embargo es el cimiento del mundo, de la humanidad. Sin el vil dinero estaríamos en el estado de trueque, que en realidad es lo mismo; la diferencia está en la concentración, pero ahora se cambia los ejes, los parámetros.
El poder siempre estará en manos del más fuerte, lo que pasa que de acuerdo a como está formando nuestra sociedad, ahora la inteligencia se está imponiendo; bueno eso desde que el mono dejos los árboles, la astucia, la flexibilidad, son la base de toda negociación, y toda buena negociación nos lleva al poder, a imponernos a todos los demás.
No somos todos iguales; pero hay algo común que tiene los humanos, esta raza, esta especie que dentro de la tierra se está ó se ha impuesto a las demás; pareciera que es la inteligencia, ese poder de análisis reflexivo que no lleva a hacer lo conveniente.
Por otro lado se ve una variedad de razas, de pueblos, de grupos de personas diferentes, con diferente cultura, diferente grado de inteligencia también; pero no hay que dejar de hacer notar que es como una especialización, cada una con su tema.
La bendita globalización nos lleva a estar cada vez más unidos, intercambiamos más conocimiento, deseos, gustos de vestir, de comer etc., que pareciera que se tiende a la unificación.
De toda esta descripción fría, nos hace ver la realidad del mundo, la concentración del dinero y la desigualdad en el reparto de los bienes del mundo. No hay duda que esta de por medio el trabajo, el esfuerzo, pero no justifica la diferencia.
Hay 6000 millones de personas, de seres humanos sobre la tierra, 6000 millones de mundos diferentes, y que tiene en común el lenguaje, el arte, los miedos, como el de la muerte y de las enfermedades, los deseos, necesidades como la sed y el hambre.
Lo que es difícil de no ver, es cómo este grupo de seres manejan autos, aviones, trenes, comercios, galerías, países, ciudades, lo impositivo, la justicia, el respeto, la crueldad, la alegría, la tristeza, el amor.
Estos seres tienen en común un mundo, el mundo suma de todos los mundos individuales. Cómo no se pelean más, cómo no se destruyen, ello nos lleva a caminar hacía un mundo unido, a un mundo en común, la común – unión.
Si esto realmente no es un milagro, que me muestren otro, otro mejor que éste, vivimos relativamente en paz, en armonía; hay guerras pero son mínimas, eso se debe a que necesitamos todavía recargar nuestra adrenalina, necesitamos del viento para mover las aguas así ésta no se descompone, así estas están bien aceitadas y funcionan bien.
Ver una autopista, las calles de una ciudad, por más pequeña o grande que sea, para maravillarse cómo se coordina las funciones, las velocidades, los pasos, las detenciones, las frenadas, etc.
Damos por descontado y más aún peleamos, luchamos, para que haya menos accidentes, para ser más precisos; con mas justicia, con más amor, más alegría, etc.
Y no vemos lo conquistado, lo logrado, lo alcanzado: nos da no sé que ver a un mono y no reconocerlo como nuestro antepasado, menos por supuesto a una ameba, a un caracol. Nos falta esa pata para pode caminar bien, esa otra ala que nos permita volar, estar aquí y no tratar de buscar otros mundos, el más allá está aquí.
Ver a un gusano es ver a una maravilla de la naturaleza, inclusive al tan poco apreciado como es el sapo, un batracio que si le vemos a los ojos y tocamos su piel salimos corriendo.
Es verdad que la vida va para adelante, somos una flecha lanzada al vacío, casi como el big bang, la vida quiere más vida y en verdad ella nos da más vida si la empleamos bien.
Pero, así como algún día tiene que haber una contracción del universo (si no lo está haciendo ya) así también lo hará la vida y pareciera que es el hombre el que va en sentido contrario a esa flecha lanzada al vacío, quiere la unidad, la precisión, la concentración, la compacticidad.
El big bang no es más que un latido, como el del corazón, como es la vida, como somos cada uno de nosotros. Latidos dentro de otros latidos pareciera que es el universo de los universos.
Pero no nos vayamos tan lejos y concentrémonos en el hombre, éste animal que resiste ser especializado, que reniega a la especialización y que le resulta placentero ser como un árbol frondoso, así respira más aire, más oxígeno, más vida.
El hombre cuyo cráneo es un cielo invertido, casco opuesto al de la tierra. Vemos que la atmósfera en donde se produce el rayo está abierta, en el hombre está cerrado, el rayo no ilumina afuera, ilumina adentro, es una especie de tierra al revés, un astro opuesto a la tierra.
Dentro de su cerebro, se producen miles de saltos de energía, mucho más que todos lo rayos sobre la tierra; y esto que estamos hablando de un solo hombre y lo más interesante que este ser los utiliza, utiliza a ésta energía para ver, para almacenar, para crear, es la máquina más eficiente que puede existir sobre la tierra.
El cuerpo mudo es una maravilla, los genes, las células, los órganos; pero en ese receptáculo llamado cerebro están la neuronas y las sinapsis, y la sinapsis que se combinan de tal forma que se produce la imagen, la metáfora, la palabra, la idea.
Este pequeño receptáculo es lo más maravilloso que se puede ver sobre la tierra, está concentrado lo mejor de lo mejor y ya nuestras ciencias nos está informando que las sinapsis si bien son conectores ellas mismas, en ellas se crean energía como los fotones que existen en el universo exterior
Es decir que estamos llegando a conocer que los fotones, bien pueden estar actuando en el universo como en el cerebro del hombre, al mismo tiempo; seria como un elemento común de los seres animados e inanimados. Llevará tiempo ver con claridad este tema.
Pero no debemos de dejar de ver, que éste nuestro cerebro es un universo maravilloso, un universo que ve, que comprende, que crea, que es capaz de hacer una Sinfonía, un poema, un cuadro; ó amar. Simplemente amar, desear lo mejor a otra persona exterior a uno, ya es un milagro.
No digamos que es tan fría como la fuerza de la gravedad, pero es lo que brota desde el cerebro de un hombre: el amor.

Karigüe

PRÓXIMO CAPÍTULO: lunes 24 de agosto

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Gracias. Karigüe

viernes, 14 de agosto de 2009

Poema - Destilación

Sí hay que odiar,
pero ¿a quien? no encuentras,
todos somos peregrinos

he visto eso si, a algunos
separarse de la caravana y
vivir como alguien que está
solo

he escuchado cantos, plegarias,
ruegos, que el ruido del viento
que bajaba de la montaña, cubría

he tratado de escuchar palabras
que nos dieran historia, destino,
solo he escuchado el parloteo
de los que quieren hablar

con el tiempo me di cuenta
que yo era esa multitud,
sueños, percepciones, ideas

desde entonces callo
y es como si por destilación
brotan algunas lágrimas

algunos poemas también.

Karigüe

miércoles, 12 de agosto de 2009

Poema - Florencia

La catedral del mundo
se eleva en Italia

Florencia, monumento
levantado a los hombres
a los dioses
a través del arte

Allí los castillos son morada
de los hombres que abrieron
la tierra convirtiéndola
en mundo,

sus calles, sus muros
su río, sus museos
guardan aún los espíritus
que con su fuerza de carácter
y valor

nos dejaron una cuna
donde todavía al llegar
a ella, nos mecemos.

Karigüe

lunes, 10 de agosto de 2009

Libro “El Milagro” – Capítulo 6

EL MILAGRO

Si a un tema lo tratamos con frecuencia; vemos cómo se expande, se interna, se eleva de sí.
Es vida no hay duda, son cosas que vamos abriendo, le vamos agregando; vamos revistiendo. Es como una criatura, un nuevo ser que sale al mundo, pero en nosotros; lo podemos dar a saber, es decir sacar de nosotros o no; pero que está ahí, expandiéndose lo sabes, lo sientes.
Nuestra mente, nuestra alma, es a veces un desierto y otras veces un campo fértil; pero aún siendo desierto, con agua y la perseverancia, podremos hacer crece, hacer brotar, el cultivo.
Eso no hay que olvidar que si siembras cebollas, cebollas van ha crecer.
Poros, son tal vez poros sobre nuestra piel, sobre nuestra piel del alma, por los cuales respiramos, respiramos mundo; más aun debemos decir universo, e ir un poco más, el universo y sus misterios.
Somos como campesinos de nuestra alma; la regamos, la fertilizamos, con demasiada frecuencia y muchas veces con cosa inútiles que en lugar de alimentarla, la envenenamos, como sucede con la tierra.
Si bien a primera vista parece natural y hasta simple, y además en verdad lo es; pero, pero el tema es ser un buen agricultor, un buen campesino, y amar a la tierra, amar a tu alma.
Para lo cual necesitamos saber ¿Qué es el alma? Es lo almacenado, lo guardado desde los inicios del tiempo; para no ir más lejos y perdernos, podríamos decir desde que el ARN se convierto en ADN; desde que en la tierra se fue creando, formando un orden: un orden creativo.
Si bien podemos agradecer a Hölderlin, su poema en donde nos dice: “Bendice todo lo que te sucede y sé propenso a la alegría” Es decir hay un orden sagrado, al cual hay que agradecer viniendo a decir, y esa alegría, la verdadera alegría, es cuando brota de nuestro corazón.
Está ahí, está bien, es un camino, el camino del corazón, de eso que somos y lentamente no vamos dando cuanta que lo somos.
Pero está el otro camino el camino, en donde hemos hecho de la naturaleza algo útil, en donde los errores los hemos capitalizado, los hemos usado, empleado como alimento; hemos solamente sacado la maleza de los alimentos naturales que nos ha brindado la tierra, algo más ordenado, más metodificado.
En si el alma no crea nada. Podemos escuchar la Novena Sinfonía de Beethoven y maravillarnos; pero es Beethoveb el que recorría los campos, lo montes, los lagos y de ahí extraía como una metáfora la belleza, la belleza que en él se transformaba, como un cambio de bisagra; la convertía en sonidos, en sonidos bellos.
En el alma es lo mismo, sucede algo parecido, lo recibido en ella se almacena, se almacena lo que sucede; es decir cosas y sucesos y aún fenómenos se entremezclan y sale el licuado; pero hay como un motor, como lo que hace girar el aparato electrónico para preparar el licuado, bueno no hay duda que a eso hemos llamado espíritu.
El hacedor, el obrador, el que trata de unificar, al que deberíamos llamar unificador. Holan nos dice: “La poesía es un misterio debería ser precisión”
El maravilloso mundo interior del hombre, tan grande como el universo, con una diferencia que no debemos dejar pasar, es más grande que el universo de los universos.
Crear, un poema, una sinfonía, un cuadro, una escultura, es el ordenamiento desde algo superior. El espíritu se vuelve entonces delicado, estilista, sin deseos de ofender el trabajo, podemos atrevernos a decir que el espíritu ya no trabaja con las manos como el obrero y campesinos, trabaja con la mente. Ese miembro, uno de sus sentidos; el que tiene ramificaciones y una de las cuales es la inteligencia.
En ese mundo interior está la tierra, los cielos, los astros, como metáfora, entraron por las puertas, por los sentidos, a una antesala, luego al segundo estomago, como tiene los rumiantes, animales, básicos y necesarios. En ese segundo estómago la digestión es más delicada, jugos gástricos son inyectados al alimento, allí en donde preparaba el bolo alimenticio, antes de comenzar a ser absorbido por nuestro cuerpo, por el cuerpo de nuestra alma, se produce algo extraordinario, allí es en donde se mezclan el mundo recibido, las cosa recibidas, con lo anterior, con esa historia que tenemos, con la que contamos, es contenido, lo recibido desde el tiempo original.
Luego, sí luego, solamente nuestra alma permite que las cosas, lo sucedido, entre al espíritu; a ese altar desde donde el agua se evapora, o donde el alimento se convierte en éter; sí éter, alimento para el espíritu. El espíritu en sí.
He ahí el misterio; pero misterio porque todavía estamos en los tiempos de Hipócrates; mejor si decimos un poco antes cuando al cuerpo lo considerábamos una unidad, y no nos atrevíamos a diseccionar, ha abrir, ha ver; nuestro cuerpo estaba formando de partes, de órganos, y que cada uno cumplía una función.
Así y no de otra manera iremos avanzando, diseccionar nuestra alma, he iremos viendo sus partes. Tal vez Freud, comenzó a dividir en yo, el superyo, el ello; etc. Como así Jung, nos habló sobre el inconsciente colectivo.
Así iremos avanzando hasta ver las partes de nuestra alma, y de nuestro espíritu también.
Pensamos o imaginamos, que hubo un tiempo que no existía nada de esto; quiere decir que, tanto el cuerpo físico, como el alma y el espíritu están surgiendo, están brotando de nosotros, es como si dentro nuestro hubiera una construcción y nosotros por atrás, vamos algunos pasos atrás, abriendo los sucos, para sembrar, diseccionando para ver, para comprender, para curar.
Parecería que existe una flecha lanzada al vacío, desde una mano, desde un arco que sostiene una mano, y es la fuerza, es el impuso inicial, el milagro.

Karigüe

PRÓXIMO CAPÍTULO: lunes 17 de agosto

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Gracias. Karigüe

Poema - La Obra

La verdad y la razón
son sensaciones,

una melodía
un cuadro
un poema
son representaciones

dos tenazas,
con las que el hombre abre un claro
en el bosque que es

extraen solo figuras, formas
conocidas.

Lo necesario y suficiente
para la época.

Karigüe

sábado, 8 de agosto de 2009

Poema - Saciar

Volví de otro mundo
fue como si la cercanía
rompió del reflejo del sol
sobre al superficie del mar

otro mundo, otra vida
otros seres, otras costumbres

esos lugres son como sueños
que fueron convirtiéndose
en realidad

un mundo mejor
un mundo logrado con
esfuerzo y tiempo.

El algunas partes la vida
se viste de modernidad,
en otras de alegría,
en placer que dan los
sueños cuando llegan
como agua fresca brotada
de un manantial

saciamos la sed y el hambre
pero pareciera que los sueños
se sacian así mismos.

Karigüe

jueves, 6 de agosto de 2009

Poema - Origen

Del brazo de nuestras ciencias
caminamos al origen

nos sorprendemos como el Dante
con Virgilio
cuando bajaban a lo profundo
desde donde brota el espíritu
para ser alma

nosotros queremos ser hombres
capaces de reconocer a la
historia como fuente desde
donde hemos brotado

desde ese punto
podríamos reconocernos
en el animal, en la planta

un origen como el big bang
pero, pero abriéndose, expandiéndose
dentro del silencio
y la serena oscuridad

que nos tiene en sus brazos
como niños

que aprende a caminar
que aprenden a hablar.

Karigüe

martes, 4 de agosto de 2009

Poema - Dos Mundos

Desde donde estés
ahora
puedes escribir,

una playa de arenas blancas
bañada por un mar celeste

un punto oprimido en la multitud
con rascacielos alrededor
que no dejan ver ni las tormentas

ó sobre una ruta
circundada por campos abiertos
por montañas nevadas,

desde donde estés
sientes que tu corazón habita un cielo
lleno
de recuerdos, sentimientos
sueños, culpas
y alegrías.

Un mundo dentro de otro mundo

y tú vibrando entre ellos.

Karigüe

lunes, 3 de agosto de 2009

Libro “El Milagro” – Capítulo 5

LA VIDA II

Cuando uno piensa, medita; sentimos que hay algo en nosotros. Lo primero que se encuentra, es una especie de nubes, de pensamientos, recuerdos; algunos agradables otros como los remordimientos, pero por lo general son móviles, sin consistencia, traspasables; eso nos quita visión, ya que es niebla; pero no dejamos de sentir que son nuestros, lo que fuimos, lo que pensamos, lo que sentimos, lo que soñamos.
Algunas veces esa capa es pesada, depende de nuestro ánimo y de lo que estemos pasando; de nuestras circunstancias que nunca son las mimas, cambian como nosotros, siempre.
Pasamos por esa niebla, llegamos a una especia de punto concentrado, como si fuera un astro compacto, de tal compacticidad que hasta podría desaparecer de nuestra vista, inclusive de todos nuestros sentidos.
Algo que se pierde en lo infinitamente dimito, es como si saldría del espacio, pero sabemos que está ahí, que es real.
Pero a la vez sientes que ese centro casi imperceptible fuera capaz de abarcar todo, de ser el creador de todo, desde donde todo sale y todo llega, pero sin tiempo.
Primero lo imaginas luego lo sientes; surge una afectividad, un grado de relación afectuosa con ese centro, es además como si a la vez ese centro fuera tu también.
Una sensación extraña allí en el límite, solía tener conciencia de mi cuerpo, de mi alma, de mi espíritu, de mi mente; pero aquí todo se diluyó en uno, todo se concentra en uno. Uno el que observa y otro el que es observado, pero los dos son uno; como si no existiese separación.
Está allí y es lo que siempre estuvo; me voy dando cuenta que desde niño y más aun percibo que desde antes, eso estuvo ahí, ahí adentro de mí; lo que pasó es que yo fui cambiando, fui mudando de piel, de ropa, de ojos, de gente que me rodeaba.
Fue tal vez solo esa etapa, la de niño, la de muy niño, en donde eso que hoy trato de ver, de encontrar, estaba afuera; sí, si estaba afuera y con él jugaba. Era la lluvia, el viento, los días claros, nublados, el agua que caía de la montaña después de la lluvia y abría acequias, era un agua marrón casi lodo, pero me gustaba verla, me gustaba mojar mis pies en ella.
Si tenía deseos de despertarme temprano, como lo hago ahora para escribir, ya que sentía la necesidad de respirar el aire fresco, ver como las sombras se disipaban como niebla ante un sol que se imponía, derramando su luz y calor.
En ese tiempo, no había cosa mejor que ver cuando brota la claridad, cuando se comienza a iluminar la penumbra. En la noche todo parecía igual, pero ahora con la luz, la luz de sol, de ese sol, que daba la sensación que al iluminar veía. En ese entonces no tenía conciencia de que, lo que iluminaba mi ser, era diferente al sol que salía de detrás del volcán.
¡Qué felicidad!
Con el tiempo cambian las cosas, recuerdo que sentía la necesidad de registrar todo ello, percibo ahora que lo he guardaba en el fondo de mi corazón y que ahora ya destilado recién lo puedo escribir, recién he creado las maquinarias necesarias como para sacar ese metal precioso de dentro de la montaña de cosas, de hechos, que sucedieron y que lo enterraron.
Ayer ví sobre una autopista un letrero que decía: “si ve algo raro denúncielo” es por la seguridad, yo sentía en aquel tiempo la necesidad de sí ve algo escríbalo.
Allí está, ahí, nunca se fue, ni con el tiempo, ni con las perturbaciones que causan los letreros de la realidad.
Puedo volver cuando sea, en todo momento, eso va a estar aquí; en lugar de llamarlos eso podríamos llamarlo la mismisidad, pero parece más Psicológico, podríamos llamarlo Dios, pero parece que estamos cortando distancias con las Religiones, con la fe, con las creencias; resistamos un poco, busquémosle, como dicen los poetas la palabra nunca dicha, nunca nombrada. El amor, tampoco me gusta.
El ser, parece algo como o similar que estar, o relacionado con ello.
Yo el reflejo de mi ser, de mi conciencia; huele como intelectual y de eso no estamos hablando.
No se puede tocar, no se lo puede nombrar, pero está allí, a una cierta distancia, allí si la distancia es el alma de la belleza, es algo bello lo que percibo. Creo que por ahí podemos caminar y avanzar mejor, es decir describamos qué es lo que se siente ante la presencia de lo innombrable.
Respeto, la verdad que sí siento respeto, mi alma se llena de alegría, de plenitud, frente a su cercanía; mi espíritu se vuelve niño, un infante feliz, recobro ni niñez, brota por debajo del lodo del tiempo y atraviesa esas nubes que impedían hace solo algunos instantes mi paso hacia el.
Mi cuerpo allí no participa, mi mente atenta pero no sorprendida, sino como lo hace un medico; osculta, mira, con esa mirada fría que tiene la razón.
Pero hay algo extraordinario, algo que creo que tiene que ver con él, de una manera directa, hasta por momentos creo y siento que es como su embajador en mí, como si dentro de mí tuviera un cuartito, una morada, un nido, en donde él está también; yo sí que me atrevo, mejor dicho mucho otros antes que yo lo nombraron: es el corazón; ahora sí, no me digan dónde está, lo único que puedo decir que está en alguna parte dentro de mi.
Pero lo imnombrable también. Ay. Ay, me da no sé qué, pero creo que es lo mismo; pero no quiero cortar camino, quiero permanecer aún despierto dentro de esta sensación.
Veamos, me parece que el corazón es como un claro dentro del bosque, dentro de la maraña de cosas, de genes, de células, de recuerdos, de pensamientos, de sentimientos, que soy; sí, si es una especie de oasis en el desierto, que a la vez soy también.
Pero he ahí, lo veo habitar al amor, a la amistad, a las fantasías, a la delicadeza, todas esas cosas lindas las veo ahí.
Ahora creo sentir que el corazón es como la sala de espera, no como la de un consultorio, sino como nido, en donde gota a gota, como las gotas de rocío, se irán depositando en la hoja temblorosa que es mi alma; se podría decir que así como el rocío aparece, aparentemente como desde la nada, desde la noche, así también aparece el día, aparece ésta sensación de ver, de comprender.
No hay duda con lo único que puedo ver, es con mi corazón, eso ya es bueno, buen tramo hemos avanzado.
Pero debe haber un vínculo, una vena, una arteria, una sinapsis, que me una con él, lo puedo mirar con los ojos de mi alma, pero no soy él, hay una distancia, que no es espacio ni tiempo, pero ¿qué es eso? Esa distancia ahora es mi objetivo.
Existir es luz, la separación también, lo mismo que la belleza.
Es decir que la distancia hace posible formar, no digo crear, un mundo, en donde vernos y donde verlo: la vida.

Karigüe

PRÓXIMO CAPÍTULO: lunes 10 de agosto

Si ha leído este capítulo, me gustaría escuchar sus comentarios, enviando un mail a pensamientos@karigue.com.ar.
Gracias. Karigüe

domingo, 2 de agosto de 2009

Poema - Jaulas

Los animales
viven de tal forma
que la naturaleza
en ellos pareciera que florece

sin embargo en las ciudades
taciturnos rostros,
gritos, como si el calor
y el frío solo nos excitaran

construimos pequeño claros
en el bosque: parques

creemos ver en ellos
la naturaleza domesticada,
podamos, injertamos

y decimos he ahí la belleza
del animal, de la planta
de la flor

pero ella aún
permanece afuera

y nosotros
en las jaulas.

Karigüe