viernes, 31 de julio de 2009

Poema - Presente

La vida
es un movimiento tal,
que agita los mares
y levanta polvo en los desiertos

he ahí
porque no la podemos mirar
porque no podemos darnos
cuenta

lo que tenemos
lo que somos
aún lo que soñamos

deambulamos así
casi toda nuestra existencia

hasta que, si tienes suerte
una cosa, un accidente
te despierta

ves,
el regalo aún está,
aunque sin el presente.

Karigüe

miércoles, 29 de julio de 2009

Poema - siluetas

He tratado
de ver el horizonte

como un límite
como una línea
como un cero

los cielos, la tierra,
los mares, las nubes
los desiertos y las estrellas,

En las mañanas
cuando sale el sol
en las tardes
cuando se va

las siluetas de las montañas
de mi pueblo
parecen olas detenidas

como si en un determinado
tiempo, el mar se
hubiera convertido en tierra

para el sol
son solo siluetas.

Karigüe

lunes, 27 de julio de 2009

Libro “El Milagro” – Capítulo 4

EXISTIR

El dialogo, la palabra, una conversación, una lectura; un libro, una exposición ¡Qué cosas más maravillosas, más espectaculares! y a la vez tan cotidianas.
Nuestros amigos, los genes, las células, los órganos, los sistemas ¿Podrán ver su obra?
Sin ellos nosotros no somos, pero ellos sin nosotros son; tal vez de una manera no tan pulida como es el hombre. Tenemos que reconocer que hay muchos seres sobre la tierra que son más especializados que el hombre, en distintos temas, en distintos rubros. No es necesario enumerarlos, ya que no terminaríamos de contarlos.
El umbral, sí el umbral, ese limite móvil, flexible, que separa al cuerpo mudo del alma, a los animales y al hombre, a las cosas animadas de las inanimadas, etc., es solo apariencia. Es una capa, virtual, simple y llanamente creada por la ignorancia del hombre, animal no especializado en nada.
Si hay una característica fuerte en el espíritu del hombre, es la de no aguantar pulgas. Su espíritu es un animo; su alma es una anima, un espacio abierto, desde donde ese su espíritu ha brotado.
Esta característica del espíritu es la libertad. El tiende a lo nuevo, su expansión es tan grande, tan poderosa, que ahora se mete en las cosas y desde ahí nos mira, más aun nos espía: la obra de arte.
El espíritu es como un Águila de ojos potentes, rapaz. Animal que habita en las alturas.
Miremos un poco al tiempo de cuando las cortesanas francesas, comenzaron ha hacer sus reuniones, sus charlas, en casas de la nobleza, en las casas de los burgueses. Las charlas entre ellas, entre los invitados, entre los invitados para exponer.
Aunque parezca paradójico, da la impresión que allí nació, allí comenzó de una manera clara y potente, el intercambio de ideas, se globalizaron los temas.
Siempre será así: desde el pueblo, desde los plebeyos, desde ese almácigo, la vida provee de nuevas ideas, nuevas vidas al mundo.
Volviendo al diálogo. Al diálogo en donde las cosas están representadas, estas supuestas, están allí virtualmente, y se mezclan, se combinan; son usadas, empleadas, retiradas, eliminadas y por qué no creadas, en una conversación.
Dos personas pueden hablar de Heráclito, de Valery, de Holan, de Confucio, de Soroastro, por un determinado tiempo; durante ese espacio de tiempo ellos de una manera, estuvieron representados, estuvieron sus ideas, sus pensamientos.
Estuvieron en la memoria, allí sí guardados, como se guarda la ropa en un ropero. En nuestra bendita memoria ¿cuántas cosas debemos tener, debemos tener guardadas?
Si vemos a un hombre caminar por la calle, es una masa de huesos, de músculos, de sangre, que camina, que mira, que escucha, que ve, que entiende, que sueña; que puede atacar, huir, llorar, reír y además fantasíar, es decir hacer jugar sus imágenes pensadas.
Sin embargo está ahí, camina en dos patas, es verdad que no puede trepar a un árbol como lo haría un mono; no puede morder un hueso como lo haría un perro, no puede correr como lo haría un caballo, etc. etc.; pero, qué me dicen de su rica parte invisible.
¿Podríamos encontrar a un animal que pinte como él? No, pero sabemos que él es un copiador, un copiador que copia, por ejemplo, un campo de girasoles, un lago, un crepúsculo, un zapato, como el que pinto Vango. Pero allí Vango puso, pinto, además del zapato, su historia. Se puede leer allí entonces, la historia no solo del zapato sino del campesino, del hombre de trabajo.
Pero, pero es solo para el hombre, es como un traje a media hecho para él; para ese mundo que se incrementa día a día, un mundo representado, un mundo espiritual, creado y hecho, a medida por el espíritu mismo, el espíritu del hombre.
Las palabras nombran, expresan, representan, comunican, trasmiten. Ellas son los glóbulos rojos de la sangre del mundo. Esta misma sangre, pero evaporada, es la poesía; nube de sangre que irriga no solo la tierra sino al cielo, el cielo del corazón del hombre.
Es como una atmósfera llena de imágenes, de ideas, pensamientos, de sueños, fantasías, que ya están dentro del alma, del cuerpo, del hombre.
En el diálogo, aquellos mundos se comparten, se relacionan. Bueno, eso ya es un sistema, como el sistema solar, en donde hay un sol y varios planetas; que es imposible hasta ahora conocer, solo lo imaginamos, con algunas cosas que nos traen nuestras ciencias.
Pero qué pasa si son más de dos personas. Bueno, bueno eso ya escapa de nuestro entendimiento, solo podemos escaparnos y decir: esto es así y punto.
Pero hurguemos, escarbemos, un poco dentro de este tema. Aparece una galaxia como de repente: la imagen, sí la imagen como metáfora de lo que se está formando en un grupo de personas, una familia, un pueblo, una ciudad, un país, el mundo. ¡Por Dios, qué maravilla, qué milagro!
Sin mirar a lo más pequeño, porque eso sí, nos daría un infarto, de tanto impacto con la realidad.
Ahora si paremos en un punto, en un claro del bosque, desde donde mirar, desde donde poder contemplar al mundo. No, no entra en nuestra cabeza, y por lo tanto lo tomamos como es el mundo y punto.
Entonces tendríamos las siguientes cosas, sí cosas: la mente, el cuerpo, las personas, el mundo, las galaxias, el universo. Es decir, es una cierta unidad; que crea, que hace la mente, el alma, a costa de su espíritu inquieto.
Si ese punto fuera exterior al universo, podemos decir: somos dioses. A lo que quiero llegar es que esa mente capaz de imaginar, es capaz de todo, inclusive de jugar con eso imaginado y crear la maravilla de las maravillas: las fantasías.
Entonces he aquí la pregunta ¿El espíritu tiene limites o el que realmente los inventa es el hombre, este ser aun no especializado?
Ahora sí el espíritu, ese ánimo, que se anida en nosotros, que ha brotado desde dentro nuestro, no tiene limites. Los limites no existen, ellos son un invento del hombre.
Pero la realidad nos muestra que existen, es cierto, la piel, el alcance de nuestras mansos etc., etc.
He ahí la paradoja, he ahí el milagro. El milagro de la casa hecha por el caracol a lo largo de su existencia, su casa, su morada.
Primero el cuerpo, luego el mundo y después ¿Qué será?
Será entonces, que las cosas contienen, retienen, envasan, al espíritu, más aun lo capturan, aunque sea por el tiempo de una vida.
Es como sacar un poco de agua del mar y contenerla en un vaso, he ahí la vida, he ahí el milagro. Hemos tomado un poco de espíritu y somos, ese mismo espíritu al que seguimos irremediablemente, como al flautista de la Flauta Mágica de Mozart.
Pero ¿Quién lo sigue?
El hombre, ese barro pensativo que siendo alma es espíritu. Él ha almacenado algo de espíritu dentro de sí y vuela en ese maravilloso vuelo que es estar aquí, que es vivir, que es existir.

Karigüe

PRÓXIMO CAPÍTULO: lunes 3 de agosto

Si ha leído este capítulo, me gustaría escuchar sus comentarios, enviando un mail a pensamientos@karigue.com.ar.
Gracias. Karigüe

Poema - El más libre

Los animales
nos miran ya con miedo

los que tienen ojos
y recuerdan

los otros todavía
nos atacan
y sólo podemos defendernos

He ahí nuestros ciencias
como luchan día a día
por más vida

es como si ella
se ha acorazado
en nosotros

y a los otros los
deja en la intemperie

Y como siempre ha sido
vivirá, sobrevivirá

el más libre.

Karigüe

sábado, 25 de julio de 2009

Poema - El corazón que ve

El suave y tierno
vuelo de una mariposa

la brisa fresca
que llega del mar

los campos verdes que
se ondulan al paso
del viento que llega
de las montañas

los afectos y las caricias
conque lo humanos
se aman

la sonrisa de un nuño
la mirada melancólica
de un anciano.

Ya sé, no me lo digas
Vida, tiempo y eternidad

Yo te hablo
de algo superior

Un corazón
que ve.

Karigüe

jueves, 23 de julio de 2009

Poema - Espejo

El trabajo
es solo una prolongación
un tentáculo
de lo que es el hombre

Ve su obra, aún imperfecta
como un cuerpo,
en lo que algunos trabajan
en los cimentos
otros en la piel

todos con su función,
con ese goce que insita
a otro goce

comprendes, solo después
que el trabajo no solo
te alimenta

es como un espejo
en donde te ves

ves tu espíritu
y el te ve a ti
también.

Karigüe

martes, 21 de julio de 2009

Poema - Los Alguaciles

Los alguaciles
son pequeñas aves
insectos para algunos

los he visto volar
con sus alas transparentes
y sus cuerpo ovalados

anuncian lluvia.

De niño pensaba
que eran mensajeros
de los aguaceros

ellos abrían el calor
lo batían entre sus
alas
como provocándolo
para que se vaya

luego desaparecían,
los recodaba
y aún los recuerdo

como eslabones
de una continuidad
impenetrable.

Karigüe

lunes, 20 de julio de 2009

Libro “El Milagro” – Capítulo 3

LA VIDA

Ver la sonrisa de un niño, más aun la de un hijo, de una hija; ver ese fulgor que emana, que brota, de su rostro, como fuente de agua pura de la alta montaña.
Cristalina sonrisa, se eleva como pétalos de rosas hacia el cielo, hacia el éter puro y transparente de una noche estrellada.
Sí, si el cosmos, es el rostro reflejado de un niño sobre el manto oscuro de la eternidad.
La vemos brotar en los prados, en los valles, en las montañas, en los bosques, en la ciudad; sí es ella, la vida; pero más vida pareciera cuando la vemos brotar en un niño. Y nosotros, esos seres irresponsables que dicen: quiero tener un hijo, quiero ser padre ¡De dónde puede brotar tal atrevimiento! Pero es así, la vida nos insufla ese ánimo, no deberíamos decir irresponsables sino irrespetuosos frente a lo que es un niño, lo que será un hombre, otra vida.
Es así como encontramos a la vida brotada para ser otra vida. Los vemos crecer, cada momento un goce, una bendición, por haberlos traído al mundo, bendición a la vida.
Aquella vida que comienza ha hablar, ha decir, ha llorar, ha reír, ha mirar las cosas, el campo, las montañas, el cielo, las nubes, con esa naturalidad de aquellos que saben, de aquellos que comprenden.
Esos tiernos momentos, años, tiempos en los cuales somos uno con el medio, con lo otro, con el cosmos; desde donde hemos brotado y a donde volveremos.
Cuánto miedo, después, a las desviaciones, al horror, a la vergüenza; todas esas cosas que forman el mundo. Vemos y tememos el pasado cercano; pero a medida que avanzamos, profundizamos, vuelve la luz, vuelve el encanto de las cosas. Es como si existiera un túnel, túneles tal vez, como cuando una carretera atraviesa una montaña; espacio oscuro que no vemos, que no entendemos.
Cómo esos extremos, límites de la respiración y la inspiración; extremos desde donde volvemos, límites oscuros a los cuales tememos o nos enseñan a temerlos.
Nuestro limites, el de las cosas, en de los mundos, son transparentes, no existen en realidad para nuestros sentidos, son como esos campos magnetizados, que solo lo sentimos cuando los atravesamos.
Pieles tal vez, lugares, zonas, desde donde podemos contemplar lo otro. Espacio vacío, pero un vacío que solo es ubicación, alrededor del cual giramos y ven nuestros ojos circulares; ven como desde el centro de una esfera, la grandiosidad de lo que somos, de lo que es la vida, el mundo, el universo, el cosmos.
Los ojos del hombre son como los ojos de un Dios, los del niño son del Dios.
Todo lo demás es espesura, es niebla, es selva, bruma, desde donde canta un ruiseñor: el espíritu del hombre, ese ánimo, el que solo habla, el que solo canta cuando hay peso sobre él, cuando hay niebla, cuando hay mundo.
¡Ay vida! ¡Ay alma! Agua, viento, arroyo, río, lago, mar, cielo, sol y luna acompañada de las estrellas.
¿Qué otra cosa puedo pedir? Amor tal vez, salud, amistad, comprensión, conocimiento, verdad, sueño, fantasía, etc.…
Y muchas veces se nos da, cuando podemos contemplar con los ojos del Dios; cuando podemos ver, pero ver con los ojos del alma.
¿Soy una alma que habita un cuerpo? ó ¿Un cuerpo desde donde se desprende un alma, desde donde brota, desde donde emana?
¡Que preguntas! Y yo sin ninguna respuesta. Las preguntas y las respuestas, aún los pensamientos, son innecesarios, cuando podemos contemplar con los ojos de un niño.
Para él todo es vivo como el viento, el sol, las nubes, las flores, los frutos, inclusive los juguetes.
Lo que recordamos con dolor, miedo y a veces con espanto, son las cárceles, las cadenas con grilletes, que no pones los mayores para ser hombres, para ser aceptados, para triunfar, para ganar y por lo menos existir como ellos ¡cómo mínimo!
A eso en nuestros tiempos lo llamamos culturización. La cultura es la naturaleza convertida, hecha útil; convertida en utilidad por el hombre.
¿Fue necesario? ¿Es necesario? Tal vez venimos de habernos impuesto, venimos de la lucha; es ella la que nos hace avanzar.
Una pregunta que deberíamos hacérnosla: ¿La lucha nos impulsa, nos motiva ó hay algo en nosotros que (como el miedo, por ejemplo) nos lleva a crearla?
La muerte, es decir la no vida ¿por qué decimos que nos lleva? Si tal vez, digo solo tal vez, nuestra existencia o presencia es como el respirar, un poco hacía afuera y un poco hacia adentro.
Desde hace tiempo sabemos que todo está aquí, ahora, en este instante, indisoluble. La eternidad del instante; lo otro niebla, bruma.
El espacio es el alma de la belleza.
Tenemos que separarnos para vernos, para saber, para conocer nuestro verdadero rostro; lo que pasa, lo que sucede es que lo hacemos lentamente y tal vez nos lleve una eternidad saberlo, pero eso no quiere decir que nuestro corazón no lo sepa.
No debería haber duda ya, que el universo es una separación; el big bang, la gran explosión es una separación, que debe volver ¿No es así el latido de nuestro corazón?
La vida en sí, nuestra vida, o existencia ¿no es así también? Una pequeña explosión, brotada del deseo, de algo más profundo, de la necesidad. Y si siguiésemos más, si nos adentráramos más, podríamos ver, y lo vemos en el rostro, en la sonrisa de un niño: la plenitud.
Ese estado, esa afectividad en paz, esa serena quietud, cuando la vida nos inunda de dicha, de buena ventura, de fe, de amor, de esperanza.
Instantes fugases y divinos en los que es mejor callar y bendecir.

Karigüe

PRÓXIMO CAPÍTULO: lunes 27 de julio

Si ha leído este capítulo, me gustaría escuchar sus comentarios, enviando un mail a pensamientos@karigue.com.ar.
Gracias. Karigüe

domingo, 19 de julio de 2009

Poema - Todo

Es tan cercano
todo

tan familiar
para aquel
que no quiere irse

respiras y todo un mundo
transita tus pulmones.

Al latir tu corazón
trae universo y
te lo entrega

caminas,
ves, sientes
el bosque como tuyo,
la multitud
como parte tuya
que amas sin comprender.

Y cuando entras en ti
se ilumina el cielo
de tu corazón

y allí está
Todo.

Karigüe

viernes, 17 de julio de 2009

Poema - Todavía

Lo maravilloso
de la belleza
es la distancia

entre tu y la vida
se erige el mundo
que late

parado en el puente
del tiempo
ves pasar la vida

como algo eterno
que pasa,

Levantas la vista, ves
las montañas
el cielo azul
y a esas formas

nubes que quieren
decirte algo

que tú
todavía
no entiendes.

Karigüe

miércoles, 15 de julio de 2009

Poema - Río de la vida

La sangre,
río de vida
en el cuerpo del hombre

savia divina
brotada del seno de la tierra

éter que brota del alma
del hombre
como lenguaje;

Si, es como el agua
que viaja por las
galaxias

en la tierra es ese
círculo mágico
nube, río, mar

vida con forma.

Karigüe

lunes, 13 de julio de 2009

Libro “El Milagro” – Capítulo 2

LA REPRESENTACIÓN

Lentamente las palabras van goteando, una a una; por la falta tal vez de técnica, de conocimientos de la técnica, de cultura, de capacidad.
Si sólo hay un ánimo, una intención, un anhelo de expresar, de conocer, de entender las cosas como son, es posible ver las cosas con más nitidez, claridad, belleza; lo que se quiere ver, disfrutar, gozar
Quiero adentrarme en un bosque, alejarme del mundo, de las cosas; sentarme sobre la orilla, en donde el río parece lago después de la caída, después de la pequeña catarata. Ver caer al agua; convertida en espuma blanca como la leche, como esas nubes blancas que pasan por el cielo azul, inmensamente azul. Ver las plantas, los árboles, el pasto que crece a sus orillas; dos orillas que parecen medias lunas, una herradura amplia que se abre solo para hacer pasar al agua del río, más abajo el río toma velocidad, baja presuroso, rápido, hacendoso, parece como alguien que tiene que cumplir una tarea más abajo.
Tan hermoso el lugar, tan fresco, el aire es cristalino, puro, la brisa que llega es parte del agua desprendida del río en su caída; si parecieran que cae del cielo el río y la brisa, se ve debajo la roca desnuda.
Que morada allí debajo de la cascada, un techo de agua, una agua que no es la misma de siempre; cae, cómo puede ser que caiga siempre, que no pare ni en invierno ni en verano, que siempre esté viva moviéndose; nunca la misma, no deja de ser agua, que maravilla, es ella que pasa siempre por ahí.
Veo el círculo en mi pura imaginación. Lo veo bajar al río hacía el mar, veo como parte de él solo se detiene para irrigar, para alimentar vegetales, animales, ciudades, luego vuelve a su cause, vuele y sigue, sigue hacia el mar; cuando llega, cómo se bate en esas olas, cómo choca sobre las rocas, cómo se adormece sobre las playas blancas.
Luego el sol, el padre de todos nosotros, la levanta con mano suave y la lleva, la eleva por los cielos; llegan los vientos, aparecen como si desde la nada, tal ves estuvieron agazapados, cubiertos por la inmensidad del cielo, tal vez brotan del éter puro, pero llegan; y, ya el río convertido en nubes, se mueven, se agrupan, se juntan, viajan, juegan, chocan, junto al viento; cuando hermanan fuerzas son salvajes, más salvajes que bestias enfurecidas, arrasan cuanto pueden a su paso, pero el agua cae irremediablemente, cae tal es ese su destino, viajar en círculos.
La veo allí detenida en las alturas, en las cumbres nevadas, como si fueran copas invertidas, gorros de las montañas me la imaginaba de chico, desde ahí se destilan, caen, vuelven a desprenderse, por qué será que ni en los polos pueden estar quietas.
La veo caer bajar de la montaña convertida en hilos de agua, en arroyos, que se deslizan entre las piedras, entre los matorrales.
Ví, tuve la suerte de ver en donde nace el Amazonas, allí arriba en el Coropuna, en el Mismi, como se van formando, esos cuatro pequeño riachuelos: Carhusanta, Apacheta, Caccansa y Sillanque; y de ahí, de lo alto los veía como hilos de agua, así me gustaba llamarlos, así parecían; pero cuando se ve al Amazonas llegar al mar, es el río más caudalosos del mundo. ¡Qué inmensidad! Cómo creció, si ahora parece, en su llegada al mar, un gigante, un monstruo potente, llevando, arrastrando, conteniendo dentro de su vientre vida. Y ver esos bosques, esas selvas vírgenes donde miles y miles de animales, de razas de animales viven y se alimentan de este ser llamado Amazonas.
Todo mirando, contemplando, desde esta laguna - río, que se formo después de la cascada ¡Qué agua más pura, más fresca!
Las imágenes, las imágenes pensadas eran como el agua, como esa agua que caía, que llegaba y seguía su camino; así las imágenes del agua, de los infinitos caminos que el agua tenia sobre la tierra, pasaban, salían desde el fondo de mi memoria; brotaban algunas nuevas que salían al encuentro de las almacenadas; y todas ellas juntas como esta agua formaban la bella representación de la vida del agua, sobre al tierra.
En mi era solo la metáfora, la representación, como las representaciones de Sófocles, de Shakespeare, de Ibsen, en una escena, en un escenario y ese escenario era mi mente, mi alma.
Cómo no disfrutar de esa representación, de ese juego, de ese conjunto de imágenes, de metáforas, que me habitaban.
¿No es eso crear otra vida? ¿No hace el hombre crear la representación de lo otro, de lo que está sucediendo? Pero como resumen, cómo en un instante. Por ejemplo, ver el nacimiento del río Amazonas y ver su llegada, ver cómo se abre entre las olas del mar, cómo se introduce en él; y ver también los bosques, lo que creó éste río, el agua de este río, y casi un instante después ver las nubes, el cielo azul, el viento, el sol y todos ellos conjugar una tormenta; y ver a la tormenta, ver cómo uno puede estar con la imaginación dentro de ella, volar junto a ella ¿No es esto algo así como deben ser los dioses? ¿No estamos siguiendo el camino hacia ellos?
Un milagro sí, nuestra mente, nuestro cerebro. Es un milagro también, crear vida, otra vida, más vida, más placer, más goce.

Karigüe

PRÓXIMO CAPÍTULO: lunes 20 de julio

Si ha leído este capítulo, me gustaría escuchar sus comentarios, enviando un mail a pensamientos@karigue.com.ar.
Gracias. Karigüe

Poema - Lo presente

Es un juego,
puede ser

una pasión
no me interesaría

porque lo allí presente
y no ves
(porque no tienes ojos para ver)

es algo tal sutil
que tu alma llega a ser
una hoja
en la que algunas gotas de rocío
se depositan

sin que lo pidas

Te sorprendes y hasta te estremeces

Dios – dices
porque quieres cortar camino

no cierres esa mano extendida
abre la otra
y baja de la cruz.

Karigüe

sábado, 11 de julio de 2009

Poema - Percepción

Algo de nosotros, siempre
entregamos en cada palabra

Recibimos también,
ordenes, amor, odio,…

en el medio
en ese enroscado camino
como el tronco de la higuera
el mundo

Es ese diezmo de cada uno
cobra,
lo retiene como aire
que luego respiras

Sentados alrededor del fuego
nos mirábamos a los ojos

hoy solo tenemos percepción
ojos de mirada esférica.

Karigüe

jueves, 9 de julio de 2009

Poema - Mundo

He ahí al amigo,
he ahí a los seres queridos
a los que están más cerca
a los que solo distingues

y aquellos que saben que están
pero los desconoces

a veces quietos
otras yendo de un lugar a otro
con recorridos fijos
otros sin rumbo ni destino

¡Yo soy y no me importa nadie!
- Sueles escuchar -

Pero el mundo ya es como el agua
no hay lugar que no esté
ni mente
ni menos sueños

Ya n0 puedes huir de él

El está en ti
También.

Karigüe

martes, 7 de julio de 2009

Poema - Poema

Te acostumbraste a escribir
a los saltos
no podías concentrarte
y escribir poemas
largos, extensos
y a la vez precisos

Eres buzo natural
cuyo cuerpo y pulmones
no pueden estar mucho tiempo
Allí a donde llega

No hay luz, ni sonidos
menos superficies que palpar

No eres cazador
ni menos pescado
por supuesto

Abres los ojos y ves
como el rayo ilumina

Sales rápido, escribes

La luz
solo muestra
no señala.

Karigüe

lunes, 6 de julio de 2009

Libro “El Milagro” – Capítulo 1

"A partir del día de hoy comenzaré a publicar todos los lunes los primeros diez capítulos del libro "El Milagro". Este libro es uno de los cinco que he escrito en el último año. El resto de los libros, cuyos capítulos publicaré luego de "El Milagro" son: "El Lenguaje", "El Alma", "El Mundo", y "La Vida"."

Karigüe
.


UN RESPETUOSO SILENCIO

Es un viaje. Como en todo viaje uno se aprovisiona de cosas; pero en este no, debemos de dejar cosas, dejar conceptos, prejuicios, perjuicios; casi podríamos decir que es un viaje de niños. Miraremos al mundo, no digamos que va a ser de una manera imparcial aséptica, que seria lo que puede hacer un místico, un religioso; no nada de eso, lo haremos de una forma natural, hasta podríamos decir inocente.
El mundo es una realidad, nos guste o no, está allí enfrente de nosotros, lo podemos ver, escuchar, sentir. Está formando por varios miles de millones de personas; todos sus ellos piensan de forma diferente, aman de forma diferente y hasta se ríen en forma diferente; sin hablar por supuesto, de las razas, de los sexos, de las religiones. Es una constelación de astros cuyos rasgos principales no difieren demasiado.
El lenguaje es la sangre que une, que nos une, si bien hay varios idiomas; pero son las palabras, cántaros, canastos, que llevan y traen lo que queremos decir, lo que queremos, lo que necesitamos; lo que damos y recibimos.
Los traductores, los intérpretes, han hecho, han integrado de una manera tan espacial, que hoy al idioma del mundo, se ve como el río Amazonas, formado por miles de afluentes, pequeño ríos, riachuelos, para formar ese portentoso río, alrededor del cual se formó uno de lo más grandes pulmones del mundo.
Podemos hablar de un idioma del mundo; no solo porque ya tenemos personas que hablan varios idiomas, y además tendemos a unirnos, sino que nos estamos comunicando por algo maravilloso que son los símbolos, imágenes, que hemos adoptado, por ejemplo para el transito de vehículos.
Otro elemento sutil. Éste es como si estuviera debajo de nuestra piel, son los gestos, los gestos con las manos, los gestos de la cara, la danza, el baile. Es decir que de una manera u otra nuestro cuerpo habla, se comunica con otros cuerpos.
Hay como un nido dentro del alma del hombre, una caldera, un crisol, en donde se funde ha diario, las cosas que llegan desde el exterior, así las vayamos a buscar o lleguen a nosotros de una forma natural y aún inducidas e impuestas por los otros.
Las creencias, la fe, la fe compartida es una aglomeración alrededor de un centro catalítico, formándose así un cuerpo, una mente, capaz de las más grandes acciones y aventuras que la imaginación puede solo presentir.
Vemos las galaxias, esas nubes de estrellas, conjunción de astros alrededor aparentemente, eso nos dice las ciencias, de un agujero negro; alrededor de algo que ignoramos. Las fuerzas que deben ejercerse entre ellos para mantener esa forma, esa nube; no nos deben resulta extraño, ya que nuestras ciencias nos informan cómo se forma una nube; el sol calienta el agua, el agua se evapora y se eleva hasta una cierta altura en donde se aglutinan las pequeñas gotitas de agua y se forma la nube. Solamente como carácter metafórico las podemos comparar a estas dos formas femeninas: la nube y la galaxia.
¿No es así, ahora, el mundo, la humanidad?
Una nube, una galaxia, la humanidad. Lo veremos ahora al leguaje como una fuerza casi sutil, casi porque en realidad no es tan sutil, es la conjunción de los gestos, de los gritos, de las necesidades, de los deseos, de los miedos, etc., que han hecho posible formarse, crearse, esa sangre necesaria para que surja, para que nazca, para que aparezca, en el universo: el mundo, la humanidad.
Si pongo esto que estoy escribiendo ahora, en este momento, al aire, en Internet, es y va ha ser como algo que está flotando, que está en el aire suspendido como una gotita de agua, como una estrella, como un astro. Que alguien lo lea, es como un gancho, por algo se dice que lo bajan de Internet, lo bajan y lo digieren o lo tiran, lo borran.
¡Qué milagro!, por Dios, no solamente ahora en el Siglo de Platino nos comunicamos a través del habla, de lo escrito, de las imágenes, sino que podemos estar en contacto, casi instantáneamente, comunicarnos sin vernos la cara, sin saber el sexo, la edad, el color de piel, y ni siquiera las intenciones. Tenemos nichos que podemos compartir, como es por ejemplo la literatura, sin necesidad de aglomerarnos, de juntarnos con otras cosas, sino solamente la literatura.
Se conectan con un código que lo saben los que se quieren comunicar. Por supuesto que esto es nuevo y poético, ya están los controles, ya sean del poder, o del estado, que se encargaran del control, pero ha la vez nosotros estaremos algunos pasos más delante con otra cosa, o forma de comunicarnos.
Es decir que ésta libertad está siendo por un lado agradable y por el otro salimos de nosotros mismo y entramos en el mundo, aunque sin identificación; pero así como ahora nos reconocemos por las huellas digitales, por el iris de los ojos, por el timbre de voz etc., cada vez más se van a ir perfeccionando, no solo los medios de identificación sino de control también. Se dice que ya se tienen registradas, gravadas, todas las comunicaciones telefónicas del mundo, pero todavía falta procesarlas, es decir escucharlas e identificarlas.
Habíamos dejando con intención la fuerza del lenguaje. Es una fuerza poderosa la de los idiomas, una fuerza que sale de la necesidad de estar con el otro, de compartir cosas. Estamos sentados alrededor del fuego; el fuego es el lenguaje, otra forma de vida que estamos alimentando, que estamos entregando, por el placer, por la verdad.
Esto quiere decir que si bien construimos al mundo, recibimos de él su morada, su aceptación, su espacio, su estado.
Los miles de millones de células (que da la casualidad es casi el mismo número de galaxias hasta ahora registradas, es decir cien mil millones) con sus respectivos genes están allí presentes también, participando, manteniendo, sosteniendo a estos hombres que forman al mundo. Ellas y ellos han formado órganos, sistemas, miembros, y algunas se han convertido en luz, como las neuronas, las sinapsis, desde donde pareciera brotar los destellos, la luz, las ideas.
Esas mismas ideas que forman al mundo, se han elevado de sí, mejor dicho desde el cuerpo, desde el cerebro del hombre y ahora están hurgando el universo, los estado de la materia finita e infinita, las leyes, el orden, las naciones, los países, las naciones unidas, etc., etc.
Algo vivo no hay duda, podemos decir que los idiomas son vida, las ideas son vidas también.
Decía Harold Gelhen en su libro “El Hombre”: “La cultura es el resultado de la acción del hombre, de convertir la naturaleza en algo útil”
¿No es así también el arte? Algo útil para satisfacer necesidades; pero, pero aquí hay un espíritu que actúa, que convierte a la naturaleza en algo útil, que crea el arte para satisfacer una necesidad de carácter superior, pero necesidad al fin.
Su obra máxima, hasta ahora, es el lenguaje, algo acontecido por costumbre, por la práctica diaria, por poner nombres, por ahorro de tiempo. Un nombre es ahorro de tiempo a través de la identificación, así como lo es un símbolo; basta una imagen, un símbolo, para decir varias cosas.
Es el símbolo ahorro de tiempo a través de la precisión.
Llegamos así a un pequeño claro en el bosque. Vemos al lenguaje allí como lo que une: Por un lado un portentoso grupo de elementos que nos conforman y por otro lado a un espíritu hacedor.
Ahora para ser honestos, el espíritu hacedor, creador de los idiomas, de las ideas, de la cultura, del arte ¿No es la criatura, de este universo de seres que nos habitan? ¿A través nuestro? Es decir que ¿les hemos prestado el vientre? Ahora se alquilan, pero en el caso de nosotros es algo natural.
Somos transmisores de vida, no la imagen del Dios.
Creo escuchar desde hace tiempo el grito, el clamor, de todos los que en este momento me están conformando, están permitiendo que yo viva, que escriba. Es grito, casi como susurro al oído, como dije de casi un niño, me dice: ¡Rostro prematuro!
Bueno dicen que la justicia triunfa casi siempre. Por lo menos con la imaginación hagamos… un minuto de silencio, no para alguien que murió, sino un minuto de silencio respetuoso para quienes son nuestros creadores, nosotros solamente unos buenos colaboradores.
Bendigo ha lo que soy, pero más aún por lo que soy.

Karigüe

PRÓXIMO CAPÍTULO: lunes 13 de julio

Si ha leído este capítulo, me gustaría escuchar sus comentarios, enviando un mail a pensamientos@karigue.com.ar.
Gracias. Karigüe

domingo, 5 de julio de 2009

Poema - Cosechar

Vas y vienes de un lugar a otro
¡diferentes! – dices

pero ellos son como algo
que tu espíritu demuele
y tu alma digiere

con el tiempo recuerdas
y hasta escribes con ellos

son como pequeños bolos
alimentitos que a lo largo
de todo tu ser van dejándote
cosas, sucesos;

como si hubieras plantado
semillas en el campo
fértil de tu alma

y el tiempo como agua
lo riega

luego ves y cosechas
flores, frutos
recuerdos,
poemas.

Karigüe

miércoles, 1 de julio de 2009

Poema - La Poesía

Un poema,
es como cuando
te mecen las olas del mar

o

Cuando una brisa fresca
acaricia tu rostro

o

La sonrisa de un niño

o

La melancólica mirada
de un anciano

En otras palabras
es la vida que se abre
en esos poros

Y
tú que tienes el don
solo lo escribes.

Karigüe