lunes, 30 de septiembre de 2013

Libro "Z" – Capítulo 37


DESPEJAR
Estamos frente al muro de silencio, y no contamos con otra cosa que no sea el salto. El salto es la capacidad del mono que piensa, como para sortear (no se refiere a un sorteo) la dificultad, esa facultad es el pensamiento.
Pensamiento como juego alegórico de las palabras, juego de palabras que construyen sentido. Un sentido es mejor que ningún sentido.
Avanzamos con el, a través de las tinieblas que las cosas tejen alrededor nuestro. El tema es que las cosas son vivas, están sujetas a un cierto movimiento, cumplen, tienen que cumplir, las mismas leyes que el universo impone a lo seres.
Si nos atreviéramos a diferenciar a las cosas de los seres, diríamos que las primeras se pueden dividir en vivas, virtuales e inertes. Siendo los seres cosas vivas; pero las cosas virtuales e inertes existen, están, conviven con los seres, más aún los forman, los componen.
Un hombre por ejemplo es un ser vivo, brotado de la naturaleza, hijo del agua y de la tierra, del sol, de las estrellas; pero tiene además dentro de sí, mejor si decimos que dentro de sí tiene cosas virtuales y cosas inertes.
Por otro lado podríamos decir que los seres, son los que piensan; con lo que podríamos eliminar a muchos animales; sabemos que esto no es así.
Otra alternativa es identificar a los seres como cosas que se reproducen y tienen memoria. Esto proviene de la transformación del ARN en ADN.
Pero observemos lo que es una tormenta, algo, una cosa que se repite; no sabemos si está aumentado en cantidad por unidad de tiempo o no; pero se transforma, mejor dicho es un movimiento de agua y aire, que se desplaza produciendo cambios a su paso, destrucción de lo construido.
Dura un cierto tiempo, y vuelve; vuelve en un tiempo que no sabemos si es constante, pero sabemos que existe allí, se forma allí, en esa zona o lugar.
Podríamos imaginar a un ser vivo, cuya respiración es la tormenta.
Sabemos además que existen que hay alrededor de nuestro planeta una seria de tormentas, que se producen cada segundo o menos. La tormenta sería algo vivo que se muestra, que se presenta alrededor de nuestro planeta, como se debe presentar las ideas dentro del cerebro.
Sabemos que las tormentas vienen acompañadas de rayos, de lluvia, etc., son como el enojo que se produce en el ser humano; la ira; movimientos que hacen, que permiten la agitación del mar, el cambio de aire. Toda una serie de cambios para lograr mantener como un enjambre encendido, como si la tierra en sí quisiera iluminarse, quisiera imitar al sol, responder como espejo aquello que recibe. Como si eso que llegó: luz y calor, quisiera volver, volver a donde y de donde partió.
La materia se enciende, se prende, iluminan a la tierra, son tormentas. De lejos podría aparecer apagada, sin embargo las tormentas la iluminan, aunque sea en partes, por partes dando la visión del instante, como encendida.
Es la materia en si que se transforma en energía, en luz y calor, como queriendo ser sol: luz y calor.
Imaginemos ahora que la tierra es un ser desprendido, separado de algo más inmenso, de algo así como de otro sol; por un tiempo alejada y fría permaneció rotando, agarrada por las fuerzas de lo otros astros, como el sol, los que permiten que haya permanecido en un lugar, como esperando, como preparándose para ser fecundada.
Así paso hasta que uno o vario espermatozoides - cometas, la fecundaron, la cubrieron de agua, permitiendo la formación (luego de un cierto tiempo de retirada) de una atmósfera, la que permitió, como si ella fuera el liquido uterino, la formación de la vida. Vida tal como la conocemos; animales, plantas, hombres.
Tormentas; pero tal vez primero fueron las tormentas luego la vida, o sea una etapa anterior, que permanece. Si como observadores atentos podríamos imaginar, ver, desde lejos, que la tierra después se iluminaba, y se sigue iluminado por medio de las tormentas.
Es decir antes que lleguen lo meteoritos para fecundar a la tierra, ella era inerte, para luego pasar a ser viva, contener la vida.
Contener en su vientre a lo que hemos llamado seres vivos.
Por un lado la tierra inerte, por otro el agua que llego inerte también; pero ambos formaron, crearon, algo vivo, crearon a seres vivos.
Por ultimo lo virtual aquello que se crea dentro del cerebro, del alma, de los seres vivos que piensan. Es decir que primero lo inerte, luego lo vivo y por último lo virtual, todo dentro de lo que es tierra, todo dentro de éste vientre fecundado.
O sea que el límite, entre lo que son los seres y lo que son las cosas no existen, o por lo menos desde nuestro punto de vista, que no es otra cosa que desde nuestra formo de pensar. Esos límites no existen.
Se están transformando las cosas en seres y los seres en cosas; más aún es como si el movimiento, fuera el que lo logra.
Hay una fuerza, mejor si decimos que existen las fuerzas dentro de lo que es el universo, que permiten que surjan, que se crean movimientos, cambios de lugar; pero movimientos también es cambio de estado.
Para lo cual ahora tendríamos, por lo menos, dos tipos de movimiento: uno físico, el que producen las tormentas, por ejemplo; y otro perpendicular a este, y es el que permite el cambio de estado, en el agua por ejemplo.
Pero veamos un tercero, el más interesante de todos ellos, el movimiento que existe dentro de nuestra alma, los sentimientos, los pensamientos, se mueven, no solo entre ellos, es decir entre pensamientos, sino que hay una mutación entre lo que es sentimientos y pensamientos.
Unos se trasforman en otros y viceversa; hasta se ha llegado a decir a comparar a los sentimientos como el agua liquida y a los pensamientos como el agua evaporada, por eso se forman las nubes, las tormentas desde donde brota el rayo, la idea.
Pero los sentimientos están atados mas a la tierra, se abaten como olas, ellas producen la fecundación del alma, de la tierra.
Es decir que a través de la metáfora, podemos ver, que aquello que se produce en la tierra, alrededor de la tierra, sobre esa superficie abierta, es algo similar a lo que se produce dentro del cerebro, pero con una diferencia importante, el cerebro tiene una superficie no abierta sino cerrada dentro de sí, un cielo invertido, un cielo que se cierra en sí y de sí.
He allí que el hombre, mejor si decimos, en el cerebro del hombre se produce un fenómeno tal que es como si se encerrara a la vida, se la atara, se la zunchara, para lograr la profundidad, para que ella se convierta en algo etéreo, algo sublime. El cuarto estado de la materia.
Un mundo virtual, un mundo espiritual, producto de la lucha de la vida, ya no tanto con su vientre en sí, ya que lo ha superado, se ha elevado de él; con lo que ahora lucha es como cuando un ave ha roto la cáscara del huevo, y se eleva, se desprende, trata de levantar vuelo hacia las estrellas siguiendo la ruta, el sentido, el camino trazado entre las estrellas.
Un camino, el camino inexorable que nuestro espíritu, el espíritu de la vida, del mundo, del universo, tiene que recorrer, tiene que transitar.
Un camino que se anida hoy en el corazón de todo hombre, un camino que la niebla del amanecer del mundo ha cubierto; pero que la luz y calor del espíritu, del propio espíritu, está comenzando a despejar.
Karigüe

PRÓXIMO CAPÍTULO: lunes 7 de Octubre

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Gracias. Karigüe

viernes, 27 de septiembre de 2013

Poema - Una amistad

golpetean las gotas de lluvia
sobre una ventana vertical,
abierta

la lluvia se convierte en sonido
y es como cuando las olas
irrumpen sobre las rocas

como si las casas hablasen
un idioma, intentaran
desarrollar un lenguaje

como alguien que toca la
puerta solo para peguntar,
y el dueño de la casa lo
hiciese pasar

una amistad con las cosas,
tal vez hasta cariño; como
vapor que brota desde el
abismo que nos separa.
Karigüe

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Poema - Te despierta

amaneceres en el campo abierto
que la puna entrega como
recinto

allí el sol es mas amarillo, el
cielo azul oscuro, las montañas
desnudas parecen lomos de
potros a cabalgar

respiras profundo el
aire frío, ese mismo que
roza tu rostro como queriendo
que abras los ojos para ver

la soledad de las alturas es
como aquella soledad en
que habita tu alma

al espíritu tu lo sientes
como el viento que solo
te despierta.
Karigüe

lunes, 23 de septiembre de 2013

Libro "Z" – Capítulo 36


TEMPORALIDAD
El dolor de ya no ser, de ya no tener; cuando se pierden cosas, posiciones; pareciera que el mundo, la vida se acaba para uno.
El mundo es vivo, está vivo, como la vida como el hombre; el hombre es el que se mete, el que busca un lugar en ese mundo caudaloso, en ese mundo, en ese lugar vivo, en donde se forma parte de aquello que llamamos humanidad.
Un trabajo, un lugar en donde morar, algunos vecinos, algunos amigos, la familia, todo eso conforman nuestro mundo, esa parte de la humanidad, esa parte del mundo, que en sí es nuestro medio ambiente, nuestra otra mitad, sin al cual es difícil vivir.
Si bien está la tierra, el aire, el sol, el viento, el agua, las montañas, etc.; pero está también el otro, los otros, aquellos semejantes sin los cuales nos cuesta existir.
Puede un hombre estar solo, puede vivir, existir en soledad; pero aunque sea de lejos, es necesario saber de ellos, inclusive cuando escribimos sobre ellos, pensamos en ellos, estamos pensando en nosotros también.
Éste mundo, éste nuestro mundo, no se ha hecho unidireccional, la diversidad son como ramas de un árbol, por las cuales respiramos el aire de la vida, es decir, la propia experiencia vivida a través del otro, a través de esas cosas que de otra manera seria imposible de vivir, no tanto por capacidad ni deseo, sino por tiempo.
Leer, leer historias, experiencias, cosas vividas por otro experimentadas por otros, estudiadas, analizadas por otros también es respirar, también es vivir, pero vivir a través del otro.
El otro es una parte nuestra, es un tentáculo del mundo, pero en el fondo, en las raíces, es un tentáculo de cada uno de los seres semejantes.
Pensamos por lo general, los pensamientos ya pensados por el otro; salvo excepciones, salvo esas ideas o pensamientos que salen solo de vez en cuando; todo lo demás es volverlo a pensar, ver como cuando uno ve las caras de un prisma, algunas tal vez las estamos mirando por primera vez, pero a la vez el prisma nunca deja de ser diferente.
Es decir las leyes del universo, del mundo, de la vida, de los hombres, son leyes únicas básicas que hay que cumplir, como es la ley de atracción y de repulsión, de acercarse y alejarse, que de eso se trata; cada una con su fuerza, con su intensidad de fuerza. Lo que varía en el hombre son las ideas, son los ideales. Tenemos desde que salimos al mundo deseos, miedos, temores, angustias, con las cuales seguiremos por el resto de nuestra existencia, algunos recibido otros creados en nuestra temprana edad.
Respondemos, atacamos, soñamos, tenemos en nuestra mente, en nuestro corazón cosas que quisieron ser, algunas se cristalizaron, otras nunca se las pude concretar, sin embargo tenemos que vivir sea como sea con todas ellas.
Las que se cristalizan, las que se logran, son están allí, se pueden conservar o se pueden perder, igualmente solo nos pertenecen por un cierto tiempo; pero las que nunca fueron, esos sueños soñados, están como bocas abiertas tratándonos de devorar, como perros cada vez más hambrientos, nos ladran y nos tratan de morder.
Resignación, remordimientos, dolor, son como “la resaca de la vida que se depositan en el fondo de nuestra alma”: Vallejos. Muchas veces las vemos pero en los otros logradas, alcanzadas en los otros, es como decía Cabral: “Allí va la mujer que a mi me gusta con el hombre que le gusta a ella”.
Aunque sea en el otro, aunque se alcance en el otro pareciera que se alcanza también en nosotros; por supuesto que la mujer le pertenece, es de él, ella lo elige; pero a mi me gusta, me gustaba, está ella allí, existe, la miro, la puedo contemplar, puedo soñar con ella, que ella sea mía.
Todos dirán pero eso es absurdo, lo absurdo es ni siquiera soñar, ni siquiera alcanzar, a pensar, a sentirla, desear a aquella mujer, algo se ha materializado, no me pertenece pero existe, está allí.
Veo su rostro, sus piernas, su sonrisa, su andar, sus ojos grandes, color de miel, su pelo rizado, su cintura, su pecho, es decir que aún así aunque no está a mi lado, yo siento por ella todo lo que quiero sentir, es por lo menos la mitad; qué ahora no se cristalice, que ahora no sea mía, no me pertenezca, eso ya es otra cosa.
Así nos pasa con nuestro sueño, con los que escribimos, con lo que creamos, Shakespeare, Hölderlin escribían para el futuro, sentían que en algunos años, siglos, ellos iban a seguir existiendo, iban a seguir siendo a través de sus escritos, poder estar en la mente de los hombres que vendrán, creo que es un placer vivido por adelantado, como quien recibe un pago adelantado por algo que será.
Sin embargo es Shakespeare, es Hölderlin, los que están en los libro, cuando los leo, es como si ellos existiera a través de lo que dicen, a través de sus ideas, pensamiento, poemas, etc.
Vida horizontal prolongada, extendida a través de esa tela o ese paño extendido por el espacio que es el tiempo; pero otro tiempo, otro eje del tiempo es la intensidad, es el instante profundo y enraizado en lo ideal, en aquello que siempre está, pero solo del él sabemos, de el se ha logrado arrancar algunas pétalos, algunas hojas con las que hacemos nuestro ramillete de flores y lo ponemos en el centro de nuestra mesa, ó hacemos esos menjunjes, eso preparados para calmarnos el dolor, el dolor de vivir aquello que nos hace soñar, soñar el sueño de poder algún día alcanzar, lograr, saber, lo que es la existencia.
Existir es salir, es como cuando el caracol sale, saca su cabeza de la caparazón solo para mirar, solo para contemplar su camino, luego se arrolla en si, se arroba, se viste con trajes de colores como el camaleón, algunas veces para atraer, otras para pasar disimulado enfrente de aquellos que lo quieren devorar.
Atacar, atacar nunca, solo esperar, escuchar y pensar, arremeter cuando el dique se rompe, cuando las aguas son incontenibles; atacar pero atacar solo por rencor o venganza es solo algo bajo, algo de lo cuando trae, trae como cadena, las desgracias.
Enmudecidos quedamos cuando nos llega una sorpresa, pero una sorpresa casi siempre es una consecuencia de lo que hacemos, lo que hacemos es el dique, luego nos sorprendemos cuando se rompe, cuando el agua inunda nuestras casas, nuestros hogares ó simplemente nos ahogamos.
Pero eso sí, tenemos que obrar, tenemos que cambiar, mejorar, solemos decir aunque la historia no nos lo confirma. Como con un bastón de ciego, caminamos ciegos, solo palpamos a las cosas, nunca las tenemos, la palpamos por algunos instantes solamente.
Luego decimos es nuestra la mujer, el perro, el niño, el trabajo; pero sabemos, no podemos mentirnos, que eso será por un corto tiempo no importa lo prolongado que sea, pero es un tiempo limitado.
Sin embargo es nuestro tiempo, nuestro tiempo limitado el que nos importa, ¡seres temporales! eso nos cuesta entender.
Karigüe

PRÓXIMO CAPÍTULO: lunes 30 de Septiembre

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Gracias. Karigüe

viernes, 20 de septiembre de 2013

Poema - Solo una manifestación

aquellas tardecitas, tenues,
sentado leyendo “El pueblo” mi Padre
absorto estaba

no se si leía o se perdía en ese
su mar de recuerdos; nadaba,
flotaba, se sumergía, una
página sin tiempo

ahora, desde lejos, qué otra
cosa puedo hacer mas que
recordarlo en esos momentos
en los que él era sin tiempo

somos trasmisores de vida;
es como si el mismo universo
fuera la vida, como si
el mundo también fuera
solo un trasmisor

la vida es solo una manifestación
de alguien que solo
quiere ser.
Karigüe

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Poema - Solo percibes

adhesión al mundo

almas, conjunto de almas
dentro de ese templo de piedra
y cielo azul

respiras el aire profundamente
y el fuego con el agua
sobre al tierra, como una
tea encendida de pura vida,

cada amanecer nos llegan
los rayos del sol como
una bendición del cosmos
para una tierra que tiene
aún atrapada algo de el

respiras y es el futuro con
el pasado que forma el
Istmo que solo percibes.
Karigüe

lunes, 16 de septiembre de 2013

Libro "Z" – Capítulo 35


POEMA
Guerras, luchas, combates; no tenemos mas que ver, vernos, ver a nuestro alrededor, a la naturaleza, a la vida, al universo.
La atracción y la repulsión de los astros; la expansión y/o contracción de nuestro universo, sobre lo otro, sobre los otros que los sustentan, son grados de lucha; de lucha por ser más, aún que eso nos cueste la desaparición, o la perdida. Somos así. Ello es una ley.
Pero en nosotros hay algo; algo que ve, observa, contempla; contempla como desde afuera, como si aquel espectáculo no fuera nuestro, fuera de otros seres, de otras formas de ser, de querer vivir, de querer existir.
Hölderlin nos dice: “… el hombre durante su existencia, pierde su tiempo, en luchas inútiles…” Tal es solo porque nuestro cuerpo mudo necesita de adrenalina; necesita luchar para sentirse vivo, para estar vivo. Pero dentro de lo que llamamos humanidad, para ver de una manera más precisa, lo que nos hace mantenernos preparados, atentos, es el miedo a ser devorado por el otro.
No ha cambiando mucho, no hace mucho éramos caníbales, necesitábamos la carne del otro para sobrevivir. Hoy ¿no será que necesitamos el alma del otro, el espíritu del otro, para sobrevivir?
Hay un estado de equilibrio, que a la vez es desequilibrio para lo que forma parte. Se ha descubierto que existen estrellas mellizas, es decir que una gira alrededor de la otra y así logran, logran romper la idea que tenemos de que a medida que se acercan dos astros, dos estrellas, ellas llegan a destruirse, se produce la destrucción de las dos o simplemente se convierte en otras formas, se dividen para decir así.
Logran el equilibrio a través del movimiento, de la rotación de una alrededor de la otra. Eso mismo pasa con los planetas del sistema solar; pero para lograr este movimiento debe de existir, por lo menos, dos fuerzas que lo provoque.
Pero existe la otra posibilidad de que la repulsión y la atracción se compensen y a si logren un estado de equilibrio, pero moviéndose.
Es decir, para concentrarnos en el sistema solar, la fuerza de atracción del sol sobre la tierra, es compensado por la fuerza tangencial (a la órbita) de ella. Esta fuerza proviene de algo más antiguo, de la generación en sí producido por el big –bang. Que no sería otra cosa que una generación de energía de un pedazo de materia.
Es decir que el equilibrio que vemos ahora, es logrado por la presencia, la existencia, de un sol (energía acumulada), energía concentrada, y el movimiento producido por la explosión primera.
La materia, o lo que es lo mismo la concentración de energía, la energía acumulada; retarda, frena, el movimiento primero, casi se podría decir que la materia o la energía concentrada son envases. Como es la palabra.
No sabemos, ni tenemos idea, como era lo que exploto para que se forme el universo; tampoco como se formó el pensamiento, más aun la vida, más precisamente el hombre.
Ya es hora que debamos imaginar, crear por lo menos, la palabra de aquello que no solo contiene a nuestro universo, sino a aquello o de aquellos desde donde broto nuestro universo.
El universo de los universos, podría decir por ahora.
Nuestra mente se podrá hacer una imagen sobre éste tema. Imaginemos, que de este universo de los universos, está brotando constantemente universos, vidas, mundo, hombres.
No debe ser muy diferente a como desde nuestra mente brotan las ideas. Una idea nueva, un poema nuevo, un nuevo emprendimiento, etc. Pompas de jabón, que se elevan y vuelve, se desinflan o explotan, que es lo mismo.
Pero todo esto es manifestación de algo. Algo es lo que produce el surgimiento de lo nuevo, y algo que está más del lado de nosotros; es la matriz, es donde se produce lo nuevo.
El planeta encendido y el cometa; el óvulo y el espermatozoide; el tu y el yo; la observación fecundadora y lo otro, el universo de los universos como conjunto, como totalidad, como matriz.
Este yo intrépido, éste ojo azul mira, contempla, se alimenta con la observación.
No sabemos si hay otras vidas como la nuestra; pero nos llena, nos hace sentir algo diferentes, cuando no solo somos capaces de contemplar, de mirar, lo que esta afuera sino lo que esta adentro también.
Es decir que lo que siente el hombre no solo es los rayos del sol, sino también el calor, el fuego abrasador que surge de nuestro interior, como si ello fuera un crisol, en donde se funden, lo que va llegando de afuera, para luego formar las galerías, las paredes, de esa ciudad invisible que es el alma.
Pero más aún que universo, más aún que espíritu, que alma, el hombre es esa piel que separa, que divide; pero además no es hermética, tiene poros, tiene sentidos, válvulas que se abren para adentro y para afuera, es decir que por lo menos tiene dos sentidos y una sola dirección.
Somos lo acumulado, somos lo que sobra, la escoria, lo que queda del paso de la vida por nosotros. Sí por vida entendemos el latido de eso que hemos imaginado como universo de los universos.
Así seguiremos imaginando, construyendo imágenes, hipótesis, teorías, leyes, que nos permitan seguir avanzando, en esa sola dirección, avanzando y oscilando. Oscilando en las direcciones que tiene o pueden tener los radios de una esfera.
Esa sola dirección, ese solo eje, por donde nos desplazamos, ésta es lo que hemos llamado conocimiento. Una figura que va desde un punto ha lo abierto, desde lo abierto ha un punto. Cimiento, cemento por una parte, por otra la figura, el cono.
Como si desde un punto brotara la luz, una luz constante, permanente y del otro lado la representación, que se acerca y se aleja según lo que un observador quiere ver, quiere ver con más intensidad, quiere conocer.
Algo, alguien como aquel que ve nuestros sueños, mientras soñamos.
Algo es la idea, algo es el hombre, algo es el mundo, algo es el universo de los universos, algo que se destila como una gota de rocío en la hoja temblorosa, nuestra alma.
Un poema.
Karigüe

PRÓXIMO CAPÍTULO: lunes 23 de Septiembre

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Gracias. Karigüe

viernes, 13 de septiembre de 2013

Poema - Solo el templo

sin querer te encuentras, a veces
con un parte de tu vida que es
como la ultima hoja de un libro

es como si te colgases de ella, como
si ella se estuviera despidiendo
de ti; y tu escribes lentamente

las cosas que salen de ti también
se demoran, es como cuando
incas los talones en la montaña
cuando estas bajando

la vida tienes sus cosas, tu
las tuyas; pero he ahí que
las tuyas es lo que tienes, lo
otro sólo es lo que permanece

quedas entonces como dentro
del vacío, como si el lugar
en donde estas fuera solo el templo.
Karigüe

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Poema - Se comunican

Lo escuchas bramar al mar entre
las rocas y golpear con sus
brazos espumosos a las orillas
que lo contienen,

de niño, ya de noche lo escuchabas
querías entender que es lo que
decía porque todo ruido tiene
un significado

pero el nombre mar desaparecía,
parecía un ser que hablaba
a alguien, que tal vez no
eras tu

veías a la Luna rodeada de
estrellas, algunas nubes
pasaban silenciosas como
palomas de alas extendidas

desde entonces he pensado
que las cosas y los fenómenos
se comunican,
sin nosotros.
Karigüe

lunes, 9 de septiembre de 2013

Libro "Z" – Capítulo 34


DESCRIBIR
Las actitudes ayudan. Ante todo ¿qué es una actitud? Esta palabra viene de acto, de actuar, podríamos decir que es una particularidad de la persona que realiza actos, y actuar ante todo es obrar. Actuar también es representar, poner en escena la intención, lo que se quiere hacer, realizar.
Cuando decimos: yo tengo una actitud, para realizar ciertas tareas; solemos decir así cuando tenemos una tendencia, una cierta predisposición y habilidad para realizar esas tareas.
Actitud tendría entonces dos significados, no muy diferente. Una es la predisposición, el talento; la otra, la capacidad de llevar a cabo actos, de llevar a la realidad lo que se ha pensado, lo que se ha decidido realizar.
Todo es cosa de comenzar; si tenemos una intención de realizar algo, es porque nos conviene, es decir es no solo lo adecuado, sino que nos va a brindar algún placer o beneficio; inclusive si solo es por dinero, ya que el dinero es en sí un beneficio.
El hecho de llevar cabo una serie de actos en aras de conseguir un beneficio, hace de nosotros una costumbre. Mejor dicho cuando repetimos, un acto ó serie de actos, en nosotros se crea una costumbre, nuestro cuerpo mudo grava, guarda en su memoria; y aquí está lo interesante, cuando se repite varias veces la misma cosa, el mismo acto, nuestro cuerpo incorpora, toma de sí los medios, como para no solo repetir sino mejorar.
¿Cómo se lleva a cabo ésta mejora? Por la información, por la información gravada y la incorporación de nuevas cosas; porque en si las cosa no están aisladas, sino que algunas veces están acompañadas de otras; es decir que solo el acto de actuar, de obrar, hace que nuestro cuerpo mudo cada vez sea más rico, no sólo por la repetición sino por las cosas que se incorporan lateralmente, como acopladas a lo que repetimos.
Nos encontramos entonces que nuestro cuerpo está siendo alimentado, enriquecido, por esa actitud, por la actitud de obrar, de hacer.
Por eso nos dice Machado: “Camino se hace al andar”. Asumiendo como un hecho real, el que la naturaleza sea una costumbre, nos encontramos ante una realidad, construida, hecha, labrada, por esa actitud del espíritu del hombre por el obrar.
Tuvimos y aún la tenemos, pero ahora tan incorporadas que parece automáticas, mejor dicho son automática: la necesidad de comer y de tomar; el hambre y la sed, como el respirar y el pensar. Y desde no hace mucho la necesidad de obrar: la insatisfacción.
Llegamos a un punto y ya estamos pensando en el otro. Estuvimos en reposo por mucho tiempo, luego nos comenzamos a desplazar por el vientre marino, luego nos arrastramos, caminamos y ahora volamos, aunque artificialmente; aunque algunos de nuestros hermanos de travesía, vuelan, como son los pájaros.
Si bien los hombres podemos volar por medios mecánicos; eso nos está llevando a construir cada vez más sofisticadas herramientas como para alcanzar las cosas que nuestro espíritu aspira.
Realmente nuestro espíritu, no desea, no necesita, él aspira. Esto ¿qué quiere decir? Que él esta adelante de nosotros. El hombre no es que está alimentando a su espíritu, lo esta cuidando. Aquí si nos estamos equivocando fiero.
Si bien somos los que sienten; ¡siento que soy! ¡estoy aquí vivo!. Esto lo estamos repitiendo hasta el cansancio, como quien no está seguro, y lo que quiere es convencerse de que es así.
Es cierto, siento que soy así, que pienso así, que siento así. De una determinada forma. El yo como algo separado, separado de aquello que está ahí: el ser, el ser del hombre, el ser del mundo, el ser del universo.
Una serie concatenada de representaciones hechas por el lenguaje. Primero fue el roce, la imagen, el sonido; luego la reacción. El cerebro del animal por mucho tiempo fue receptivo, fue preñado por el otro medio, el medio ambiente, en donde compartía las cosas que sucedían, con el universo de cosas que lo rodeaban.
Luego un despertar, un cierto ponerse de pie y comenzar a imponerse, por medio de la lucha, del combate; primero ciego en tinieblas, luego la visión, el pensamiento, la observación, para llegar a formar no sólo un cuerpo sino una idea, una cierta suposición lenta y cautelosa. Una intención lograda por la dedicación hasta alcanzar, lo que hoy conocemos como voluntad.
Un yo con voluntad es el poder. El poder que ha permitido al mono que piensa apoderarse de éste planeta e intentar conquistar aquello que el cuerpo mudo le demanda: la paz, la felicidad, el equilibrio interior.
La humanidad es un cierto equilibro inestable, un equilibrio que hay que conseguirlo en cada momento de la existencia, no sólo en el universo, sino en una morada que hemos construido a fuerza de obrar, a fuerza de aplicar nuestra actitud por hacer cosas. Esta morada no es otra que el mundo.
El mundo es una morada abierta, invisible en algunos aspectos; pero palpable no solo por los sentidos del cuerpo, sino del alma y además del espíritu.
Podríamos decir que uno de los últimos sentidos del espíritu es el pensar, el crear ideas, conceptos, leyes, normas, como para que se establezca un orden, un orden activo.
Creamos palabras como armonía, paz, plenitud, etc., como para nombrar un estado nuevo, una morada nueva, un mundo dentro de otro mundo.
Un mundo para el espíritu. Hemos creado, de una manera instintiva el mundo, como una obra construida por la actitud del espíritu por la seguridad, por la unión, ya que el espíritu es inestable afuera de la unidad.
El cuerpo es producto de un animo que se anida en cada elemento que lo compone, sea una célula, un gen, un órgano, un sistema; poco después creamos el pensamiento, lo creamos por necesidad. Por la necesidad de estar vivos, de asegurarnos la existencia en esta tierra, en donde queremos y adema nos gusta estar; pero más allá de ella está, para nosotros el vacío, la nada, la oscuridad, cosas que tememos.
Pero he allí, que aunque imperfecto el hombre está aquí, el mundo también. El mundo como guarida del alma.
Pero se produce algo que todavía ni siquiera percibimos. Este incipiente yo, ésta nueva criatura llamada hombre, que dice tener un ser, una forma de ser, no sólo construye una morada nueva, sino un mundo capaz de brindarle poder y paz, sabiduría e inquietud.
A través de la observación, ha encontrado algo nuevo, ha encontrado que él es parte del universo, una parte viva con derecho a existir, a estar aquí, a ser un ser ahí. Inca su yo sobre la tierra y dice aquí construiré mi reino, desde aquí reinare.
Construye un mundo para el espíritu, para su espíritu, le da una morada. Ve por primera vez que el espíritu siempre estuvo adelante de él, es el rastro que encontraba a cada paso, un rastro sobre la nieve, sobre la arena del desierto. Un ánimo que lo anima.
Con el arte el hombre da casa al espíritu, mejor si decimos le da casa (no la de caza), lo ve como se entremete entre las cosas del mundo, es el que es. Pero el hombre lo observa, lo ve obrar, y lo registra para el y para los demás a través de un cuadro, de una melodía, de un poema.
Esta allí vivo y coleando el espíritu del mundo, del universo, de la vida, y de nosotros también.
Esta el obrador, el constructor, el arquitecto, el diseñador. Leonardo Da Vinci, lo captura en el retrato de la Mona Lisa.
Karigüe

PRÓXIMO CAPÍTULO: lunes 16 de Septiembre

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Gracias. Karigüe

viernes, 6 de septiembre de 2013

Poema - Reflejos

cuando al tardecer ves
al mar reflejar las nubes
de colores

parece allí, en el horizonte
como si dos caminos se unieran,
el cielo y el mar

entretejidos por nubes de
colores y por sus reflejos sobre
el mar

es como si el sol allí los
uniera, lo sumergiera
al mar en la profundidad
del cielo y al cielo lo
hiciera navegar por el mar

no todo es alegría
la felicidad es un reflejo
de la plenitud.
Karigüe

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Poema - ¿Quién eres?

pareciera que la mente solo
es la pista de aterrizaje de
los pensamientos; la ciudad,
el campo que los rodea, el alma

por allí despegan lo que el hombre
hace, lo que el hombre quiere, inclusive
su inconsciente; es decir su espíritu

el que luego como los ojos de
un águila ve a los dos desde
la altura que va tomando

pero aun nos rodea como
una coraza, ese cuerpo mudo
que nos da morada, alimentos
que tiene almacenados desde
hace mucho

de tal manera que si te preguntas
¿quién eres?
bajas la mirada
y callas.
Karigüe

lunes, 2 de septiembre de 2013

Libro "Z" – Capítulo 33


VOLVER
Hay situaciones que son irremediables; como es la convivencia, como es o son las relaciones laborables, o simplemente como es un tema.
Un tema, en el cual no hay para donde ir, como se suele decir ni para adelante ni para atrás, por lo tanto hay que abandonarlo. Así son las situaciones, los caminos de la vida, por donde transitamos así lo hubiéramos planeado o no.
Pero duele, duele ser rechazado, no aceptado. Siempre una parte tiene que ser expulsada, así se quiera ó no. Lo suelen decir lo más grandes Gurús de la economía, como aquello que quieren mantener viva, activa la misma vida, su vida misma. Renovarse es vivir.
Por otro lado esta lo variado, la diversidad, tan necesaria como para que sostener, mantener, los constante cambios, la constante mutación que sucede, que se lleva a cabo, no solo dentro de nuestro cuerpo sino afuera de él, en nuestro otro medio, el medio ambiente.
Así que no nos debe de sorprender, ni alamar, estos cambios, estos constantes cambios que suceden y los cuales nos afectan constantemente.
Se solía decir el tema es mantener, mantener constante nuestra forma de ser; pero ya no es así, nunca lo fue; queramos o no cambiamos, nos modificamos, constantemente.
A veces ocurre, que el cielo nos dona, o la suerte nos da una posibilidad, un regalo; que debido a no estar preparado para administrarlo, lo solemos perder; para terminar como en el principio, en el comienzo; pero con un poco más de experiencia.
Todo esto ocurre en la vida, como ocurre todas las cosas que existen, que están, que conviven con nosotros y muchas de ellas forman parte de nosotros.
Son las cosas, las benditas cosas. Una relación de pareja, una relación laboral, son cosas. Cosas vivas, es como un entretejido, una serie de ramificaciones, como una red, flexible, viva, en las cual los actores, lo generadores de esa red, están en los extremos.
Es algo virtual, vivo, nos afecta; nunca o casi nunca los actores tienen la misma fuerza, potencia, poder, ya sea el de dominio, de rechazo, de encantamiento.
Muchos de esto lazos se enraízan en las profundidades de estas relaciones, allí casi imperceptibles, actúan; y nosotros las llamamos celestiales, como si alguien, un dios, o cupido o la suerte, actúan aumentando o disminuyendo la intensidad de la relación.
Sin embargo esas relaciones pueden terminar y hay muchas razones para que ello termine, puede ser el aburrimiento, el cansancio, la necesidad que tiene todo ser vivo, por renovarse; como la tiene todo lago de ser batido por el viento para que sus aguas no se pudran.
No es que uno quiere desvalorizar las relaciones humanas con las cosas, con el agua de un lago por ejemplo; lo que sucede es que están eslabonadas, encadenas; y, si uno quieres verlas, tiene que emplear las metáforas, las relaciones verticales como para poderlas ver, y la primera es la naturaleza, la cual no hemos todavía dejado de ser.
Todos tenemos derecho a la ruptura, a lograr nuestra libertad del otro, ya ésta sea nuestra pareja o nuestra relación laboral tanto de un lado como del otro, la libertad de amar y de relacionarse, es necesaria siempre.
El tema es ver con claridad aquellas cosas, cosas que sin ser son. Sin aparecer, están allí, cómo invisibles. Las costumbres son la base de lo que somos, más aún somos ellas. La naturaleza es una costumbre milenaria que a fuerza de ser practicada, llevada a cabo, llevada a ser como es.
Hay algo de por cierto, algo a lo que podemos llamar animo, espíritu, aquello que lleva a la repetición, y que por ellos, por la insistencia de ello, hemos logrado ser como somos ahora.
Es como llegar a un callejón sin salida, podemos volver a atrás, podemos intentar saltarlo, o perforarlo. En las dos últimas opciones no sabemos lo que está del otro lado, no podemos verlo. Pero es allí: cuando estamos contra el suelo en donde nuestro espíritu vive, vive con más intensidad que nunca, más aún en estos casos es cuanto nosotros lo sentimos, lo sentimos más vivo que nosotros mismos.
Esto es, ha sido y será siempre así, por los siglos de los siglos, amen.
¿Será que el espíritu, nuestro ánimo, lo que somos y de lo cual solo vemos la punta del iceberg, querrá a fuerza de la costumbre, a fuerza de ponernos contra la pared, contra el muro del silencio, ser?
¿Ser nuevamente espíritu, ya que lo que es ahora es un verbo encarnado, atrapado en al carne, en éste planeta, en éste sistema, en éste universo, en éste cosmos?
La libertad, la tan bendita libertad, no es otra cosa que eso, existe, hay dentro de nosotros algo que está preso, atrapado, que quiere ser libre, por eso las insatisfacciones, por eso la interminable cadena de necesidad insatisfechas, una trae a la otra, pero es en sí la materia, la que crea capas para evitar que éste, éste nuestro espíritu sea nuevamente espíritu.
Todo lo demás es metáfora de ese anima agitado, que late, que llora, que ríe y se angustia a la vez, como si estuviera viviendo en un mundo que no le pertenece, es casi un emigrante, un emigrante que no ha sido incorporado.
¿Será eso el espíritu, seremos así y o todavía no nos damos cuenta, no vemos, no aceptamos una realidad tangible como es la que estamos solos en el universo? No hay quien escuche porque nosotros hemos inventado el habla, el idioma, y nosotros tenemos que contestarnos.
Viviremos y por cierto serán miles de años todavía hasta que nos adaptemos, hasta que nos miremos a nosotros mismo, y podamos vivir con aquello, con aquello que está más solitario, más extranjero que nosotros, que es nuestro espíritu.
Es decir espíritu y naturaleza serán una algunas vez, nos miraremos como cuando un existente hermafrodita se ha separado, y tendremos el encuentro más feliz de nuestra existencia, casi como cuanto tenemos relaciones sexuales por primera vez.
No exageremos, ya casi no hay diferencia entre el yo del hombre y la mismisidad, entre la ipsidad del hombre y el alma de la vida, del universo y de los universos. Entre el Ánimus y el Ánima.
Estamos siendo, la naturaleza la vida es ya, somos como un espermatozoide lanzado, vaya a saber por quién, que va en camino a fecundar al Ánima, a nuestra alma, la razón por qué no nos damos cuanta es porque la expulsión del paraíso terrenal no sucedió mucho tiempo atrás, fue reciente. Somos hermafroditas recién separados, que por primer vez se van a volver a unir y qué espectacular placer nos espera.
Qué plenitud, qué unidad.
Karigüe

PRÓXIMO CAPÍTULO: lunes 9 de Septiembre

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Gracias. Karigüe