viernes, 30 de septiembre de 2011

Poema - Raíz

El mundo
es un recinto
hecho por los hombres

caminas por las calles de la ciudad
cruzas continentes,
entras en su historia
y solo descubres algunas estrellas
con las que te guías

hay como una raíz
por donde el mundo
extrae su alimento

es como si lo inorgánico
se convirtiera en orgánico,
como si lo oscuro
se convirtiera en idea

y la indiferencia en amor

Raíz profunda
que late en el corazón
de todo hombre

sueño, sueño
bendito sueño
que traes en tus alas

a la savia del mundo.

Karigüe

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Poema - Nuevamente lo puro

camino de cabras
es la vida

arriba la fe
los cielos vestidos de nubes,
tules que cubren su desnudez

abajo el pueblo
la plaza del pueblo
en la que los hombres conversan,
como cuando se sentaron
alrededor del fuego, por primera vez

el aire puro baja de las montañas
como ríos
en donde tus pulmones
se llenan de presagios,

primero la gran ola
luego la solas del mar,
las dunas, las montañas

para que brote nuevamente lo puro,
el aire, la brisa fresca
que te acaricia la piel

haciéndote ser niño
nuevamente.

Karigüe

lunes, 26 de septiembre de 2011

Libro "Común Unión" – Capítulo 6

OMNIBULACIÓN

Es cierto la vida tiene un sentido, pero nosotros tenemos el timón, tenemos esa capacidad llamada libre albedrío. No sólo la de tomar una decisión determinada, sino también corregirla, modificarla, soportarla, y por qué no en muchos casos potenciarla.
Están los otros allí, enfrente nuestro, al costado, detrás, es el mundo que nos rodea y con el tenemos que convivir. El otro tan profundo como uno, tan paralizante muchas veces que hasta pareciera que nos detiene, nos frena, nos desvía. Ese otro es un mundo tan inmenso, tan profundo, tan cambiante como el nuestro. El milagro es la convivencia, ya entonces el amor es un lujo.
Sin embargo cada vez más estamos unidos, cada vez nos escuchamos más. No es real cuando se dice que estamos aislados, separados, cada vez más; basta para ello ver los medios de comunicación, entrar en Internet, poder comunicarse con el otro aunque no nos miremos la cara, ni el cuerpo, ni nos preguntemos de la religión, del sexo, de la raza, de color etc., etc.
La técnica, la bendita técnica nos proporciona las herramientas (la prolongación de nuestros sentidos) capaces de movilizar 300 toneladas; de husmear a las estrellas a través de los telescopios o satélites; de ver las partes invisibles de la materia a través de los microscopios; de hacer un cálculo matemático en algunos segundos, cuando no hace mas que un lustro o dos, ese mismo cálculo nos llevaba días, meses, años.
¡Cómo no estar agradecidos a la técnica! Cuando podemos comunicarnos con el otro en segundos, mantener conversaciones con imágenes, grabar nuestra voz. Cuando podemos escuchar a Bach en todo momento que quisiésemos, a Beethoven, a Mozart. Cuando podemos leer en un avión a Holan, a Nietzsche. Cuando podemos contemplar el Imalaya o los Andes, ya sea en una película, en un vídeo, o personalmente. Cuando podemos conocer a los otros, a las otras culturas, así podernos comprender más, poder aceptarnos, poder convivir, poder disfrutar, poder aprender.
No es que la técnica sea una panacea, sino que es algo que hemos conseguido, hemos sido capaces de conseguir, mantener, e ir cada vez más adelante, porque ello nos da placer.
Lo que hace aún más interesante a nuestro tiempo, son dos cosas: La primera es la diversidad; es decir que son tan variadas las posibilidades, que necesitamos de especialización; ya no están mas los Médicos, ahora hay un Médico especializado para el hígado, para el riñón; para las infecciones, para los trasplantes, para las operaciones, etc., etc., de cada uno de nuestros órganos.
Lo mismo pasa para la música, para la Ingeniería, para todas las artes, para todas las artesanías: operarios, soldadores, torneos, fresadores, pintores, calculistas, etc., etc.
La segunda es la confusión, aquella tormenta que produce la diversidad en nuestro cerebro, no preparado aún. Si bien nuestra ambición, es decir nuestra capacidad para ver hacia delante, para crear cosas, es tan grande, tan potente; no es suficiente para calmar las aguas.
Lo que en realidad pasa es que no tenemos el estomago capaz de digerir todo lo que capturamos, lo que atrapamos, lo que hemos creamos.
Al hombre de nuestro tiempo lo que más le hace falta es verse así mismo. No puede, nadie le ha enseñado, se nos ha olvidado desarrollar este órgano, porque en si para desarrollarlo se necesita parar la máquina y vernos, ver nuestra vida, lo que hemos hecho, lo que hemos conseguido, lo que podemos hacer en esta vorágine en la que estamos inmersos. Es un pequeño y gran detalle a la vez: la reflexión.
Es verdad que nuestros antepasados tenían sus cosas en las cuales se distraían; no debe haber sido muy diferentes a las que tenemos en nuestros días; pero con seguridad no tenían las cosas que tenemos ahora.
Si uno pudiera ver al Imperio Romano, desde sus comienzos hasta su muerte, vería que se levantó de las cenizas de la cultura Griega. Aplicaron lo que los griegos habían descubierto; la forma de gobernar por ejemplo, el ciudadano, la guerra, la conquista, el poder, etc. Los griegos cultivaron, lo que después el Imperio Romano cosechó. Pero fue tanta esta cosecha que se indigestó.
Virgilio fue tal vez el que representó lo álgido del Imperio, pero ya en el se veía la decadencia, lo confirmó Séneca. Este último fue admirador de Epicuro, pero no lo pudo entender; el sólo aplicaba sus enseñanzas, pero sirviendo a los emperadores. Heráclito renuncio al poder, su obra fue la de un libre pensador, en el caso de Séneca se ve la obra comprometida con el poder, ese es uno de los signos más claros de la decadencia; allí comienza el derrumbe de toda cultura, de todo Imperio.
Se puede describir, desde lejos, el nacimiento de un imperio, como el Imperio Romano. El mismo Heráclito fue el fundador, no en forma directa, pero si sentó las bases para que Platón y Aristóteles crearan una cultura de la razón, del orden, de la fortaleza del hombre de poder, de la templanza, de la armonía. El punto medio tan importante; la prudencia como madre de todas las virtudes.
Cayó por sí mismo el Imperio, corroído por dentro, indigestado porque no pudieron digerir lo que supieron conseguir en un milenio sus antepasados; no les dio el cerebro, no creció como debería haber crecido para devorar tamaño banquete. Es un ciclo normal de la humanidad; un imperio no es más que un elemento brotado dentro del universo, que nace y por lo tanto debe morir.
Atila solo fue un cuervo que tenía que devorar este cadáver. Luego el Dante lo encontró en el infierno. Una de las cosas más importantes que el despertar a través del Dante nos trajo, fue el invento del Purgatorio. Comenzamos a perdonar a comprender que el mundo no solo es infierno y cielo, sino que hay estratos intermedios en donde viven las personas normales.
Tal vez solo después el requien lo condensó Albinone en su Adagio y Vivaldi le puso una flor en su tumba con su concierto doble en re mayor.
Estamos viviendo en nuestro tiempo una era de resplandor. Si bien el poder puede estar asentado parcialmente en algunos países; estamos todos insertos en este crisol que se llama modernidad; tecnología, maquinas, equipos, armas, capaces de hacer volar en mil pedazos esta nuestra querida tierra.
No tenemos antecedentes similares en nuestro pasado; pareciera que el ansia de poder ya no es solo de los gobernantes, sino casi de toda la humanidad. El hombre se ha dado cuenta que es capaz de todo, inclusive de convertirse en el millonario número uno, en solo veinte años de trabajo, como es el caso de Bill Gate.
Todo lo que es poder no natural está en el hombre. Más aun el poder de destrucción está en un solo hombre, que ya no es Emperador sino Presidente.
Lo que a primera vista pareciera es que no hay duda que en estas condiciones de crecimientos la tierra nos queda chica, hay que ir a otras partes más seguras. El mono que piensa y existe, es nómade, nunca va a dejar de serlo, no tanto por decisión sino por orden genética, orden de lo que es vida, y la vida lo que busca es seguridad.
La vida creó al hombre, a la inteligencia del hombre, para que evite que otra vez se encuentre a punto de su extinción, como fue cuando cayo el meteorito que mato a los dinosaurios.
Ahora se encuentra, que este ser creado para ese fin, la quiere hacer pelota también; así que por mandato ella nos va a mandar a otra parte y no es porque nosotros queremos sino por que ese es la necesidad de ella. Y la verdad que ni nos pregunta, porque si nos preguntara le diríamos que nos deje en paz, que nos deje de joder.

Karigüe

PRÓXIMO CAPÍTULO: lunes 3 de Octubre

Si ha leído este capítulo, me gustaría escuchar sus comentarios, enviando un mail a pensamientos@karigue.com.ar.
Gracias. Karigüe

viernes, 23 de septiembre de 2011

Poema - No otra cosa

El grito y el silencio
te atrapan como un paréntesis

luz que late
es la vida, eres tu

molde es la juventud
en donde madura tu forma

antes eras crisol
en donde se funde tu historia
atizada por el mismo fuego
que brota de ella

“pienso….”
deberías decir escucho
y escribo aquello que solo
puedo agarrar entre mis débiles
manos

ante sala de todo somos y
cuando nos dejan entrar
ya no podemos salir

por qué no entonces
habitar este mundo
sin entrar en el

permanecer en la intemperie
porque somos intemperie

no otra cosa
se nos ha dado.

Karigüe

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Poema - La despedida

Las despedidas
son siempre dolorosas

es una parte que se queda
es una parte que nos deja
también,

serán nuevas las ciudades
otros bosques
otras montañas
y otro cielo conque soñar;

llega un momento
en que los recuerdos
se asoman por las esquinas
de nuestra cuadra
de la cuadra de enfrente,

las alegrías se sientan a nuestro
lado y con ellas contemplamos
a la gente que va de un lado
para otro, algunas sin sentido

es cuando un profundo
deseo, necesidad tal vez
de plenitud
brota de nuestro corazón

una lagrima, tal vez
mordida por los labios.

Karigüe

lunes, 19 de septiembre de 2011

Poema - Espuma

percibes ya
que son ideas que se desgranan

como esas montañas,
como la piel,
como si fueran escamas
que brotan y en el roce
caen como hojas en el otoño

desde donde lo veas
son pedazos de glaciares
que caen

son tus penas, tus alegrías
lo que eres
y vas dejando en ese camino
que el tiempo abre para ti

ya nada te separa de nada
caminas como si no tuvieras
materia

y allí , exactamente allí
suspendido por el viento
como espuma de catarata

no sabes que decir.

Karigüe

Libro "Común Unión" – Capítulo 5

EL POETA

Escribir es una ventana, es permanecer en esa ventana y abrir un mundo, un mundo en donde se entreteje lo que uno siente, piensa, quiere, y por qué no también sueña. Sueña despierto.
Hablar con otro, con otra persona es hacer puentes entre lo que uno dice y lo que el otro piensa y lo dice después. Es un ir y venir, interpuesto con el tiempo, es decir que además de espacio hay tiempo. En esos intersticios es por donde uno a veces se pierde, se distrae, se desconcentra. Lo más importante es que el otro puede pensar diferente, puede sentir diferente, que es lo que normalmente pasa en una conversación.
Al pensar el espacio, el tiempo, se reducen a su mínima expresión. Al comienzo pueda ser que están el yo y el tu dialogando, pero a medida que uno va introduciéndose en sí mismo, este diálogo se unifica, y es como si fuera solo un ojo el que ve, y que explica. Es algo similar a cuando un explorador se introduce en lo desconocido y va describiendo lo que ve.
Lo que tiene ésta forma de pensar, de conocer, es que normalmente los pensamientos son tan volátiles como una nube. Pueden permanecer por un determinado tiempo, pero lo normal es que se desvanezcan en un lapso que hasta la conciencia es incapaz de capturarlo y en enviarlo a la memoria.
Un ejemplo de ello es la poesía. El poeta en el momento de su inspiración siente dentro de sí, mejor si decimos que lo presiente; presiente algo que lo conmueve, sabe que está allí, pero tiene muy poco tiempo para ponerlo en palabras.
¿Por qué las palabras de un poema agradan? Porque son las certeras, las más precisas para lo que el poeta quiso decir; palabra y sentimiento están tan cerca que hacen saltar el rayo de la belleza, de la conmoción. Es como cuando salta el arco eléctrico entre dos polos cargados de energía eléctrica.
Entonces palabra y sentimiento son o están cargadas de energía de distinto signo, de opuesto signo o polo.
Es un placer hacer poesía sólo con palabras sin escribirlas, solo para uno; se siente placer, pero es instantáneo. A los pocos segundos, si se olvida aunque sea una sola palabra, el poema ya no es el mismo, se desvanece con seguridad para siempre. Se puede hacer otro similar pero nunca será el mismo. En este tipo de poesía se logra tal precisión, que es casi imposible describir o explicar lo que sucede en esos instantes.
Viene luego la poesía que se escribe, la mano no tiene la velocidad de la mente. Es como si se tendría que vaciar un dique por una canilla de una pulgada de diámetro, además en unos segundos o a lo sumo en un minuto.
Pero qué sucede cuando se escribe, cuando se trata de poner sobre un papel en blanco o con un teclado grabar en la pantalla de una computadora, lo que hay, lo que sucede dentro de uno, y si además se disfruta de ello, se convierte en una tarea tan similar como cuando uno recorre un bosque, un campo lleno de flores, de frutos, de captu, de animales salvajes, de tormentas, de días de sol, de lluvia, de sequía, días de primaveras, de inviernos, de otoños. Es decir se pasa a describir de forma natural lo que hay dentro de uno.
Pero no como si uno describiera un museo, sino como si lo que se describe está tan vivo, como el que escribe.
No solo se va viendo lo que es uno, sino lo que hay, lo que existe pero en estado lárvico. Es decir que al escribir uno va tejiendo, uno va dando forma a lo que todavía no lo tenía, pero contaba con todos los elementos a mano, al alcance de la mano, para tenerlo.
Creo que ese es el estado del creador, sea cualquiera su especialidad. La función no es muy diferente a la de un cocinero; éste artesano lo primero que tiene que saber es hacer bien las compras, elegir los elementos de acuerdo a lo que se quiere cocinar, luego saberlos cortar, limpiar, darles o cortarlos de acuerdo a una medida, para luego darles la cocción adecuada a ese obra de buen cocinero; por último saberlo servir en una mesa bien puesta, para que después los comensales lo disfruten.
El escribir debe ser una tarea natural, en donde el escritor no es un artista sino un artesano. Aunque presiento, que el arte, el arte de escribir, sólo se da en la poesía.
Lo narrado, lo descrito, es una tarea labriega, en donde hay que preparar el terreno, labrar la tierra, luego sembrar para por último cosechar; así se convierte en una de las tareas más placenteras, no tanto en sí por la cosecha, sino por que la tierra (el alma del escritor) se convierte en fértil, ya que de lo que se cosecha solo se saca las flores, el fruto vuelve a caer a la tierra. Es decir la fertiliza.
Fertilizar quiere decir solo abrir, que este preparada, abierta a la fecundación. ¿De donde entonces le viene la fecundación al escritor narrativo? Del mundo, es el mundo, lo que sucede afuera, en lo exterior, lo que es vida en los otros.
Un poeta extrae del muro del silencio lo que tiene que escribir: el poema. Un narrativo es solo un cosechador de lo que el mundo a sembrado en él.
Un poeta tiene su mirada como el águila, fija en el vacío. Un narrativo tiene su mirada en sus manos, lo que sus manos pueden labrar, pueden cosechar; contempla en forma natural lo que la vida ya es.
El poeta nos da, nos destila, el vino, que inclusive nos hace embriagar, soñar. El narrativo nos trae el alimento, el fruto de la vida, que da la vida.
El poeta hace mundo. El narrativo lo disfruta cosechando y entregando, sirviendo sobre la mesa de los mortales. El alma es mortal, el espíritu es lo que permanece, no solamente en el hombre, sino en todo lo que es vida. Si bien el espíritu de la vida es el mismo que el del hombre. El alma de hombre no es lo mismo que el alma de la vida, ya que a esta le hemos puesto el nombre de mundo.
El escribir entonces es un acto por el cual el hombre, no dialoga consigo mismo, el pensar ya no es mas el diálogo del alma consigo mismo, como nos decía Platon; sino que es el acto por cual el hombre se derrama, se vierte, sobre el molde que las palabras le dan, que las palabras le prestan, para que él pueda ser, pueda por lo menos conocerse, y además construir no sólo su morada sino el mundo también.
Las palabras, esos moldes, luego se desvanecen, se vuelven signo; sí como piensan los poetas, que Dios habla por medio de signos. El mundo se forma por estos signos, que primeros son palabras en el hombre, para luego ser cimientos desde donde se levantan los pueblos, los países.
La escritura, el escribir en si, es un cause, es el cause del río de la vida que hace mundo, crea mundo, y lo alimenta constantemente. El hombre es este cause por medio de la escritura; no solo ha prolongado sus sentidos, sus manos, su vista, su gusto, su oído, sino que también a construido sus herramientas, sus ciencias. Ahora una tercera generación de desarrollo, de prolongación de su poder, es la escritura.
El hombre más que transmisor, es una pista de hielo, por donde lo divino se hace mundo. Sin tomar demasiado conciencia de ello, él construye esa fortaleza, ese castillo infranqueable, que solo algunos pueden ver, pueden comprender, ya que la vida se ha expandido tanto, en tantas ramas de ciencia, de tecnología, de conocimientos, que es casi imposible ver por donde anda ese hilo, esa vertiente por donde la vida avanza.
Es cierto que para un escritor, pareciera que la mano que escribe fuera conducida por otro, que escribe como si alguien le dictara. Esto en parte verdad, ya que el hombre no está solo, hay una vida dentro de él, y esa vida es la misma que la circula por los otros; somos un ensueño de ella. Un estado semi inconsciente, llamado ensoñación, es nuestro verdadero estado, por lo tanto no nos debería extrañar que es otro o pareciera que otro nos dicta lo que escribimos.
El hecho de acercarse a ella, tratar de saber por donde anda, seguir sus huellas es seguir nuestras huellas; somos demasiado jóvenes para saber de ella. Como ejemplo creo que si a alguien ama realmente la vida es a la cucaracha, por ella fue que supero los diluvios, las mayores catástrofes sobre la tierra, cómo entonces no va a ser su preferida; nosotros solo somos una flor, un fruto.
Por al escribir no solo fundamos mundo, sino que creamos un lugar común, entre lo que es vida y lo que es pensamiento, mejor dicho lo que es hombre. Es el campo en donde las palabras se juntan con el pensamiento y se produce la idea (aunque esta última no puede ser sin ninguna de las dos): se forma algo que solo podemos ver la punta del iceberg, el conocimiento.
El conocimiento además de estar formado por pensamientos, ideas, y conceptos, es sensación también. Un sentido nuevo, un sentido sensual. La sensualidad no tiene que ver ni con el placer, ni con el gusto; tal vez sí con una cierta dosis delicada de poder.
El conocimiento es un rayo atrapado del Dios, el sólo nos ilumina y nos da calor; pero el hombre con el brazo de su ciencia a atrapado algo del poder de Dios; esto no es ni poético, ni profético menos adivinador, es algo numérico.
El hombre está manipulando sus genes, por medio de su conocimiento de las leyes del universo. La trama, el encadenamiento genético, es lo que hará cambiar al hombre no solo físicamente sino intelectualmente y espiritualmente.
Es entonces la escritura, el escribir, el hacer que la esencia sea más presencia, sea más presente, hará de este nuestro mundo algo más virtual. Nuestra mente, nuestro yo, están quedando retrasado con respecto al adelanto científico.
Si quieres podemos plantearlo de distinta forma y decir que el ser allí (afuera de nosotros), lo está superando al ser ahí (tan poético).
Nuestro yo no puede controlar al mundo, tal vez se está formando un yo mundo, una conciencia, en donde nuestro yo personal es solo un voto, una opinión, una célula cualquiera, necesaria pero no indispensable.
¡Qué potente, que superior a nosotros es la vida!
Sin embargo todavía está el conocimiento en nuestras manos. Ese yo mundo, ese ser allí, necesita de savia, necesita de esa sangre que son los pensamientos, que brotan de esa masa encefálica, sin la cual la red se evaporaría, perdería su vitalidad, se resquebrajaría. Esta masa encefálica es o cumple la función de los pelos absorbentes de los árboles.
Tenemos en nuestro poder el puente de hidrógeno, capaz de absorber la esencia para que sea presente. No hay duda que allí está presente el poeta como el más necesario, como el cucaracha de la vida; pero ahora sólo para el hombre, sólo para el mundo.

Karigüe

PRÓXIMO CAPÍTULO: lunes 26 de Septiembre

Si ha leído este capítulo, me gustaría escuchar sus comentarios, enviando un mail a pensamientos@karigue.com.ar.
Gracias. Karigüe

viernes, 16 de septiembre de 2011

Poema - Encuentros casuales

Los encuentros casuales

son como esas flores
que crecen en los campos
abiertos y solitarios

están, aparecen
allí
como esas luces que brotan
de las luciérnagas en una
noche sin luna

como el agua que cae del cielo,
aunque sabemos que es la misma
tierra que la eleva
para bañarse

para que lleguen a otras partes
de su cuerpo
ya que la vida o el agua buscan
por naturaleza lo profundo

es así, como esos encuentros
refrescan tu alma, la
llenan de alegría y esperanza

estamos, permanecemos, siempre
como colgados
de nuestros sueños

de nuestras
fantasías.

Karigüe

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Poema - En el Centro

Esos momentos de plenitud
en los que pareciéramos
que somos uno mas
de esa multitud
de ese bosque
de esas nubes

Y en nuestro corazón
pareciera que habita
un mundo más inmenso
más completo
que el universo

Y el milagro, el don
del presente
es regalo

es estar en el centro
de esa piel etérea
que es el alma

como si alrededor del
vacío se formase todo

¿Somos vacío?

Karigüe

lunes, 12 de septiembre de 2011

Libro "Común Unión" – Capítulo 4

ÓRBITAS

Un hombre moderno, actual, de nuestro tiempo, tiene frente así un banquete, pero aparentemente le falta tiempo para vivir actualizado, con todo lo cultural, científico, político, económico, deportivo, y tantas otras cosas útiles y no tan útiles que nos rodean. Todas esas cosas están al alcance de nuestras manos, muchas de ellas nos afectan, es decir requieren de nuestra atención y dedicación; para que logremos ser personas, ciudadanos, miembros de este nuestro mundo.
Por otro lado está creciendo nuestra capacidad de comprensión, de entendimiento. Creamos herramientas para poder entender, para poder acceder, retener, etc. Ésta es una carrera armónica, en la cual crece el mundo, el mundo es cada vez más ancho y ajeno, pero a la vez crecen nuestras mandíbulas, nuestro estomago etc., para digerir los cambios, las cosas nuevas que se están creando Es decir la vida sigue siendo una fiesta, pero una fiesta cada vez más grande, más ancha, más profunda; pero aquí lo importante: en todos los sentidos, en todas las direcciones.
Si bien podemos intentar comparar nuestra realidad, con la del pasado; pero lo debemos de hacer solo como referencia; inclusive la de carácter filosófico, de comprensión de nuestra existencia. Ahora nuestra realidad requiere otras preguntas, otras hipótesis, otras teorías, otras respuestas, otros intentos de respuesta por lo menos.
He buscado, tal vez con no mucha dedicación, nuevas respuestas, nuevas ideas sobre nuestro mundo, sobre nuestra realidad, sobre nuestro universo, y lo único que he encontrado es informes periodísticos, o algo similar, pero no una respuesta cono la de Nietzsche, o la de inclusive Descartes; todo lo que he visto en los autores de nuestro tiempo, solo imitaciones de aquellos buzos del pensamiento humano.
De los que he podido leer, lo que más me ha gustado como contemporáneos son: Heidegger, Gademer, Foucault, Deleuze, aunque estos dos últimos están como patinando.
Heidegger, tiene algo de Kant, algo de Nietzsche, de Leibniz; pero pareciera que se empantana, en las orillas de lo griego y del renacimiento; un Holderlin, un Paul Celan (en forma personal) influyeron sobre las alas que aparentemente le crecen por momentos (se puede ver esto es su poesía). Los veo con más claridad a los poetas, como más explícitos, más visionarios de la realidad.
En la antigüedad los poetas (los presocraticos) fueron los que fundaron al ser del hombre, solo después los postsocraticos lo describieron, explicándolo.
Ahora en nuestro tiempo es como si estuviera mezclado, tal vez no tomamos distancia para poder comprender estos ciclos, estas olas, u hondas. El siglo XX fue un siglo prolifero en poetas; tenemos a Rielke; Tralk, Stefan George, Paul Celan; Godfried Been, y el que sobre sale es Holan. No veo o por lo menos no he leído a poetas latinos o de habla inglesa que me conmovieran; ni Salinas, ni Hernández, ni Blas Otero, tal vez Pessoa fue el más profundo de los latinos y también por qué no Vallejos; pero no creo que hayan llegado al nivel de los de habla Germánica.
Solo en este campo particular hay tanto escrito, tanto por leer, entender, digerir, que nor – mal – mente, tenemos que apelar al gusto, a lo que a uno le conmueve.
Es verdad que uno se podría dedicarse a la poesía, volverse especialista; pero por ejemplo se podría perder la obra de un Bill Gate, o de un Linus Estorbal, o dejar de ver y maravillarse de una jugada de Maradona, o lo de disfrutar de las herramientas que nos da la computación, con su internet incluido, o de los espectaculares descubrimientos de la microbiología y de las robótica etc., etc., es decir que tenemos un banquete como ningún ser humano sobre la tierra a tenido alguna vez.
Tenemos un caso tan claro, el de dos que fueron contemporáneos, Goethe y de Hölderlin. El primero un hombre amplio, culto, biólogo, político, poeta, filósofo etc., fue una de las bases de la cultura moderna Alemana; sin embargo después de casi dos siglos la humanidad descubre a Hölderlin, un poeta marginado, alejado de todo mundo cultural, que vivo más de treinta años en un altillo de la casa de un carpintero como ayudante. Ahora los dos son de talla universal, pero más aún el último.
Mi camino elegido es el límite de la frontera (el nombre de un libro mío), y desde este altillo móvil puedo elegir a Heraclito, a Holderlin y a Nieszche, como las rocas que sobresalen para cruzar el riachuelo, que me permite estar en el otro lado de la orilla y desde ahí escribir.
Lo que trato de decir en mi primer libro “Comenzando … (el gurca)”, es el intento, o es el comienzo del intento a escribir de una manera atrevida (gurca), lo que desde mí a brotado, al leerlos y elegirlos como semillas sobre mi mente, sobre mi alma. A este cultivo lo cuido, lo atiendo casi devotamente, es lo que después vierto sobre las paginas, sin ninguna pretensión, salvo la del placer que me causa este ver cristalizado sobre un papel, lo que en mi es lava ardiente. Es un Camino (segundo de mis libros) desde donde estoy construyendo mi obra.
Dos cosas considero importantes, una es la de elegir un camino, la otra es de pararme y desde este mojón, ver a mi alrededor, a mi interior y describir lo que veo, esa es mi única obra, mi única verdad que trato de expresar.
La continuidad está, el hilo conductor se puede ver a lo largo de la historia. Es como si una savia creciera, brotara, avanzara por el tronco de un árbol. Este tronco tiene ramas, hojas flores, etc.; pero hay un hilo conductor de avanzada, es como si fuera la médula de ese cuerpo, es como si los otros hilos lo único que harían fuera proteger, custodiar, y permitir que el hilo principal avance y sea; porque él contiene todos los elementos que los demás hilos consumen.
Inclusive a las ciencias las veo como hilo colateral, a la belleza también; eso que avanza lo veo en Heráclito, Hölderlin, Nietzsche, independientemente que los separen siglos. Esto no depende del tiempo.
En este momento recuerdo lo que escribió Willam Blake que decía “Las prisiones están construidas con piedras de la ley; y lo burdeles con ladrillos de la Religión” Esto que resulta un poco hasta simpático, forman parte o son elementos con los cuales construimos la morada, la cáscara, la caparazón, de lo que realmente somos.
Creo que quién ve o presiente a este hilo conductor debería seguirlo, o por lo menos intentar seguirlo; en último caso como son las estrellas, hitos, referencias, desde las cuales un navegante puede conducirse, no sólo en el mar, sino también en su vida y hacer de esa vida su devoción.
No creo que este hilo conductor este solo en la poesía, pero eso si creo que la poesía es una de sus poros, de sus fuentes. Así como Maradona nació con el talento para fútbol; así también algunos hombres nacen con el ta - lento de la poesía, para los cuales en uno de su verso les decía Hölderlin: “ Bendice todo lo que te sucede y sé propenso a la alegría”.

Karigüe

PRÓXIMO CAPÍTULO: lunes 19 de Septiembre

Si ha leído este capítulo, me gustaría escuchar sus comentarios, enviando un mail a pensamientos@karigue.com.ar.
Gracias. Karigüe

viernes, 9 de septiembre de 2011

Poema - Él

estamos hecho de lo cercano
de todo lo cercano

pero vive en nosotros
lo que está más allá,
lo que todavía la imaginación
no ha creado

un respetuoso silencio
lo rodea
una profunda oscuridad
es su reino

hay fisuras
hay heridas
por donde la materia recibe
en donde el hombre es manifestación

una ave cruza tu cielo azul
es una paloma blanca
cuyas alas pareciera
que fueran nadando en el mar

lo que ves, te ve
lo que sientes, te siente
lo que sueñas, es él..

Karigüe

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Poema - Concentrada

como tenemos
casi, un mismo origen

pareciera que los afluyentes
tienen cosas en común

que cuando los encuentras
sientes que es la misma sangre
que circula

es tal vez una mirada
un roce, una palabra
una sonrisa

que sale al encuentro
de los dos
y nos une

luego la carne, el alma
y aún el espíritu
se regocijan

encuentros,
esos encuentros que no te puedes
olvidar

que si continúan o no
ya no importa

viviste una vida tan concentrada
llamada momento
llamada istmo..

Karigüe

lunes, 5 de septiembre de 2011

Libro "Común Unión" – Capítulo 3

ÓRBITAS

Sí miramos, no solamente miramos sino que contemplamos (es decir, con un cierto esfuerzo, como el esfuerzo que hacemos sin darnos cuanta para permanecer parados) a un grupo humano, ya sea éste una familia, un grupo de trabajo, en grupo de amigos, un equipo deportivo, etc.; podremos ver entonces la diversidad, sea cualquier el grupo.
El tiempo por lo general une, por lo general hace o permite que cada uno de los componentes se mimetice, que los puntos en común sean cada vez mayores.
Es verdad que cada persona es un mundo a parte, que tiene un universo dentro de sí, tan insondable es, que una vida no es suficiente para que la misma persona conozca sus rasgos importantes o principales. No es muy difícil entender ésta profundidad, porque cada uno lo sabe, lo siente y de por cierto se tiene miedo.
Una manera fácil de entender este tema, es comparar a una persona con un determinado país. Cuando decimos conozco ese país, por lo general decimos que conocemos a su capital, algunas ciudades, algunos pueblos, algunas carreteras, rutas principales; pero eso no es ese país, ese país es todas sus carreteras, todos sus caminos de ripio, sus caminos por donde solamente caminan las personas o los animales; es decir nos llevaría toda una vida intentar por lo menos recorrer ese país; imaginemos lo que sería un continente, la tierra en sí. Bueno, el hombre, el alma del hombre es todavía más inmensa que todo lo que inclusive podemos imaginar.
El milagro del grupo es que tiene raíces comunes, estratos oscuros que nos llevan de una manera inconsciente a hacer cosas, construir cosas que permitan, por ejemplo que se forme mundo. El grupo comienza siendo como una célula, la cual se relaciona (tiene la necesidad de relacionarse) con otras células, para ir formando, creando algo más grande, algo más superior. La globalización tan mentada en este nuestro siglo naciente, no es otra cosa que el resultado de éste mandato interior.
Es decir que como grupo, formado por un conjunto de personas, además de tener raíces comunes, de tener mandatos comunes; el grupo con el tiempo va echando otro tipo de raíces, raíces que no tendrían que ver, con esto común ni esto que es mandato. Las podríamos llamar raíces afectivas, “mientras más se conocen, más se necesitan”; es como si ellas fueran haciendo un entretejido social, como se le suele llamar a este tipo de relaciones. No fue en vano cuando Pascal nos dijo que: “Las costumbres es nuestra segunda piel” y además nos dejó una pregunta todavía no contestada: ¿La naturaleza no será una costumbre?.
Y éste trato frecuente del grupo, permite que se forme lazos afectivos, muchas veces son negativos, pero no viene al caso; este tipo de lazos nos retienen, nos amarran por así decir, nos van atando con leyes escritas y no escritas, costumbres morales, éticas, espirituales, etc., etc.
La palabra costumbre viene de costra, y la costra es algo que se forma, o mejor dicho que forma la piel después que ha sido abierta, después de una herida. Antes de la costra hubo una abertura, uno se abrió; en ese momento con seguridad muchos bichos que andan dando vueltas por el medio ambiente quisieron entrar, y en verdad algunos lo lograron, pero después el cuerpo reaccionó, y envió algunos cientos de defensores, que por lo general acaban con el enemigo, es decir con los invasores.
El cuerpo en sí, está formando por un conjunto de costras, es como un poliedro de infinitas caras, todas ellas fueron producto de la reacción de algo interno. Podemos ver por medio de nuestras ciencias como se forma la corteza de un árbol; como la savia que se produce en la semilla, es producto de que ésta semilla succiona del suelo el agua (puente de hidrogeno) y los demás elementos. En ella, en la semilla, se produce esta bendita savia que va convirtiéndose después en las hojas, en el trono, en las flores, en los frutos, es decir en piel del árbol.
Como habíamos tratado hace un tiempo; la savia de las plantas o vegetales se convierte en sangre en el animal. La savia nueva en el animal, ya no brota del seno de la tierra y se eleva para nuevamente volver en círculos tan grandes como el que tiene el agua al ser lluvia; ahora esta savia roja, a la que le hemos puesto el nombre de sangre, sé mueve, circula, en órbitas o círculos más cerrados, más estrechos, más almacenados en un cuerpo.
He aquí el corazón, este órgano capaz de hacer circular la savia roja por un cuerpo, haciendo circular el alimento, los elementos necesarios como para mantener encendida la antorcha de la vida, para mantener activo a este monumento móvil, a esta célula del mundo, de la humanidad.
El tema es ¿De donde viene la energía para hacer funcionar a este órgano? No hay duda del cerebro; pero da la casualidad que en el cerebro lo que hay es el líquido encefalorraquidio (99% de agua). Aquí podemos hacer un acápite y decir que el animal se mantiene en pie y puede caminar por muchas las razones, pero una importante es que el cuerpo humano, el 96% de este cuerpo esta formado por elementos muy livianos.
Es decir así como en la parte alta de la tierra, en su atmósfera se producen las tempestades, los rayos, los truenos y tantas otras cosas mas; como la ionización, que no se produce ni en el seno de la tierra ni en su superficie; así también algo similar se produce en el cerebro.
El rayo es producto del choque de dos nubes, es energía pura; energía natural convertida en un tipo especial de energía; como la que se produce en el cerebro, en donde también hay tempestades, reacciones químicas, físicas, eléctricas, capaces de generar otro tipo especial de energía, que llega al corazón y lo mueve, lo hace funcionar.
Y lo más importante lo crea; sí, si, así como cuando después que la tierra quedo cubierta de agua y por efecto del sol se formo la atmósfera; el agua quedó atrapada en un estado intermedio, en un estado gaseoso, en un estado de equilibrio de fuerzas, en una forma determinada.
El rayo nació de este intercambio de fuerzas, de luchas, luego cayó sobre la tierra creando el fuego; no como una forma nueva, sino como aquella forma que quedó almacenada en el corazón de la tierra, y que lo va perdiendo poco a poco hasta su muerte.
Las órbitas de la tierra, de la vida, de las plantas, superan tremendamente a la órbita de nuestro cuerpo, a la órbita que tiene nuestra sangre (80% de agua); pero hay otra órbita nueva en este universo, es la órbita del liquido encéfalorraquido (99% de agua), un líquido, un agua casi pura.
Cada órbita (cada cuerpo vivo) tiene un corazón; para no ir demasiado lejos, podemos decir que nuestro cuerpo tiene un corazón, los cirujanos lo conocen bien.
¿Cuál es entonces el corazón de cerebro? Con seguridad que lo tiene, lo que pasa que por ahora no lo podemos ver. ¿Será tal vez ese del que nos hablan los poetas? ¿Será la conciencia? ¿Será el yo? ó ¿Será que hay tantos círculos concéntricos alrededor de algo así como el ser?
¿El Ser?

Karigüe

PRÓXIMO CAPÍTULO: lunes 12 de Septiembre

Si ha leído este capítulo, me gustaría escuchar sus comentarios, enviando un mail a pensamientos@karigue.com.ar.
Gracias. Karigüe

viernes, 2 de septiembre de 2011

Poema - Desde ti

He soñado
pero percibo que solo
he recordado

esos parajes en el desierto
esos cielos iluminados por el
fuego aún vivo

y ese alimento que recibe la
tierra, el hombre
el alma, el espíritu

todo aún en formación

aún si ya haz emprendido
el camino de regreso

empinado nuevamente

pero es ahora como una ola que
vuelve, como un árbol que
entrega el fruto

disfrutas dando, abriéndote

siendo, pero ahora sí
desde ti.

Karigüe