lunes, 6 de julio de 2009

Libro “El Milagro” – Capítulo 1

"A partir del día de hoy comenzaré a publicar todos los lunes los primeros diez capítulos del libro "El Milagro". Este libro es uno de los cinco que he escrito en el último año. El resto de los libros, cuyos capítulos publicaré luego de "El Milagro" son: "El Lenguaje", "El Alma", "El Mundo", y "La Vida"."

Karigüe
.


UN RESPETUOSO SILENCIO

Es un viaje. Como en todo viaje uno se aprovisiona de cosas; pero en este no, debemos de dejar cosas, dejar conceptos, prejuicios, perjuicios; casi podríamos decir que es un viaje de niños. Miraremos al mundo, no digamos que va a ser de una manera imparcial aséptica, que seria lo que puede hacer un místico, un religioso; no nada de eso, lo haremos de una forma natural, hasta podríamos decir inocente.
El mundo es una realidad, nos guste o no, está allí enfrente de nosotros, lo podemos ver, escuchar, sentir. Está formando por varios miles de millones de personas; todos sus ellos piensan de forma diferente, aman de forma diferente y hasta se ríen en forma diferente; sin hablar por supuesto, de las razas, de los sexos, de las religiones. Es una constelación de astros cuyos rasgos principales no difieren demasiado.
El lenguaje es la sangre que une, que nos une, si bien hay varios idiomas; pero son las palabras, cántaros, canastos, que llevan y traen lo que queremos decir, lo que queremos, lo que necesitamos; lo que damos y recibimos.
Los traductores, los intérpretes, han hecho, han integrado de una manera tan espacial, que hoy al idioma del mundo, se ve como el río Amazonas, formado por miles de afluentes, pequeño ríos, riachuelos, para formar ese portentoso río, alrededor del cual se formó uno de lo más grandes pulmones del mundo.
Podemos hablar de un idioma del mundo; no solo porque ya tenemos personas que hablan varios idiomas, y además tendemos a unirnos, sino que nos estamos comunicando por algo maravilloso que son los símbolos, imágenes, que hemos adoptado, por ejemplo para el transito de vehículos.
Otro elemento sutil. Éste es como si estuviera debajo de nuestra piel, son los gestos, los gestos con las manos, los gestos de la cara, la danza, el baile. Es decir que de una manera u otra nuestro cuerpo habla, se comunica con otros cuerpos.
Hay como un nido dentro del alma del hombre, una caldera, un crisol, en donde se funde ha diario, las cosas que llegan desde el exterior, así las vayamos a buscar o lleguen a nosotros de una forma natural y aún inducidas e impuestas por los otros.
Las creencias, la fe, la fe compartida es una aglomeración alrededor de un centro catalítico, formándose así un cuerpo, una mente, capaz de las más grandes acciones y aventuras que la imaginación puede solo presentir.
Vemos las galaxias, esas nubes de estrellas, conjunción de astros alrededor aparentemente, eso nos dice las ciencias, de un agujero negro; alrededor de algo que ignoramos. Las fuerzas que deben ejercerse entre ellos para mantener esa forma, esa nube; no nos deben resulta extraño, ya que nuestras ciencias nos informan cómo se forma una nube; el sol calienta el agua, el agua se evapora y se eleva hasta una cierta altura en donde se aglutinan las pequeñas gotitas de agua y se forma la nube. Solamente como carácter metafórico las podemos comparar a estas dos formas femeninas: la nube y la galaxia.
¿No es así, ahora, el mundo, la humanidad?
Una nube, una galaxia, la humanidad. Lo veremos ahora al leguaje como una fuerza casi sutil, casi porque en realidad no es tan sutil, es la conjunción de los gestos, de los gritos, de las necesidades, de los deseos, de los miedos, etc., que han hecho posible formarse, crearse, esa sangre necesaria para que surja, para que nazca, para que aparezca, en el universo: el mundo, la humanidad.
Si pongo esto que estoy escribiendo ahora, en este momento, al aire, en Internet, es y va ha ser como algo que está flotando, que está en el aire suspendido como una gotita de agua, como una estrella, como un astro. Que alguien lo lea, es como un gancho, por algo se dice que lo bajan de Internet, lo bajan y lo digieren o lo tiran, lo borran.
¡Qué milagro!, por Dios, no solamente ahora en el Siglo de Platino nos comunicamos a través del habla, de lo escrito, de las imágenes, sino que podemos estar en contacto, casi instantáneamente, comunicarnos sin vernos la cara, sin saber el sexo, la edad, el color de piel, y ni siquiera las intenciones. Tenemos nichos que podemos compartir, como es por ejemplo la literatura, sin necesidad de aglomerarnos, de juntarnos con otras cosas, sino solamente la literatura.
Se conectan con un código que lo saben los que se quieren comunicar. Por supuesto que esto es nuevo y poético, ya están los controles, ya sean del poder, o del estado, que se encargaran del control, pero ha la vez nosotros estaremos algunos pasos más delante con otra cosa, o forma de comunicarnos.
Es decir que ésta libertad está siendo por un lado agradable y por el otro salimos de nosotros mismo y entramos en el mundo, aunque sin identificación; pero así como ahora nos reconocemos por las huellas digitales, por el iris de los ojos, por el timbre de voz etc., cada vez más se van a ir perfeccionando, no solo los medios de identificación sino de control también. Se dice que ya se tienen registradas, gravadas, todas las comunicaciones telefónicas del mundo, pero todavía falta procesarlas, es decir escucharlas e identificarlas.
Habíamos dejando con intención la fuerza del lenguaje. Es una fuerza poderosa la de los idiomas, una fuerza que sale de la necesidad de estar con el otro, de compartir cosas. Estamos sentados alrededor del fuego; el fuego es el lenguaje, otra forma de vida que estamos alimentando, que estamos entregando, por el placer, por la verdad.
Esto quiere decir que si bien construimos al mundo, recibimos de él su morada, su aceptación, su espacio, su estado.
Los miles de millones de células (que da la casualidad es casi el mismo número de galaxias hasta ahora registradas, es decir cien mil millones) con sus respectivos genes están allí presentes también, participando, manteniendo, sosteniendo a estos hombres que forman al mundo. Ellas y ellos han formado órganos, sistemas, miembros, y algunas se han convertido en luz, como las neuronas, las sinapsis, desde donde pareciera brotar los destellos, la luz, las ideas.
Esas mismas ideas que forman al mundo, se han elevado de sí, mejor dicho desde el cuerpo, desde el cerebro del hombre y ahora están hurgando el universo, los estado de la materia finita e infinita, las leyes, el orden, las naciones, los países, las naciones unidas, etc., etc.
Algo vivo no hay duda, podemos decir que los idiomas son vida, las ideas son vidas también.
Decía Harold Gelhen en su libro “El Hombre”: “La cultura es el resultado de la acción del hombre, de convertir la naturaleza en algo útil”
¿No es así también el arte? Algo útil para satisfacer necesidades; pero, pero aquí hay un espíritu que actúa, que convierte a la naturaleza en algo útil, que crea el arte para satisfacer una necesidad de carácter superior, pero necesidad al fin.
Su obra máxima, hasta ahora, es el lenguaje, algo acontecido por costumbre, por la práctica diaria, por poner nombres, por ahorro de tiempo. Un nombre es ahorro de tiempo a través de la identificación, así como lo es un símbolo; basta una imagen, un símbolo, para decir varias cosas.
Es el símbolo ahorro de tiempo a través de la precisión.
Llegamos así a un pequeño claro en el bosque. Vemos al lenguaje allí como lo que une: Por un lado un portentoso grupo de elementos que nos conforman y por otro lado a un espíritu hacedor.
Ahora para ser honestos, el espíritu hacedor, creador de los idiomas, de las ideas, de la cultura, del arte ¿No es la criatura, de este universo de seres que nos habitan? ¿A través nuestro? Es decir que ¿les hemos prestado el vientre? Ahora se alquilan, pero en el caso de nosotros es algo natural.
Somos transmisores de vida, no la imagen del Dios.
Creo escuchar desde hace tiempo el grito, el clamor, de todos los que en este momento me están conformando, están permitiendo que yo viva, que escriba. Es grito, casi como susurro al oído, como dije de casi un niño, me dice: ¡Rostro prematuro!
Bueno dicen que la justicia triunfa casi siempre. Por lo menos con la imaginación hagamos… un minuto de silencio, no para alguien que murió, sino un minuto de silencio respetuoso para quienes son nuestros creadores, nosotros solamente unos buenos colaboradores.
Bendigo ha lo que soy, pero más aún por lo que soy.

Karigüe

PRÓXIMO CAPÍTULO: lunes 13 de julio

Si ha leído este capítulo, me gustaría escuchar sus comentarios, enviando un mail a pensamientos@karigue.com.ar.
Gracias. Karigüe

No hay comentarios: