lunes, 22 de octubre de 2012

Libro "Z" – Capítulo 7


SABOR
Las cosas del poder: el orden, las relaciones, las posibilidades, las oportunidades, etc., es un conglomerado de cosas, de situaciones cambiantes, que son tan errática y tan imposible de ser calculadas, como lo es una tormenta, un huracán, con la similitud también de que es difícil, de prever sus consecuencias, más aun su resultado.
La naturaleza de la mente es una copia de lo que está afuera, del medio ambiente, de lo que nos rodea, de lo que está afuera de nuestra piel; pero no la que cubre nuestro cuerpo sino la que cubre a nuestra alma: la piel del alma.
La naturaleza como costumbre, la naturaleza como experiencia. Lo almacenado, aquello que se va formando por lo vivido, que se va modificando de acuerdo a las necesidades, de acuerdo a lo conveniente; para poder existir, para poder estar, para poder comprender. Es decir la naturaleza como resultado de la experiencia de estar, del estar de algo en la tierra.
Imaginémonos el origen, el primer elemento, el primer ADN existente sobre la tierra; podríamos algún día ir un poco mas lejos y encontrar el eslabón perdido, aquel que hace, que permite, que lo inmaterial, que lo inorgánico se convierta orgánico. Que no debe ser muy diferente a cuando la tierra, el agua, los nutrientes se convierten en savia, que permite que el árbol sea; pero como todavía nuestro desarrollo no ha llegado allí, tenemos que comenzar por el ADN.
Imaginemos entonces que nuestro primer ADN el LUCA, sale a lo exterior, se encuentra con un clima hostil, al cual se tiene que adaptar, pero este clima hostil existe y está y vive con lo del alrededor; por no decir rodeado por fenómenos cercanos y lejanos que lo están modificando constantemente, pero que es dócil, esto quiere decir que es solo consecuencia.
Pero nuestro LUCA tiene una particularidad, recuerda, almacena recuerdos que después le van a servir; de los cuales él se va servir, no sólo para dar respuestas sino para alimentarse como los hacen los rumiantes.
El LUCA además se multiplica o sea que se expande como elemento similar, como elemento semejante; sí bien el trata de repetirse de forma similar, el medio que le toca a cada uno de sus descendientes es diferente por lo tanto, tiene que tomar la forma y adaptarse a esos diferente medio, es decir a sus otras mitades.
En este multiplicar, en este almacenar, se produce otro fenómeno interesante que es el siguiente: este ser vivo es caníbal, aunque ya nació, mejor dicho se hizo presente, mejor si decimos que es de esta forma y no de otra, éste ser necesita de los demás para vivir, para estar, ya sea físicamente, químicamente. Más adelante veremos que psíquicamente, socialmente, etc.
Es decir que el ser, para darle un nombre a esto vivo que se repite y se almacena, es devorador, es caníbal, necesita alimentarse. Además del agua, su principal elemento que lo forma, necesita de otros elementos que han ido teniendo, por así decir, sus antecesores.
Es decir que la vida como ser presente sobre la tierra es un conglomerado, es un ser que se erige de sí y sobre sí mismo, sobre ascendientes. No es poético sino practico decir, que nos erigimos sobre la montaña de huesos de nuestros antepasados, mejor hay que aclarar que esos huesos, son los que nos hemos comido o sino directamente a través de nuestros antepasados.
Es muy interesante ver a ese tipo de araña, que cuando esta embarazada, come y come hasta tomar dimensiones importantes, luego pare y sus crías se alimentan de ella.
¿No habrá hecho eso la tierra, también? ¿Nosotros sus hijos, no nos estamos alimentando de ella, no la estamos consumiendo?
Y así nos podemos remontar hasta el big-bang. ¿No será que este nuevo ser llamado universo, se esté alimentando de otro ser superior, otro ser anterior, consumiéndolo? No me sorprende ésta idea, ésta imaginación proyectada, porque lo siento así.
El tema es cuando nos acercamos, cuando nuestra lupa, mejor dicho nuestra mente comienza a ver adentro de nuestro cuerpo.
Lo que ve son órganos, cada uno cumple una función, pero para llegar a donde hemos llegado, desde aquel LUCA hasta este mono que piensa ha pasado mucho tiempo, a tenido que pasar mucho agua debajo del puente.
Ríos de sangre, de prueba. Hay un escritor francés que se pasó gran parte de su vida recolectando piedras que tengan semejanza con los órganos del cuerpo del hombre, y en verdad lo logró. El nos dice que la naturaleza, paso mucho tiempo haciendo moldes, moldeando lo que después seria el cuerpo de uno de sus criaturas más bellas, como cosa bien hecha, nos guste o no.
Decimos en este caso la naturaleza; pero a la vez comenzamos a decir que la naturaleza es una costumbre, el hombre también. Pero aquí esta la pregunta ¿costumbre de quién?
Es decir que hay algo, hay alguien, que está experimentando, que está siendo, que está tomando formas, diferentes para asegurarse, para asegurar su presencia sobre algo diferente, sobre algo que existe mucho más tiempo que él.
No es que lleguemos a los opuestos, sino además de los opuestos, a los opuestos con sentido, es decir una cupla que se relaciona.
Que juega, si se podría decir así, y que a través de ese juego se avanza, como si se avanzara en el sentido de un tornillo, de una espiral.
No creo que haya dudas a esta altura de nuestro conocimiento, sobre nuestro desarrollo, sobre este mejoramiento continuo. Sé hacen mejor las cosas, los seres humanos son más bellos, más acabados, aún con sus imperfecciones o cosas por mejorar.
Somos solo una forma posible, fue lo que hasta ahora pudimos ser. Pero como también lo vemos ya sea en los animales (desde donde hemos brotado) y en los vegetales. Ellos también se modifican, también están dentro de esta espiral que avanza.
La pregunta se vuele a plantear así ¿Hacia a donde vamos? ¿Qué es el que avanza?
Estamos dentro del mismo bote. Lo vivo, para incluir solamente lo orgánico está como entrelazado, unido a lo inorgánico, necesitamos de ellos, es nuestra otra mitad. Así debe ser para aquello que está y aquello que está siendo. El tu y el yo. El universo y el vacío, lo orgánico y lo inorgánico.
Todo un conjunto de células, de elementos que unidos desaparecen y que separados hacen estallar, saltar, un arco eléctrico, la luz, el calor. Alrededor de ese calor y luz, alrededor de ese fogón nos sentamos, conversamos, hablamos, pensamos, opinamos; y por que no, nos divertimos.
Una sonrisa, una risotada, nada más. Luego el silencio, la oscuridad, aquello desde donde hemos brotado, aquellos desde donde somos, desde donde brota nuestra vida, nuestra savia, nuestras palabras, nuestras ideas; sólo, sólo para consumir el tiempo, beberlo como cuando se bebe una copa de vino, se disfruta el sabor: su bouquet..
Karigüe

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Gracias. Karigüe

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