lunes, 10 de octubre de 2011

Libro "Común Unión" – Capítulo 8

NADA

Corazón de piedra, se suele decir de alguien que no quiere a nadie, que no ama a nadie; pueda ser, pueda ser. Este tipo de personas tiene enfrente al vacío; por lo general son personas que se dedican al pensamiento, a la razón, a tratar de saber qué es esto que no esta sucediendo. Algo opuesto es el cariño, una niebla que se posa delante de todo ser humano, y en la cual por lo general nos socorremos.
Su mirada es cada vez más fría a medida que se acerca, a medida que permanece más tiempo en el muro del silencio, en el oscuro manto que cubre al conocimiento. Los pensadores son seres casi estériles, la única creación es su mente.
El amor los motiva, y luego ese mismo amor en su retirada les deja el vacío; en donde por lo general construyen su obra o se desvanecen.
Son cosas que tiene la vida, son sus contradicciones. Ella elige a algunas almas para ella, para que la describan, para que la muestren, para que le canten. Les da el néctar, un néctar puro, de puro placer, pero pide de ellos su vida, su existencia.
¡Sí sólo se trataba de vivir! ¿De donde brotó ésta herida abierta? ¿Por qué razón la vida nos trajo de tan lejos sólo para hacernos sufrir? Se puede llegar a pensar todo lo que puede pasar; pero es poco para lo que pasa. ¡La vida tiene más imaginación aún en esto, aún cuando es dolor!
“La vida tiene que continuar, tiene que seguir, quedan todavía seres a los que amas, a los que cuidas ¿Por qué renunciar si hay tanto por hacer? Te equivocaste es cierto, pero también tienes derecho a remendarte. Entonces continua, avanza, por ese camino que has emprendido, que tal vez no es para los seres cercanos sino para todo hombre que estén sufriendo, que tenga las misma heridas que tu tienes ahora”
Se escucha decir tanto de esto, se lee tanto sobre éste tema, que cuando uno lo escribe no sabe si es por placer o por desahogo. Es necesario la representación, poner en escena, ponerlo sobre un papel, para verlo afuera de nosotros, como si le estuviera pasando a otro.
Es así una de las formas como para ver y comprender lo que somos. Las personas que solo viven las cosas son felices, las personas que la piensan se pierden, porque el pensamiento no tiene corazón, no hay sangre que retorna, toda sangre se pierde en el desierto, en ese circulo inmenso, que una vida no alcanza para recorrerlo.
Por mas que los poetas nos canten sobre la libertad; cada vida tiene su forma en la cual logra su plenitud. Esa forma es parte del conjunto que la toma en su real medida.
Por más que pataleen se hará lo que tiene que hacerse. Por un lado; ¡Serás lo que tienes que ser o no serás nada!; y por el otro, recuérdalo bien: ¡Todo hombre consigue lo que profundamente desea!
Tantas palabras, tantos pensamientos para decir que la vida, lo que nos ha otorgado hacer la vida, se cumplirá. Esto no es fatalismo, es realidad. Los genes, cada gen tiene una función, tiene una misión que cumplir, que realizar, que ejecutar. Inclusive el incremento, ese delta, que hace mover una turbina, ese rayo que brota desde la tormenta, en las nubes, e ilumina todo su alrededor; son productos naturales por cierto, pero a la vez son consecuencia de un movimiento original, que continúa, que se expande en el vacío, en ese plasma - vacío, el vientre del universo.
Creo en el movimiento original. Creo en todo cuanto en mi corazón se pose porque es él parte de ese primer movimiento. Un rezago, un residuo, que late, un movimiento armónico, un movimiento tal que nos recuerda aquel que cruza, que pasa, por la materia; esa energía, aquello que es el espíritu, el verdadero espíritu: el amor. Aquel amor con el que los dioses todavía nos mecen, nos hacen llegar su presencia, su presente, su regalo: la vida.
Andamos deambulando por nuestra propia ignorancia y: “…nada es verdad, todo es imaginación / rodéate de rosas, ama, bebe y calla / lo demás es nada”. Esto fue lo que Pessoa nos dejo como legado.

Karigüe

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Gracias. Karigüe

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