lunes, 12 de septiembre de 2011

Libro "Común Unión" – Capítulo 4

ÓRBITAS

Un hombre moderno, actual, de nuestro tiempo, tiene frente así un banquete, pero aparentemente le falta tiempo para vivir actualizado, con todo lo cultural, científico, político, económico, deportivo, y tantas otras cosas útiles y no tan útiles que nos rodean. Todas esas cosas están al alcance de nuestras manos, muchas de ellas nos afectan, es decir requieren de nuestra atención y dedicación; para que logremos ser personas, ciudadanos, miembros de este nuestro mundo.
Por otro lado está creciendo nuestra capacidad de comprensión, de entendimiento. Creamos herramientas para poder entender, para poder acceder, retener, etc. Ésta es una carrera armónica, en la cual crece el mundo, el mundo es cada vez más ancho y ajeno, pero a la vez crecen nuestras mandíbulas, nuestro estomago etc., para digerir los cambios, las cosas nuevas que se están creando Es decir la vida sigue siendo una fiesta, pero una fiesta cada vez más grande, más ancha, más profunda; pero aquí lo importante: en todos los sentidos, en todas las direcciones.
Si bien podemos intentar comparar nuestra realidad, con la del pasado; pero lo debemos de hacer solo como referencia; inclusive la de carácter filosófico, de comprensión de nuestra existencia. Ahora nuestra realidad requiere otras preguntas, otras hipótesis, otras teorías, otras respuestas, otros intentos de respuesta por lo menos.
He buscado, tal vez con no mucha dedicación, nuevas respuestas, nuevas ideas sobre nuestro mundo, sobre nuestra realidad, sobre nuestro universo, y lo único que he encontrado es informes periodísticos, o algo similar, pero no una respuesta cono la de Nietzsche, o la de inclusive Descartes; todo lo que he visto en los autores de nuestro tiempo, solo imitaciones de aquellos buzos del pensamiento humano.
De los que he podido leer, lo que más me ha gustado como contemporáneos son: Heidegger, Gademer, Foucault, Deleuze, aunque estos dos últimos están como patinando.
Heidegger, tiene algo de Kant, algo de Nietzsche, de Leibniz; pero pareciera que se empantana, en las orillas de lo griego y del renacimiento; un Holderlin, un Paul Celan (en forma personal) influyeron sobre las alas que aparentemente le crecen por momentos (se puede ver esto es su poesía). Los veo con más claridad a los poetas, como más explícitos, más visionarios de la realidad.
En la antigüedad los poetas (los presocraticos) fueron los que fundaron al ser del hombre, solo después los postsocraticos lo describieron, explicándolo.
Ahora en nuestro tiempo es como si estuviera mezclado, tal vez no tomamos distancia para poder comprender estos ciclos, estas olas, u hondas. El siglo XX fue un siglo prolifero en poetas; tenemos a Rielke; Tralk, Stefan George, Paul Celan; Godfried Been, y el que sobre sale es Holan. No veo o por lo menos no he leído a poetas latinos o de habla inglesa que me conmovieran; ni Salinas, ni Hernández, ni Blas Otero, tal vez Pessoa fue el más profundo de los latinos y también por qué no Vallejos; pero no creo que hayan llegado al nivel de los de habla Germánica.
Solo en este campo particular hay tanto escrito, tanto por leer, entender, digerir, que nor – mal – mente, tenemos que apelar al gusto, a lo que a uno le conmueve.
Es verdad que uno se podría dedicarse a la poesía, volverse especialista; pero por ejemplo se podría perder la obra de un Bill Gate, o de un Linus Estorbal, o dejar de ver y maravillarse de una jugada de Maradona, o lo de disfrutar de las herramientas que nos da la computación, con su internet incluido, o de los espectaculares descubrimientos de la microbiología y de las robótica etc., etc., es decir que tenemos un banquete como ningún ser humano sobre la tierra a tenido alguna vez.
Tenemos un caso tan claro, el de dos que fueron contemporáneos, Goethe y de Hölderlin. El primero un hombre amplio, culto, biólogo, político, poeta, filósofo etc., fue una de las bases de la cultura moderna Alemana; sin embargo después de casi dos siglos la humanidad descubre a Hölderlin, un poeta marginado, alejado de todo mundo cultural, que vivo más de treinta años en un altillo de la casa de un carpintero como ayudante. Ahora los dos son de talla universal, pero más aún el último.
Mi camino elegido es el límite de la frontera (el nombre de un libro mío), y desde este altillo móvil puedo elegir a Heraclito, a Holderlin y a Nieszche, como las rocas que sobresalen para cruzar el riachuelo, que me permite estar en el otro lado de la orilla y desde ahí escribir.
Lo que trato de decir en mi primer libro “Comenzando … (el gurca)”, es el intento, o es el comienzo del intento a escribir de una manera atrevida (gurca), lo que desde mí a brotado, al leerlos y elegirlos como semillas sobre mi mente, sobre mi alma. A este cultivo lo cuido, lo atiendo casi devotamente, es lo que después vierto sobre las paginas, sin ninguna pretensión, salvo la del placer que me causa este ver cristalizado sobre un papel, lo que en mi es lava ardiente. Es un Camino (segundo de mis libros) desde donde estoy construyendo mi obra.
Dos cosas considero importantes, una es la de elegir un camino, la otra es de pararme y desde este mojón, ver a mi alrededor, a mi interior y describir lo que veo, esa es mi única obra, mi única verdad que trato de expresar.
La continuidad está, el hilo conductor se puede ver a lo largo de la historia. Es como si una savia creciera, brotara, avanzara por el tronco de un árbol. Este tronco tiene ramas, hojas flores, etc.; pero hay un hilo conductor de avanzada, es como si fuera la médula de ese cuerpo, es como si los otros hilos lo único que harían fuera proteger, custodiar, y permitir que el hilo principal avance y sea; porque él contiene todos los elementos que los demás hilos consumen.
Inclusive a las ciencias las veo como hilo colateral, a la belleza también; eso que avanza lo veo en Heráclito, Hölderlin, Nietzsche, independientemente que los separen siglos. Esto no depende del tiempo.
En este momento recuerdo lo que escribió Willam Blake que decía “Las prisiones están construidas con piedras de la ley; y lo burdeles con ladrillos de la Religión” Esto que resulta un poco hasta simpático, forman parte o son elementos con los cuales construimos la morada, la cáscara, la caparazón, de lo que realmente somos.
Creo que quién ve o presiente a este hilo conductor debería seguirlo, o por lo menos intentar seguirlo; en último caso como son las estrellas, hitos, referencias, desde las cuales un navegante puede conducirse, no sólo en el mar, sino también en su vida y hacer de esa vida su devoción.
No creo que este hilo conductor este solo en la poesía, pero eso si creo que la poesía es una de sus poros, de sus fuentes. Así como Maradona nació con el talento para fútbol; así también algunos hombres nacen con el ta - lento de la poesía, para los cuales en uno de su verso les decía Hölderlin: “ Bendice todo lo que te sucede y sé propenso a la alegría”.

Karigüe

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Gracias. Karigüe

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