lunes, 1 de agosto de 2011

Libro “El Corazón" – Capítulo 8

SENTIDO

Tenemos muros, espacios, casi intransitables, que nos separan, que hacen de nosotros unos seres aislados, incomunicativos, malhumorados, envidiosos, por no decir malos. He aquí las palabras de Holan: “¿El hombre seguiría siendo malo si nadie lo ve?
Es el otro que está enfrente, el que nos juzgue, el que nos da la medida, el “molde”. Comenzamos por la familia, el colegio, luego el trabajo, la sociedad en fin, como fin.
No solo que vemos y juzgamos, sino que hay una necesidad en cada uno de nosotros por ser vistos, por ser tenidos en cuenta; ya sea en una minúscula tarea o el más grande de los proyectos.
Cuando miramos al horizonte, él está abierto, sus 360 grados es como si fuera una línea circular entre la tierra y el cielo; luego tenemos imágenes tomadas desde un satélite y vemos a la tierra redonda, un globo, un astro; tenemos así la conciencia de que el horizonte que vemos es solo una visión, una imagen captada por nuestro sentidos; que si hay, que si tenemos horizonte, este es el vacío, aquello que envuelve a la tierra, al universo, al cosmos. Vacío como aquello que no tenemos, que no somos, que no podemos alcanzar, que no podemos llenar; es como una reserva como una cuna en donde nos mecemos.
Allí pareciera que no existe el tiempo, que el mismo tiempo se desliza, se destila de lo que pasa en él; como si ríos de sangre, de vida, salieran de él cruzarían al universo, a la tierra, a el corazón del hombre; y, luego volvieran, volvieran a ser vacío.
Esas ideas, esos pensamientos, esos sentimientos, percepciones, sensaciones, fantasías, que brotan de nosotros, serian solo ecos de esa otra vida que llega a nuestro corazón y desde el se va, desde el vuelve.
Por eso cuando vemos al horizonte, desde donde estamos, lo contemplamos como un anillo abierto; como algo que, adonde vayamos nos desprendemos de nosotros, de nuestro ser y nos perdemos; pero no por eso dejamos de buscar, dejamos siempre de partir de nosotros mismos en busca del irremediable vació; de esa soledad incierta que espera que volvamos.
Estamos solos; pero es aquí sobre la tierra en la que nuestra existencia es real, nítida, tenemos seres enfrente de nosotros, y los amamos, y aun somos malos frente a ellos, los castigamos, por lo general por cosas que no han hecho, simplemente por el miedo que tenemos a ese ancestral miedo que es el vacío.
Es aquí en la tierra en donde tenemos esos sentidos que nos hacen capturar, que nos hacen poseer, cosas, cosas placenteras. Con esos tentáculos que nos hemos fabricados nos vamos devorando a las cosas tratando de encontrar allí lo que buscamos, un sentido, una razón, que no existen, ni existirán.
El sentido, el camino, es aquel, que está entre el vacío y nosotros, es decir en entre el Ser y nuestro ser.
Y ese sentido lo capta nuestro corazón; siempre ha sido así, a un en los tiempos que hemos creído tener razón.

Karigüe

PRÓXIMO CAPÍTULO: lunes 8 de Agosto

Si ha leído este capítulo, me gustaría escuchar sus comentarios, enviando un mail a pensamientos@karigue.com.ar.
Gracias. Karigüe

No hay comentarios: