lunes, 8 de febrero de 2010

Libro “El Alma” – Capítulo 6

MUNDO ESPIRITUAL

Se escucha frecuentemente decir: “Las galerías del Alma”. Es como si uno hablara o quisiese decir cuando habla, que el alma está formada por una serie de galerías subterráneas, andariveles, como si sobre algo se haya formando una cueva de topo, que una vez adentro uno se pierde.
Parece como si el alma fuera un cuerpo esponjoso capaz de almacenar, de contener cosas, que las sumerge dentro de sí, las guarde, para cuando llegue la ocasión. La verdad no es muy errada una concepción así, ya que guardamos y no sabemos a donde, decimos en la memoria, pero ¿donde queda la memoria? ¿En el cerebro? Pareciera que sí, que está dentro de las neuronas, en las sinapsis.
Pero en realidad este espacio debe ser inmenso como para guardar la historia de la persona y porque no la de la especie también.
En realidad deberíamos hablar como memoria, una parte, un órgano, que se comparte entre el cuerpo mudo y el alma, sí es posible hacer esta división. La memoria del cuerpo mudo está en cada gen, en cada célula, en cada órgano, sistema, que lo conforman; siendo el cerebro un órgano coordinador, por qué no decir como un jefe, un gerenciador del cuerpo mudo. Debe ser una memoria inmensa, si contamos la cantidad de células y de genes, con los cuales está constituido, es como lo que se puede almacenar, valga la comparación, en un disco rígido de una PC.
La memoria Ram seria la mente, parte del alma, lo que está a la mano, en la superficie.
Pero aquí entran los sueños, las fantasías, las percepciones, pensamientos, sentimientos, la bendita afectividad.
La verdad que se entra en un mundo en donde es difícil separar; pero tenemos que hacerlo. Hasta no hace mucho tiempo, no teníamos ni idea que el cuerpo estaba formando de órganos, hasta que nos atrevimos a abrir y he ahí nos encontramos con otro mundo.
Tenemos, por lo tanto, de hacer sí o sí ésta división, ésta separación.
Comencemos. El alma es todo aquello que puede ser expresable, no quiere decir que se exprese o no, se dice solo que puede ser expresable a través del habla, del lenguaje, de los gestos; de lo que es expresión del cuerpo.
Vamos bien. Ahora el alma también es la que nos permite pensar, sentir, conmovernos, es como una zona, un órgano que nos permite registrar, relacionarnos, con el mundo exterior y a la vez convivir con aquello que está en ningún lugar, pero que está ahí dentro de nosotros: el ser, nuestro ser, el ser ahí.
El alma como puente, como un puente colgante, en un extremo el ser ahí y en el otro el mundo, los otros, simbolizados por el ser allí.
El ser allí es realmente físico, como nuestro cuerpo, y además tiene alma, formada por el conjunto de seres semejantes. Pero el ser ahí es algo no posible de ser pensado, porque es en sí el pensamiento mismo, el alma allí tiene una función casi sacerdotal, pasiva, como quien esta dentro de un templo y solo se trata con lo que está en el altar a través de los ritos, uno de ellos es la meditación.
Podríamos hasta decir, que el ser allí y el ser ahí, son las alas del alma. El alma compuesto por eso poroso y con dos alas; pero además ésta alma intenta y por cierto con buen existo: volar. Bueno en sí el vuelo es el espíritu. Cuando esa alma esta volando a eso hemos llamado Espíritu.
Ahora veámosla en el futuro, podemos decir que ella está en manos de ese ánimo, de su espíritu, del espíritu; por donde y adonde además cabalga la evolución, es decir tiene un futuro abierto.
El pasado es como el lastre, una carga pesada, pero que además cumple la función de combustible, ya que es como el lastre de un barco que cuando está sin carga, le permite hundirse, así la hélice puede moverse en el agua, logrando el impulso necesario para navegar.
Lo interesante es el hoy del alma, lo presente, ese equilibrio inestable y constante que tiene que lograr para estar, para mantenerse.
De alguna manera el cuerpo es milenario, es realmente un animal que puede hasta cuidarse así mismo; pero, pero este animal ha entrado en sociedad con los otros, con los demás y tiene que cumplir reglas, tiene que saberse comportar, tener educación y cultura. Bueno aquí se puede ver la función del alma, como la parte del cuerpo que lo hace convivir con los demás.
Pero a la vez sobresalir, y no hay otra manera que subirse al carro del desarrollo, de la evolución, y estar alerta, pendiente, atento a lo nuevo.
No es muy diferente a cuando las cosas lo hacen sobresalir, lo hacen hacer notar la diferencia. Bueno aquí tiene doble sentido, uno es el de hacerse notar y el otro es un placer, ya no del cuerpo sino del alma.
Este ser que está brotando, por así decir, del cuerpo, está teniendo sentido, está sintiendo, es casi como un Canciller en el mundo, el país quedo un poco atrás, está un poco lejos, lo que hay ahora en el mundo son almas, presencias, representantes. Bueno eso es el alma.
Podemos ver cómo de la tierra brotó la naturaleza; la planta luego el animal, el animal que piensa, el alma; y vaya a saber que más vendrá; pero no hay duda debemos dejar la puerta abierta porque de una manera u otra vendrá lo otro, es cuestión sólo de tiempo.
Viéndolo así no nos debe sorprender que digamos, que el alma está brotando del cuerpo. Aunque todos se necesitan, pero ya tienen una individualidad, pero además así como el animal rompe el cordón umbilical y deja de alimentarse por medio de la savia y cierra el círculo formando un corazón, que aunque sigue alimentándose de la tierra, pero ya es un astro; bueno así también el alma ya es un astro, si consideramos al cuerpo como un astro también. Dos astros por así decir relacionados, pero astros al fin.
Ahora no nos debe sorprender lo que decía Descartes: “Pienso luego existo” “Siento luego existo” Porque en sí se está identificado como alma y ahora también distinto de las partes del cuerpo como son los genes.
Otra cosa más, sabemos que alrededor de la tierra se producen tormentas rayos, truenos, relámpagos, es en su superficie, es la tierra en sí, pero casi como su piel, una piel que se está yéndose. Como habíamos dicho, es el agua que se quiere ir.
Ahora en el cerebro del hombre se producen las ideas como los rayos, retenidas por el cráneo, dentro del cuerpo, de ese cielo invertido que es el cráneo; pero no deja de ser parte del cuerpo.
Al no poder seguir un sentido, una dirección que indica la vida, la evolución, se sumerge en un mundo virtual, en otro mundo, el mundo de las ideas, de las fantasías. Es otro mundo en realidad, un mundo subterráneo creado en esa galería; pero en los otros también está pasando lo mismo; es decir que el mundo también tiene alma. Por lo tanto además del mundo real de las relaciones hay un mundo subterráneo, virtual, mundo de ese vuelo del alma: el mundo espiritual.

Karigüe

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Gracias. Karigüe

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