jueves, 28 de febrero de 2008

Poemas Celebres - Paul Verlaine

La Delicadeza

A los dioses y a los héroes nos igualan y
al lograr que seamos los únicos dandis
conviertes nuestro orgullo en cumbres radiantes
dejando de ser foco de incendios turbios.

Astro vivo de suaves rayos, brillas y luces
en el horizonte sombrío de una honda tristeza,
gracias a ti nos estima del Dios celoso,
¡la elegida flor del bien, Delicadeza!

Tanta altivez tienes, tanto púdico pudor
que imposible te resulta ruborizarte,
venciendo por tu ardor sereno,
virgen que todo supo y pacifica guerrera.

Música del alma eres y perfume de lo espiritual,
virtud que sólo es un nombre, pero del ángel,
noble dama que hacía el sonriente cielo guía
nuestro inmenso esfuerzo apartándolo del fango.


Arte Poético

¡Ante todo loa música, con
primacía el verso impar,
más suelto y más libre en su vuelo,
sin ningún peso o afectación.

Precisas elegir palabras
con su corona de vaguedad:
hermosa es la canción gris
que junta a lo Ambiguo y a lo Preciso.

Es como hermosos ojos tras un velo,
con la luz temblante del mediodía,
como un cielo de suave otoño
con aleteo azul de estrellas claras!

Ansiamos además Matices,
¡no el Color sino lo Matizado!
¡Sólo así se armonizan sueños con sueños
y flautas con caracolas!

¡Huye siempre de chistes torpes,
de Burlas crueles y de Risas impuras
que al mismo azur hacen llorar,
huye del aderezo en la bazofia!

¡Estrangula a la elocuencia!
Y bien harías, con energía,
en aplacar la Rima,
si la descuidas, ¿adonde te llevará?

¿Quién dirá el daño de la Rima?
¿Qué niño sordo o qué negro alocado
nos forjaron esa bisutería
tan falsa y hueca bajo la lima?

¡Música, ahora y siempre!
Preocúpate del verso, de sus alas,
y que se les vea irse desde su alma
hacia otros cielos, a otros amores.

Que en los crispados vientos del día
sea tu canto la buena nueva esparcida,
que a menta y a tomillo huela…
lo demás es sólo literatura.


Claro de luna

Delicioso paisaje es vuestra alma
con el canto de máscaras y disfraces
que tañen sus laúdes y bailan aunque
tristes bajo sus ropas multicolores.

Esos seres aunque en modo menor canten
al amor victorioso y a la vid oportuna
no parecen creer en su felicidad
y unen sus cantos al claro de luna,

Al sereno, triste y hermoso claro de luna
que hace soñar a los pájaros en los árboles
y sollozar de éxtasis a los altos surtidores,
esbeltos juegos de agua entre los mármoles.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

último verso:
entre los mármoles! no árboles. (Marbres, ne pas arbres)

Karigue dijo...

Gracias por la corrección.