lunes, 1 de septiembre de 2008

Poemas Celebres - Emily Dickinson

“Transparentemente profunda,
nos lleva
nos mece
con sus suaves versos
hasta dejarnos
en lugares que sólo
ella pudo estar.” Karigue


Poemas de su libro Poemas

SABOREO UN LICOR COMO NUNCA LO HICIERON

Saboreo un licor como nunca lo hicieron
en los jarros con perlas es servido.
Ni con todas las tinas del Rhin podrá lograrse
alcohol parecido.

Estoy ebria de aire,
bebida de rocío, y voy con pie inseguro,
en estos largos días de verano,
por posadas de azul fundido y puro.

Cuando los dueños echan la abeja que a la puerta
de alguna digital parece adormecida,
yo querré más bebida.

Hasta que agiten ángeles sus sobreros de nieve
y los santos acudan corriendo a la ventana,
para ver, pequeñita, a la beoda,
que en los rayos del Sol se está apoyada.


ES LA ESPERANZA EL SER CON PLUMAS

Es la esperanza el ser con plumas
que se posa en el alma
y sin palabras su canción entona
y ya nunca se calla,

y es más dulce su voz en el gran viento.
Habrá de ser muy dura la borrasca
para abatir al pájaro chiquito
que a tantos dio su llama.

Oí su voz en las más frías tierras
y en el mar más extraña,
pero nunca en los días de miseria
me pidió una migaja.


RECORRIMOS GRAN PARTE DEL CAMINO

Recorrimos gran parte del camino.
La extraña encrucijada
en el ruta del Ser estaba cerca:
Eternidad se llaman.

En torno a nuestros pasos surgió el miedo de pronto;
los pies iban más lentos.
A lo lejos había ciudades, pero antes
el bosque de los muertos.

Para retroceder era ya tarde:
a nuestra espalda una cerrada senda;
delante, enarbolaba la Eternidad su blanca
bandera y Dios estaba a cada puerta.


SUAVE, SIGUE AL SOL LA MARGARITA

Suave sigue al Sol la margarita,
y cuando ha terminado su paseo de oro,
a sus pies se acurruca, tímida. Y él despierta
y ve la flor cercana.
“¿Cómo has venido por aquí merodeando? Dime.”
“Porque el amor es dulce”, le contesta.

Tú eres el Sol, la flor somos nosotros.
Perdónanos si, cuando ya declinan los días,
furtivamente a Ti nos acercamos,
con enamoramiento del ocaso que huye,
de la paz y del vuelo y de la amatista,
y de lo que la Noche puede darnos.

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