nos faltan sentidos
porque tal vez con los que tenemos
nuestro estomago está pleno
pero el espíritu , como un águila
ya está esperándote en la roca alta
es como una ventana
que al abrirse muestra
otros mundos, otras cosas
aún no vividas,
a cada paso, en cada paso
crujen las cosas en las que
entramos
vivir es compartir,
como si así lo de adentro
se vuelve a encontrar con lo de afuera
como aquello hijos pródigos
que no se vieron por mucho tiempo
se vuelven a encontrar
ya no se reconocen
pero aún se aman
la niñez nos une
porque fuimos uno
después, un movimiento espiralado
sin destino.
Karigüe
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