mundo sobre tus hombros
¡Ay pequeño Atila!
todavía se escucha los cascos de
tus caballos sobre el mármol de
los romanos
piel de serpiente que cambia
de forma y colores, pero nunca
deja de ser serpiente
mundo, humanidad, ¡cómo
nos desprendes! como escamas
de tu piel
y si aún se enrosca alrededor
de su vientre, aún así será
clavada sobre la cruz
el abrazo es algo prematuro.
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