sentir la brisa del viento cuando
pasa ente los árboles robándoles
su perfume
aún en la multitud, viendo sus
rostros; sus ojos , como estuvieran
devorando con ellos a lo que los
rodea y los contiene
pequeños caníbales aún, mientras
el cielo y la noche les entregan
sus dones, que no ven por lo
tanto ignoran
ellos nos abren las cosas con
su luz y de noche nos abren
a lo que somos ya
constelación de una galaxia
estrellas que sueñan.
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