se forma en la alta montaña y
baja como un río invisible,
arrastrándonos, separándonos
luego nos vemos desde lejos y aunque
extendemos nuestros brazos
no nos podemos tocar
como si los clavos de la cruz
fueran para que tengamos
los abrazos abiertos sin abrazar
y la corona de espinas fuera para
que sangren tus pensamientos
y sean costra sobre tu rostro
sorprendido
la cruz está hecha para el
hombre, para que vea y sienta
el horizonte vacío,
Su soledad.
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