como aquel beduino cuyo hogar
es su camino
postas en la que te quedaste por
un tiempo porque tenias que
descansar
veías trenes, aviones, que
pasaban siendo solo ruido
a lo sumo formas que penetraban
en el espacio para ahorrar tiempo
pasiones, como esa lluvia
que brota de eso que tu corazón
cultivaba
ilusiones, esperanzas, miedos
sueños, era el camino
un camino oscuro, que solo
el niño que era, conocía.
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