una roca, como un Pelicano
ve a la ola llegar, abrirse
en su inmensidad tratando
de llegar, abrazar o devorarlo
las mismas fuerzas de afuera
vuelven en la mirada del
Pelicano como un eco
calmado lleno de inmensidad
como si las mismas fuerzas
buscaran refugio y a la vez
lucharan por su libertad
todo bajo ese ojo azul,
invisible, corroído por las
nubes y las estrellas
sólo fuerzas, que intentan
mirarse así mismas.
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