todavía somos transparentes
lo sutil no solo no lo entregamos
sino que ni lo mostramos siquiera
no la ves a la fuerza de gravedad
pero ella te tiene atado a la
tierra
necesitas beber, pero es tu
cuerpo el que te pide
y solo tu obedeces
el placer, el bendito placer
es lo mismo; tan fuerte
es el cuerpo, que solo el
alma es espíritu, cuando
él los pone, los aprieta, a los dos
contra el piso
eres, también
un conjunto de fuerza
que en el centro se equilibran.
Karigüe
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