La vida tiene que ver con la salud; con el cuidado que tenemos que tener con el cuerpo. Son siglos, milenios en los que hemos aprendido a cuidar al cuerpo y a curarlo.
Sin embargo él, el cuerpo mudo está constantemente cuidándose, aun si estamos dormidos o descansando; son los genes, las células, los órganos, los sistemas, los que no dejan de trabajar nunca, hasta que nos vamos de ésta tierra, es decir la vida nos deja, se va.
¿Cómo es posible crear tamaña maravilla y luego abandonarla? Pensamos, sentimos, soñamos, obramos; hay artistas, creadores, inventores, seres especiales que su presencia es necesaria e importante; cómo es posible que tengan que dejar ha este mundo, que la vida los abandone.
Se dice que los cementerios están llenos de imprescindibles. Es cierto, sentimos, por momentos, que hay hombres imprescindibles, pero no es así, la vida continua, continua creando, formando seres, hombres, capaces de llevarla a buen puerto.
Es bueno recodar ahora ha aquella araña, que cuando queda preñada, come y come, hasta que da a luz a sus criaturas y ella muere, así es el alimento de ellas.
¿No pasa así mismo con la tierra? Ella nos ha creado y ella es nuestro alimento, tal vez la estamos consumiendo, como las arañitas a la araña madre.
Pero es entonces la vida, aquello que transita, aquello que se escurre a través de la tierra, a través de las plantas, los animales, los hombres.
Vida es también un pensamiento, un sentimiento, una idea. Una idea, un sueño, un invento como es el volar, volar por medio de esas máquinas llamadas aviones.
¿El avión también es vida? Pero si es una maquina, una herramienta, como es una pala mecánica; pero esas herramientas son prolongaciones de nosotros, brazos extendidos, potentes, capaces de volar o levantar 500 toneladas de tierra, de peso.
Es la vida también la que vuela, a través de nosotros; es la vida que levanta 500 tons a través de la pala mecánica, inventada por el hombre. ¿Es la vida que está volando al espacio, que está escarbando a la tierra? ¿Es la vida, la que construye ciudades, estaciones espaciales? ¿Es la vida, la que crea mundo? ¿Es el mundo vida, también?
Preguntas más preguntas sobre la vida, sobre esa presencia que somos. Debe en algún momento, la tierra haber sido una bola de fuego, de escombros, brotada del big bang, es decir estaba vacía de vida. ¿Cómo fue, de donde llegó la vida?. Hoy la tierra no sé si tiene algún lugar en donde no tenga, en donde no esté la vida, sabemos de los microbios, las bacterias, los ácaros y tantos otros seres con vida que pueblan el planeta.
Cuantas miles de bacterias tenemos en la boca, en todo momento, esto nos da la idea que estamos como en un mar de vida. Tal vez ella llegó en un meteorito. Tal vez el universo está lleno de ella, lleno de vida. Tal vez sólo el universo es una morada de ella. Tal vez es como la casa o caparazón, del caracol, que la va construyendo poco a poco durante toda su existencia, al morir lo abandona. Así hará la vida con el universo.
Tal vez la materia, la energía oscura, que en este nuestro siglo de Platino nos asombran, es fuente de vida también.
Para nosotros, los seres que imaginan más que piensan, hay o queremos ver una separación entre la materia orgánica y la inorgánica. Podríamos decir que lo que es vida tiene memoria y se reproduce; pero es cosa poco creíble, inventada solo para estudiar, para diseccionar y para ver que hay allí adentro de lo que es vida y de lo que no lo es.
Una idea que fue creada hace mucho, como la idea del amor. ¿No fue así? Primero una idea, luego será trasmitida por los pueblos, para sentir que es conveniente, que es bueno para la conservación de la vida, de la especie, de la familia, de uno mismo. ¿Eso no es vida, también?
Antes de Jesús, ya existía el amor dentro del mundo; el amor no llegó de afuera, brotó de dentro del hombre, dentro de ese recinto sutil y sagrado que es su mundo interior, su alma.
Eso es vida también, es una vida invisible, pero registrada por eso órganos llamado corazón, el corazón del alma.
Es decir dentro del cuerpo mudo, se creó otro cuerpo, un cuerpo invisible, que tiene órganos como el físico, que tiene espíritu, que tiene ánimo, esperanzas, sueños temores y contiene la sagrada fe.
La creencia en sí mismo, o en los dioses, no creo que haya diferencia. Es un poder emanado desde el hombre, es en realidad el espíritu su perfume. Es como si la vida fuera la savia que brota de la oscuridad, sube formando un tronco, ramas, hojas, flores, frutos; y, en sí emana un perfume, que se pierde en el éter, bueno ese es el espíritu.
La savia del árbol en el hombre es su sangre, esa sangre que irriga al cerebro, alimentándolo, alimentando lo que lo sostiene y es idea, pensamiento, es amor, es espíritu también.
Hablamos de la fuerza de la sangre, es cierto es ella vida, la que alimenta a cada una de nuestras partes, para que sean, para que se cuiden, para que vivan.
Y he ahí algo que la ve, algo que la registra, que sigue sus pasos, como perro de caza: el hombre.
Si ha leído este capítulo, me gustaría escuchar sus comentarios, enviando un mail a pensamientos@karigue.com.ar.
Gracias. Karigüe
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