signos del espacio
e instantes de plenitud, de belleza
vividos como espíritu en el alma
estamos adentro de ella, nos
movemos en su placenta como
larvas, como renacuajos
crecemos y cuando miramos
desde las orillas, las montañas
el desierto y el cielo nos
parecen la inmensidad pura
ya en el atardecer de la vuelta
volvemos a sumergirnos y
soñamos
como si el alma fuera aquello
en donde el cosmos solo late.
No hay comentarios:
Publicar un comentario