Karigüe.
PARLAMENTO
Hablar de la existencia es hablar de la vida, del cosmos; de la razón por la que estamos aquí, si hay una por supuesto. Algo que a la mente humana le ha preocupado desde siempre, y lo único que hemos hecho hasta ahora son intentos, intentos de dar una opinión, un parecer.
Existir es estar presente, estar aquí, pensando, viendo, reflexionando, observando, conociendo, investigando, leyendo, escribiendo.
Decía Goffried Been: “Estamos frente a la nada con el yo marcado” ¿Cómo puede saber? ¿Cómo puedo investigar? Qué otra cosa tenemos sino es el yo, alguien que observa, piensa, analiza, lo que hasta ahora tenemos, poseemos; y realmente no es algo tan potente como para ver, pero es lo único que tenemos, nuestro bendito yo.
Así como un Médico, un Científico, disecciona para ver, para conocer; un pensador, lo tiene que hacer también de esa manera, de ese modo. He escrito libros como El Lenguaje; La Vida, El Hombre, son temas que no conocemos mucho, o mejor dicho las cosas que se ha escrito están como desparramadas. Es el mismo caso de este libro que estamos comenzando La Existencia ¿Qué sabemos de ella? Todo y a la vez nada.
Podemos decir que el hombre en sí podría ser como un tentáculo, solo un tentáculo de este portentoso organismo, para ponerle un hombre, que es el Cosmos; otros podrían ser los animales, las plantas, la tierra, los fenómenos, el agua, el fuego, el aire, etc. Partes que componen al universo, pero también al mundo, por lo tanto llamarlo cosmos seria lo correcto, ya que el mundo es una creación del hombre.
Pero ¿qué es en sí la existencia? El acto de estar vivos, de estar aquí. ¿Quién nos ha mandado? No lo sabemos. Un intento bueno son las religiones, podemos imaginar que es el Dios, que hay un dios, pero realmente de él sabemos poco, lo podemos adorar, podemos obedecer todo aquello que nos ha mando a decir por algunos hombres, pero nada mas que eso.
Decir como Höderling: “Cercado y difícil de captar es el Dios; pero cuando aumenta le peligro crece lo que salva”. Ó como nos dice Pesoa:“…nada es verdad, todo es imaginación…”
Hölderling nuevamente nos dice: “Bendice todo lo que te sucede y se propenso a la alegría? Nietzsche: “ Hasta la cosa más mala tiene dos caras buenas”
Tenemos como un jardín dentro nuestro, lo hemos creado, lo hemos sembrado y hasta cosechamos. Tal vez si nos ponemos ahí, y desde ese lugar tratamos de ver a la existencia, a nuestra existencia, podremos comenzar.
Yo tengo una vida, un mundo dentro de mí; y, cosas, cosas que me suceden, que me están sucediendo en cada instante, en cada momento y a las cuales tengo que responder o no, o dejarlas pasar, dejar que suceden para después actuar, pero de una u otra manera estamos atentos a lo que nos pasa, inclusive a las enfermedades.
Dijimos existir es estar aquí, estar presentes. Estamos acompañados de genes, de células, mejor dicho estamos formados por ellos, además por algo más complejo como ser órganos, sistemas, ideas, pensamientos, sentimientos. Es como si unas partes fueran reales y las otras virtuales, solo porque no las podemos tocar; pero sabemos que están, sabemos que existen.
O sea que, suceden cosas afuera y adentro de nuestra piel y además tenemos como un congreso a donde se analiza y se da respuestas, no digamos leyes, pero es algo así, ya que cuando se presenta un tema, por lo general un problema, son muchas partes nuestras que intervienen; podemos decir la reflexión, la mente, el pasado, la prudencia, la disección, la tranquilidad, la conciencia, la confianza, etc., vemos que interviene muchas cosas, muchas partes, alguna de las cuales ya están como internalizadas, por lo tanto actúan pero de una manera inconsciente; como lo hacemos cuando movemos nuestro músculos para caminar.
Las partes que actúan en este congreso, en este parlamento, hay una en particular en la que nos vemos nítidamente representados: es el yo, yo veo, yo analizo, yo pienso, yo decido.
La verdad que es increíble, ya que eres el responsable, como si fuera un director de orquesta, mejor si decimos un rey y muchas veces un dictador; pero es tu vida; pero más aún es porque existes, es la razón de que existas como hombre.
Podemos ver a un hombre que ha perdido la razón, que está postrado, tiene solo cuerpo, no tiene, no actúa su mente, no tiene este bendito parlamento.
Bueno este parlamento es el que ha dado lugar para que el hombre exista, para que esté presente aquí; que después funde mundo, le de al mundo su fundamento, eso ya es otra cosa.
Entonces ahora lo tenemos al hombre presente como existente. Estamos vivos pero además hemos creado a este parlamento que es desde donde el hombre se erige, desde donde el hombre existe.
PRÓXIMO CAPÍTULO: lunes 3 de Enero
Si ha leído este capítulo, me gustaría escuchar sus comentarios, enviando un mail a pensamientos@karigue.com.ar.
Gracias. Karigüe
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