como tenemos
casi, un mismo origen
pareciera que los afluyentes
tienen cosas en común
que cuando los encuentras
sientes que es la misma sangre
que circula
es tal vez una mirada
un roce, una palabra
una sonrisa
que sale al encuentro
de los dos
y nos une
luego la carne, el alma
y aún el espíritu
se regocijan
encuentros,
esos encuentros que no te puedes
olvidar
que si continúan o no
ya no importa
viviste una vida tan concentrada
llamada momento
llamada istmo..
Karigüe
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